“La mediación puede hacer un país más solidario”
En tiempos de conflictos sociales, la Coordinadora del Centro Judicial de Mediación de San Francisco y Zona, Nancy Gerbaldo, apuesta al diálogo entre las partes antes de llegar a un juicio.
Por Stefanía Musso | LVSJ
Nancy Gerbaldo de Aimar desempeña funciones desde hace 30 años en el poder Judicial. Formada en el área penal, hace más de una década que es la secretaria en el Centro Judicial de Mediación (CJM).
A sus 58 años, esta abogada madre, lleva el estandarte de las oportunidades a partir de la Justicia Restaurativa y achica "la grieta" en las disputas judiciales llevando el conflicto a buen puerto y logrando lo mejor para ambas partes.
Para la entrevistada, en este 29 de agosto Día del Abogado, es momento de dejar las diferencias y aportar un cambio de visión en la Justicia.
- Usted es una verdadera defensora de la Justicia Restaurativa, pero la mayoría de la gente no sabe qué es...
La Justicia Restaurativa es definida por las Naciones Unidas como una respuesta evolucionada del crimen, que respeta la dignidad y la equidad de las personas, que construye comprensión y que promueve la armonía social mediante la sanación de las víctimas, los ofensores y la comunidad.
Es un modelo de Justicia que permite una respuesta diferente a la sanción punitiva frente al daño producido por una conducta reprochada socialmente y configurada como delito. Procura la subsanación del daño producido en las víctimas, el victimario y la comunidad y concede a las partes involucradas la posibilidad de re-apropiación del conflicto, resultando protagonistas en la solución del mismo. Por lo tanto, no es justicia de pequeñas causas o para delitos cometidos por menores, como tampoco es un proceso abreviado, es una visión y una posición radical y diferente al proceso penal tradicional sino que es más abarcativo que los tradicionales procesos de justicia penal, como lo conocemos: juicio y castigo.
- ¿Qué se busca?
Recuperar la confianza, la credibilidad, la eficacia, respetando la diversidad para dar lugar a que la justicia y la paz social puedan alcanzarse por vías diferentes al litigio penal, en virtud que la garantía de participación de justicia no se limita a la emisión de sentencias sino a la efectiva resolución del conflicto. Para su aplicación necesitamos ver el ilícito se define como un acto de daño contra las personas y las relaciones interpersonales, es decir ver al delito como conflicto social desde el punto de vista de la justicia restaurativa, una incompatibilidad de conductas, percepciones, adjetivos y afectos entre individuos o grupos. Posibilita un abordaje totalizador desde el mismo momento de realizada la conducta, ya que no requiere la calificación mediante una condena a través del sistema legal para su tratamiento como se hace en el sistema tradicional de justicia retributiva.
Creo que lo más interesante es que la justicia restaurativa tiene un especial interés por las necesidades de las víctimas que no son adecuadamente atendidas por el sistema judicial penal, entre las que se encuentran la narración de los hechos, la recuperación del sentido de control y la reparación o reivindicación. Aquí, el ofensor tiene posibilidad para encontrarse con la víctima, su necesidad de responsabilizarse positivamente y restaurar su imagen como persona, asumir sus compromisos y conductas valiosas para el futuro.
- ¿Cuáles son los casos que más llegan a una mediación?
La Ley 8.858 y sus concordantes determinan causas que son obligatorias de derivar. Las causas de familia ocupan un porcentaje elevado, aunque estadísticamente hablando en el ámbito penal de la Justicia Restaurativa utilizada en mediación penal, en especial el sistema penal juvenil, están dando alto índice de satisfacción en la sociedad especialmente San Francisco y zona. La pregunta sería ¿por qué específicamente en esta temática? La respuesta es porque en el proceso de mediación aparece respecto del joven infractor la sensibilización para con la víctima de su acto delictivo y respecto de la víctima la empatía, la identificación con algún aspecto de la historia vital del adolescente por mínima que fuera.
- ¿Qué ejemplos puede citar de la justicia restaurativa y la mediación?
