“Saber cómo llegamos hasta acá es una pregunta profunda, individual y colectiva”
Antes de su presentación en la Feria del Libro de San Francisco, el escritor habló con LA VOZ DE SAN JUSTO sobre su último ensayo, "Los días de la Revolución", su novelas y los hitos que marcaron su carrera, como los cuentos de fútbol, catárticos de su amor por Independiente.
"Interrogarse sobre cómo se fue constituyendo el país donde vivís es algo útil, interesante", asegura el escritor Eduardo Sacheri, invitado de lujo para la 5ª edición de Feria del Libro San Francisco a desarrollarse el 21, 22 y 23 de octubre próximos en el Superdomo, el acontecimiento cultural más importante del año, no solo por la calidad de los más de 40 expositores sino por el esperado reencuentro después de siete años.
Sacheri brindará una charla el sábado a las 21, con la presentación del intendente Damián Bernarte y el escritor Saúl Kohan, en la que recorrerá su obra, responderá preguntas y exhibirá su último libro: "Los días de la Revolución", a través del sello Alfaguara, una clase abierta en la que cuenta una parte de la historia argentina y refleja sus inquietudes como profesor en colegios secundarios.
Parece un tipo común, como los de sus novelas. De otro lado del teléfono, se los escucha amable y relajado. Antes de su llegada a nuestra ciudad, LA VOZ DE SAN JUSTO entrevistó al exitoso autor y aunque es una etiqueta que le incomoda, es inevitable mencionarlo en una impredecible e inestable industria editorial.
Es reconocido en la escena literaria contemporánea por sus cuentos y sus memorables novelas como "Aráoz y la verdad", "Papeles en el viento", "La pregunta de sus ojos", "La noche de la usina", entre otras, que incluso han inspirado películas como "El secreto de sus ojos", que le valió el Oscar a Juan José Campanella, o "La odisea de los giles". Es un apasionado del fútbol, hincha de Independiente y tiene una mirada profunda sobre el popular deporte. "El fútbol es un amor que no depende de lo que recibas, a diferencia del amor entre las personas", sostiene.
-Podría decirse que la feria del libro es para los escritores lo que significa un recital para un cantante; la posibilidad de ese "cara a cara" con el lector ¿Lo vive así?
En lo personal, lo disfruto mucho. Es un lindo complemento al vínculo que uno establece con los lectores, a quienes no conoce y no les ve la cara. Las ferias permiten verte, charlar, responder preguntas, escuchar comentarios. Yo lo disfruto mucho, más allá de la firma de libros y posar para las fotos, que también está bueno. Las ferias son algo más reposado y vinculado con la palabra, pero cara a cara.
-¿Puede adelantarnos algo de la charla con el público sanfrancisqueño? ¿Será un repaso de su profesión como profesor de historia, sus novelas, los cuentos y las adaptaciones al cine?
Seguramente comenzaremos arrancando por el último libro ("Los días de la Revolución", una historia de Argentina cuando no era Argentina, 1806-1820), como puntapié de lo que vaya surgiendo. A mí me gusta el diálogo y que este sea lo más fluido posible, entonces iremos hacia donde nos lleve la charla, comenzando por este último libro de historia pero seguramente seguiremos con las novelas, las películas, los cuentos de fútbol, con lo que vaya fluyendo.
- ¿Por qué un libro de historia?, hasta ahora todos habían sido de ficción. ¿Y por qué esa época de nuestro país? El libro es una invitación a volver a pensar y hacernos preguntas.
Hasta ahora había llevado mis dos trabajos separados: ser escritor por un lado y profesor de historia por otro. Pero sentí que estaba bueno compartir con el público en general, no solo con mis alumnos, una visión y reflexión histórica más actual y compleja. Creo que no viene mal volver a preguntarse cosas que uno se supone que sabe, o que ha estudiado, porque siempre hay nuevas maneras de pensar las cosas y es un ejercicio que te refresca la cabeza. Más allá de que sean temas que se presume que uno ha estudiado o ha visto, interrogarse sobre cómo se fue constituyendo el país donde vivís es algo útil, interesante.
"El fútbol es un amor que no depende de lo que recibas", reflexiona Sacheri.
-Alguna vez respondió que escribía para entender un poquito cómo es la vida. ¿Después de tantos años, consiguió algunas respuestas?
