La otra dimensión: Izquierda y Libertarios, fuerzas que juegan en otro plano y también ganaron
El Frente de Todos mantiene el poder, Juntos por el Cambio se lo disputa, pero también hay que detenerse a pensar en los votantes que miran hacia otro lado y qué mensajes emergen de ellos.
Por Ivana Acosta | LVSJ
Siempre se hace mención a una polarización política cada vez más profunda entre Frente de Todos (FDT) y Juntos por el Cambio (JxC), pero estructuralmente nuestro país no responde a esa matriz. Las PASO también contrarrestaron esa idea, ya que la Izquierda (que dirimió su interna) y los libertarios captaron a una buena porción del electorado, al margen de las personas que se mostraron apáticas.
Son votos expresan enojo, despegue de la política partidaria y otros se escaparon de los espacios a los que tradicionalmente elegían. Hay dos hechos para sentar antes de seguir con el análisis: en términos electorales JxC retuvo votantes y ganó otros tantos, el FDT no pudo tener una primera vista acorde a sus intereses en el Congreso de la Nación.
No obstante ese no es el objetivo de este análisis porque en este caso el consultor y tesista en Ciencia Política, José Canavese, profundizó en lo que sucedió con los votos de las otras dos fuerzas y el valor que tienen en este contexto.
Canavese puso el foco de atención en un primer momento en un dato que no es menor: la cantidad de votos que son impersonales o marcan descontento: “No se tiene en cuenta que, entre ausentes, nulos y votos en blanco hubo un 38, 45 %. También ahí hay un sector que directamente no se siente identificado con ninguna de estas líneas y hay que mirarlo”.
Esa masa de votantes no fueron a ningún lugar, solo representan un proceso de transformación que las personas le están dando como mensaje a quienes tienen el poder en la actualidad y pretenden se escuche masivamente en una elección.
Tercera fuerza
Si bien el mapa del país se piensa en función del amarillo y el celeste que simbolizan a los espacios más potentes, la visión general del apoyo popular dado en el territorio a los referentes de la Izquierda (en cualquiera de sus vertientes que se dirimieron en internas). Canavese consideró que su caudal de electores aumentó en función de los sectores populares, principalmente en Buenos Aires y Jujuy.
El dato de esos dos distritos no es menor: Jujuy es un bastión gobernado por JxC, pero dónde Milagro Sala líder asociada al FDT tiene una gran injerencia, sin embargo muchos votos fueron para un tercer espacio.
En el caso de Buenos Aires sucedió algo similar. La Izquierda captó votos de sectores populares potenciando el acompañamiento a las personas, dotándolos de herramientas para ayudar al progreso mediante el trabajo, la escucha, la inmersión territorial.
Todas actitudes que antes se adjudicaba principalmente el peronismo y que en el caso de la Izquierda quedaban olvidadas detrás de los discursos políticos y teóricos, los cuales generaban cierto rechazo o eran acusados de impracticables.
En síntesis, optaron por pasar a la práctica e intervención territorial, y en contraposición, mermó su lucha a partir del discurso clásico. Su estrategia se materializó en acciones.
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La polarización pasa por otro lado
La grieta es traducida en el lenguaje popular como la polarización del escenario político entre JxC y FDT, excluyendo por no tener una cuota de poder prominente a otros partidos o líderes que intervinieron en las PASO.
Si bien libertarios e izquierda poder no tienen (en cuanto a la gestión) existe una cierta potencialidad en el apoyo que se les dio con una clara diferencia acerca de cómo se esboza: para la Izquierda es como movimiento, los libertarios se aferran a las personalidades donde emergen Javier Milei, Ricardo Lopez Murphy, José Luis Espert.
Ante estos otros escenarios emergentes el consultor referenció la existencia de una dualidad, pero no respecto a los espacios políticos como habitualmente se esboza. “En términos electorales es difícil pensar en la concreción de una polarización con estas fuerzas que emergen como los libertarios y la izquierda”, sostuvo. Desde su perspectiva, amplió, “la polarización pasa por otro lado y tiene que ver con las condiciones materiales de vida, vinculado a la situación económica, entre gente que puede satisfacer sus necesidades y otra parte que no puede hacerlo al menos con normalidad y que excede a la pertenencia a una clase social”.
El movimiento libertario ¿ganó terreno?
Para muchos causó sorpresa para las personas el avance de Javier Milei como exponente del espacio libertario y la potencialidad de sus palabras e ideas acerca de cómo debe comportarse el Estado y encarar una gestión.
Es cierto, los libertarios ocasionaron un cimbronazo hace una semana por los votos alcanzados, pero esa proyección no es nacional sino sólo en función de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), es por eso que respecto de Milei una de las incógnitas que pervive es la de si se refugiará en CABA hasta consolidarse y después pasar a nivel nacional o irá más allá de la Av. General Paz.
“A mí me parece difícil que pueda proyectarse a nivel nacional porque nuestro país desde sus orígenes tiene una estructura demográfica, social y económica totalmente distinta, es difícil que puedan instalarse en provincias como La Rioja, Misiones, Catamarca o Tucumán, es impensable, si ocurriera habría una fractura muy fuerte como sociedad y país”, explicó.
Desde su perspectiva, los territorios donde el discurso de Milei y los libertarios puede avanzar son Córdoba o Santa Fe porque tienen otro desarrollo económico, cultural o educativo y tiene una justificación entendible: “Milei se reconoce como divulgador de ideas liberales, es muy estricto en eso, sus expresiones son tal cual las de Milton Friedman o de Friedrich von Hayek, es muy teórico - intelectual, por eso en CABA es más potable su imagen porque hay que tener cierto nivel intelectual para asumir ese discurso”.
Milei no es un simple fenómeno
Desde este punto de vista consideró que “hay un triunfo psicológico también en el apoyo a Milei” centrado en esos tres valores que esgrime como básicos y extiende a todo: vida, libertad y propiedad.
“Milei, el valor que más eleva es el de la libertad y eso se da en un contexto de restricciones por la pandemia que limita nuestro normal desarrollo como seres humanos y eso se siente más cuando estás en un departamento, por eso en centros urbanos grandes la pandemia fue distinta y creo que él dio más la tecla ahí, con esos votantes”.
Sus seguidores y votantes no son personas de todas las edades ya que desde su perspectiva los adultos ya con otro recorrido son conservadores y se inclinan por JxC. Su mensaje se expandió muy rápido digitalmente y por eso es que llegó mucho a los jóvenes que interactúan con él a través de Instagram, Twitter, Youtube y plataformas de streaming, o con reuniones de Zoom.
“A esos jóvenes le venden una promesa de felicidad futura, si sos libre el futuro va a ser mejor y eso nos permite ser propietarios individuales de nuestros bienes y piensan en un país más libre que en el que crecieron sus abuelos”, comentó.
Esa simpleza discursiva lo posiciona mejor que a otros exponentes libertarios como Espert, según Canavese, porque son dos expresiones liberales diferentes. “Una cosa es el liberalismo en términos políticos, culturales y otra en lo económico que sería el neoliberalismo”, detalló.
En base a esta premisa continuó: “Es más difícil entender el discurso del liberalismo económico compartido por Espert y López Murphy que es más viejo y difícil de comprender por variables que aparecen como son el PBI, emisión monetaria, inflación; en cambio expresado en términos políticos como sucede con Milei si decimos una y otra vez que hay tres derechos básicos a respetar como la vida, libertad y propiedad con los que se puede hacer de todo y que cualquiera los puede entender se lo acepta mejor, el suyo es un liberalismo ideológico”.