Muchas causas que llegan hasta el CJM de San Francisco son apasionantes. Recuerdo el caso de unJardín que utilizaba un ser vivo animal como juguete, no se conocía si era alimentado, lugar que se encontraba... era un ser vivo animal en estado de vulnerabilidad. Varios niños golpeaban al ser vivo animal sobre la mesa, querían que camine otros ver su cabeza, le tocaban su cuello. Si bien los niños necesitan convivencia con la naturaleza para el desarrollo de sus capacidades, lo estaban haciendo de manera violenta aun si darse cuenta, tampoco se sabía en qué condiciones estaba. La representante de Bio Animalis solicita la entrega voluntariamente del ser vivo animal en estado de vulnerabilidad. Surge de la premediación solicitar a la dueña del jardín que realice un programa con participación de los niños, un power point poniendo en conocimiento el trato y relación seres vivo animales en su hábitat natural y replicar en otros jardines y/o guarderías, es decir luego de varias audiencias esta causa termina con medidas socioeducativas para la comunidad y la entrega del ser vivo animal a la representante de Bio Animalis, Gretel Monserrat.
¿Cuál es el mayor desafío de su trabajo?
Todos los que formamos parte del Poder Judicial debemos con dedicación, capacidad, actualización permanente y buena predisposición; colaborar para que la Justicia brinde una pronta y eficaz respuesta a quienes diariamente acuden a nuestros tribunales y oficinas en busca de una solución a sus más variados problemas.
Esta tarea es fundamental para restaurar la confianza ciudadana en la función pública. Es un compromiso diario e importante con el servicio que brindamos y con los valores éticos y profesionales que deben guiarlo, porque de cada uno de nuestros actos depende, en buena medida, la percepción social que proyecta nuestro Poder Judicial.
Mi vocación de servicio es amplia y profunda y tengo la enorme suerte de trabajar en este nuevo paradigma permite estar más cerca de la gente y de todos los órganos, porque allí, donde hay una necesidad hay un derecho, pero es tan escabroso el camino, particularmente para los humildes, que el Derecho termina siendo un problema.
Es tiempo de prevenir, identificar, gestionar y abordar los conflictos que puedan suscitarse a raíz de las medidas adoptadas para afrontar la pandemia Covid-19.
La Coordinadora en el Centro Judicial de Mediación Nancy Gerbaldo de Aimar apuesta a visibilizar las personas más allá de las diferencias acompañada por su equipo de trabajo (Fotos: Marcelo Suppo)
-¿Qué le diría a los abogados de las generaciones que vienen?
El sistema tradicional y formal de Justicia no siempre es el más adecuado para resolver las causas. El abogado hoy es el que gestiona el conflicto y deben tener presente que cuando acuden a este método de solución de conflictos, no como adversarios porque la guerra, la discusión no decide quien tiene la razón sino quien queda, quien gana.
En este proceso de mediación todos ganan porque son las partes en el proceso quienes arriban a un acuerdo o no pero quedan incólumes sin dañarse. El principio rector debe ser en todo profesional y especialmente para el abogado, que una vez propuesto y aceptado concurrir a un proceso de mediación, se debe ir de buena fe. Este principio es fundamental por varias razones, entre ellas, porque es un imperativo ético del ejercicio de toda profesión, arte u oficio, y además, porque estamos sentados en una mesa donde en frente tenemos a un abogado-colega que seguramente volverán a ver, los mediadores que conocerá nuestra conducta y una relación entre el cliente y su eventual adversario, relación a la cual debemos apostar para que continúe en el futuro o bien sea la más civilizada luego de concluido el proceso de mediación.
Además, ir con la firme convicción de no destruir a nadie sino que se debe construir con otros una solución que quizás resulte innovadora pero, sin dudas que será beneficiosa para todas la partes involucradas y la función del abogado en esa mesa conciliadora -ya que están velando por la seguridad jurídica de quien confió en sus servicios, previo a la profundización de conocimientos en la materia a mediar e interiorizarse en doctrina, jurisprudencia y legislación vigente- se debe dar una firme posición legal, otorgándole garantía a este proceso y a las partes a fin del fiel cumplimiento del acuerdo suscripto, ya que si se requiere su homologación, el juez interviniente sólo examina que no se hubiese violado el orden público ignorando motivos, causas o razones por las cuales se llegó a suscribirlo porque los abogados como auxiliares de la justicia deben ser quienes custodian la sana e integra voluntad para los consensos.
Quienes nos enrolamos en este segundo camino- a los nuevos, viejos y no tan viejos abogados, debemos y tenemos la obligación como hombres y mujeres de Derecho- de sostener la firme decisión de escalar, más allá de los escollos institucionales y sociales que significan introducir un nuevo concepto de justicia. Quienes elegimos el camino de la montaña, estamos convencidos que este es un viaje largo, pero que tenemos en nuestras manos las herramientas necesarias y adecuadas para lograr preservar el vínculo dentro del cual se produjo el conflicto.