Supongo que sí, pero todas inútiles (risas). Creo que, más o menos, todas las personas nos vivimos preguntando sobre las cosas importantes de nuestra vida, y no sé si encontramos respuestas -capaz, respuestas parciales o momentáneas- y los que escribimos, simplemente nos formulamos esas preguntas por escrito, tal vez enmascaradas en una ficción. No creo que sean respuestas definitivas ni certeras ni valiosas en sí mismas, pero rescato que por lo menos, mientras te preguntás sobre esas cuestiones, oxigenás esas cosas que tenés en el fondo de tu alma y nos está mal hacerlo.
-Su pasión por la historia ¿es una manera de satisfacer la curiosidad para tratar, como Aráoz, de entender la verdad, aunque más no sea la de una simple pero definitoria jugada en un partido de fútbol?
Saber cómo llegamos hasta acá es una de las preguntas más profundas de las personas, que tiene una dimensión individual sobre tu propia vida, cuando te lo preguntas en el ámbito privado o doméstico, pero esa pregunta formulada a nivel social, te la respondés con la historia. Esto de poner nuestras preguntas en el arco del tiempo es algo útil, tanto en lo personal como en lo colectivo. l lector en el que pienso es un lector común y corriente que tenga ganas de entender un poco mejor el pasado de la sociedad en que vive, ni más ni menos que eso.
-La realidad del país hace aventurar que todavía seguimos esperándolo a Tito. ¿Se puede hacer esta analogía? ¿O también podemos parangonar las vicisitudes de hoy con aquel Primer Torneo Interdivisional de Fútbol del Colegio Nacional Normal Superior Arturo Del Manso, jugado en 1983, hay trampas, mezquindades, pero también virtudes que forman parte del funcionamiento general del mundo?
En mi estudio y en mi carrera, yo prefiero mantener separados los campos de la ficción y de la historia. Cuando uno escribe ficción, está proponiendo un juego con sus lectores, para que el lector se lleve esa historia y haga con ella lo que sienta, lo que le parezca, lo que le conmueva. Cuando escribimos ficción estamos jugando, construyendo una historia, explorando sentimientos y emociones. Cuando estudiamos historia, intentamos acercarnos a un conocimiento científico y ahí, las reglas tienen que ser claras y no sujetas a nuestro deseo de contar cosas, sino al deseo de acercarnos aunque sea mínimamente a la verdad.
-¿Se puede intuir que su pasión por el fútbol, plasmada en tantos escritos, es una manera de advertir que los cambios culturales y tecnológicos imponen nuevas miradas? Porque no creo que a ningún joven se le ocurriría hoy romper el piso de un supermercado para alcanzar una pizca de tierra del gasómetro, por ejemplo.
Creo que cada uno escribe usando los materiales de su propia vida y el fútbol es para mí un material muy familiar, muy querido, muy próximo. Me gusta mucho ver fútbol y jugarlo, entonces utilizarlo narrativamente a mí me resulta útil y agradable. Creo que ahora siguen existiendo ciertas miradas. También hay otras que ven al fútbol como algo complejo, una mezcla de elementos socioculturales e históricos profundos y eso me parece bueno. Ahora, en esa mezcla hay de todo. Afloran conductas muy propias de la sociedad en la que se está jugando al fútbol y está bien que veamos lo bueno y lo malo.
-Luego de tantos éxitos y premios, ¿sigue imaginando que patea tiros libres para conciliar el sueño?
Sí, porque más allá de cómo te vaya en el trabajo me parece que las dudas, los deseos, las preocupaciones personales no te las cambia ni te las tranquiliza el éxito en el trabajo, creo que hay cosas más importantes.
-Hace 20 años que Independiente no sale campeón. ¿Cómo se siente eso?
El fútbol es un amor que no depende de lo que recibas, a diferencia del amor entre las personas, qué sí tiene mucho que ver con lo que el otro te devuelve. El amor, la pasión por un equipo de fútbol tiene una fidelidad y una permanencia más sólidas. Quienes amamos a un club sabemos que vendrán tiempos buenos, tiempos malos... y no hay mucho qué hacer al respecto, más que esperar la próxima buena noticia.
-Un mensaje para el público de la Feria del Libro de San Francisco.
Primero, quiero felicitar a los organizadores por volver a realizar este importante evento de la cultura y a los sanfrancisqueños, decirles que disfruten de este regreso, que acompañen esta feria para que se instale en la ciudad. Los invito a todos a mi presentación del sábado, para charlar, pasar un lindo rato conversando. Siempre me gusta charlar mucho con el público todo lo que se pueda. Por lo que quien tenga ganas de preguntar sobre los otros libros, las películas, será más que bienvenido.