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La Montbeliarde se luce en el pabellón ganadero
“Hoy más que nunca la lechería necesita de estos espacios de encuentro”, dijo el titular de cabaña La Clide de Marull quien participó de la jura ganadera con Holando y exhibió sus ejemplares Montbeliarde.
Si bien no compite en la jura ganadera, la raza Montbeliarde se luce entre los ejemplares Holando Argentino y Jersey que alberga el pabellón ganadero. De la mano de la cabaña “La Clide” de Marull, se muestran las bondades de esta raza de origen francés.
Con respecto al regreso de TodoLáctea, Adrián Martín, titular de la cabaña aseguró que “hoy más que nunca la lechería necesita de estos espacios de encuentro”.
“Las vacas están gratamente cambiando alguno de sus patrones genéticos. Los cabañeros estamos buscando a través del genoma una vaca que sea más útil para la producción de leche, que combine bien la parte productiva, la sanidad y que a su vez sea linda. Este tipo de eventos nos permiten mostrar al productor lo nuevo, el trabajo que se viene desarrollando”, continuó.
Martín aseguró que “es un gran desafío porque se trata de una proyección que los cabañeros hacemos hoy para ver los resultados en cuatro o cinco años. Si bien la actividad es costosa y lenta no deja de ser gratificante y si además se obtiene algún premio, corona el trabajo”.
“Estar en este tipo de muestras es bueno para medirse con otras cabañas y ponerse a consideración del resto del ambiente que sabe de vacas y tiene trayectoria en la producción de leche y en la genética de los mismos”, resaltó.
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Presente y futuro de la lechería
Por otra parte se refirió a la difícil situación que vive la lechería. “El sector está pasando uno de sus peores momentos, con productores desencantados con la realidad que nos toca vivir y que va más allá de lo climático”.
“Trabajar a pérdida como se hizo el año pasado, hace replantear el negocio, siendo que ninguna otra actividad tiene las condiciones de entregar la materia prima y que recién a los 40 días se le diga cuanto se va a pagar la producción”, lamentó.
Asimismo se refirió a la influencia del cambio generacional en la actividad. “Las generaciones van cambiando, esto es un negocio, y las nuevas generaciones ya no tienen la paciencia de estar a merced de cuanto pueda llegar a rendir el negocio o se enteren después de que termine el trabajo que lo hicieron a pérdida”.
“Somos una de las últimas generaciones marcadas por la pasión”, sostuvo.
“Si el productor no tiene reglas más claras, al problema climático se le va a sumar que decida salir del negocio”, advirtió.
No obstante se mostró optimista de cara al futuro. “Así como el país está tratando de escribir una nueva historia, la lechería también. Si bien es cierto que vamos a seguir encontrando datos alarmantes en cuanto al cierre de tambos y reducción en la cantidad de vacas, soy positivo de que los años que vienen van a ser buenos para la lechería”.
Finalmente apeló a la toma de conciencia para que “este deterioro pueda revertirse y la actividad pueda salir fortalecida”.