- ¿Qué significa la mediación en tu vida?
Es un cambio de visión.La utilización de la mediación hace al país más solidario porque trasmitir e instalar en la conciencia de la gente la existencia de métodos pacíficos o alternativos de solución de conflictos contribuye a generar un clima de paz, de tolerancia y de responsabilidad social.
-¿Cómo avizora el futuro de la justicia restaurativa?
Creo que como sistema judicial estamos ante una oportunidad histórica que saque del foco al expediente tribunalicio y vuelva al centro en las personas involucradas, con todas sus carencias y potencialidades, logrando la reconstrucción solidaria del tejido social. No es tarea sencilla, porque cada mediación, cada palabra de las partes, de los jóvenes infractores, de las víctimas- que muchas veces son otros jóvenes- atraviesa la historia personal de cada uno de nosotros.
Esimportante que se trabaje una amplia difusión en toda la comunidad de esta forma de solucionar los conflictos derivados de un hecho ilícito y así lograr lo que más nos cuesta a los seres humanos: encontramos, comprendernos, perdonarnos, reconocernos para poder seguir caminando hacia adelante, sin los rencores que paralizan, neutralizando potencialidades y con las ilusiones que hacen que cualquier proyecto que contribuya a que todos vivamos mejor.
Mujer de derecho
"Es tiempo de prevenir, identificar, gestionar y abordarlos conflictos que puedan suscitarse a raíz de las medidas adoptadas para afrontar la pandemia covid-19"
-¿Cómo es tu vida entre la justicia y la familia?
Son dos pasiones. En algún sentido, mi familia se fue constituyendo con la cuestión laboral atravesando todos los espacios. Creo que como pasa en todas las familias en las cuales sus referentes adultos trabajan, mis hijas se criaron con la cultura del trabajo y del esfuerzo como la matriz desde la cual construir. En algún momento, no fue nada fácil sostener ambos espacios y saber priorizar, hoy quizás con mis hijas más grandes, construyendo sus familias, mirar para atrás me da grandes satisfacciones. Al mismo tiempo la familia siempre será ese espacio de calma, de encuentro cuando las cosas en el día no salen bien. Se retroalimentan mutuamente, he podido nutrirme de las experiencias de mis hijas y de sus miradas para poder afrontar cada lugar que me tocó ocupar dentro de la justicia.
-¿Qué significa para vos ser una mujer del derecho y que aporta el género a la Justicia en general?
Creo que son dos preguntas bien diferentes. Por un lado, ser mujer en el derecho es sin dudas complejo, cada vez menos, pero lo es. Porque sobre las mujeres recaen todas las responsabilidades familiares de cuidado. Esto significa que gran parte de nuestro día dedicamos tiempo a actividades de reproducción familiar, a la casa, los hijos, asistencia de padres adultos mayores. Ese tiempo no vuelve, y quizás nos resta horas importantes para dedicarles al estudio para rendir un concurso de ascenso o a una capacitación en la que nos inscribimos. Aunque estamos tratando de enderezar esa balanza aún resulta desequilibrada, las mujeres de mi generación transitamos esta desigualdad, la enfrentamos y en algunos casos pudimos anteponernos, pero aún tenemos un inmenso camino por recorrer en este sentido. Por otro lado, la cuestión del género en la justicia, no solo el género mujer, a mi me gusta hablar de la "perspectiva de género" como la justicia mira los casos los hechos, y los lee tratando de interpretar leyes antropocéntricas (hechas por varones). No es un género lo que nos viene a aportar algo a la justicia, sino todos ellos respetados desde la "perspectiva de género" esta interpretación del derecho que renuncia al dogmatismo y comienza a cuestionarlo, visualizar a la verdad jurídica como un entramado complejo de conocimiento y decisiones en la que los operadores jurídicos tenemos mucho que ver. Desde como recibimos a la gente, como la acompañamos en su tránsito por tribunales, hasta que resolución de su problemática recibió. Aquí hay que estar muy atentos, a este concepto tan palpable que utilizan las teóricas feministas sobre la "interseccionalidad". Para que se entienda el concepto, las teóricas hablan de la vulnerabilidad como diferentes capas, uno puede nacer mujer como en mi caso, y eso nos posiciona en una cierta condición de vulnerabilidad, pero también puede nacer mujer, pobre y perteneciente a algún pueblo originario, y claramente esa vulnerabilidad y esa atención del Estado, esa mirada de la justicia no puede ser igual aun cuando ambas somos mujeres.