Entrevista
Jorge Almada: “Quiero escribir lo que siento"
Más conocido como “Pelado”, es un verdadero personaje de la ciudad. La mayoría de las personas lo reconocen por su servicio como mozo en La Parrilla, pero muy pocos saben que escribió un libro con una historia muy cercana a él y su familia.
“Este libro puede tener algunas imperfecciones pero yo no quiero hacer literatura elegante, sino escribir lo que siento”.
Hay personas que llevan el servicio en la sangre y si nadie conociera su pasado, podría decir que Jorge Almada, “el pelado de La Parrilla”, es mozo desde siempre.
Sin embargo, por cuestiones de la vida y buscándose un rebusque, eligió esta profesión a los 50 años y desde entonces es uno de los mejores en lo suyo en la ciudad.
Pero en esa aventura de la vida y ser reconocido por su labor, aparece otra pasión de él: la escritura. Fue así que escribió su primer libro, una historia basada en la guarda de una bebé recién nacida.
Aunque ya tiene 76 años, los fines de semana sigue con el “arte” de la bandeja mientras disfruta de la jubilación y mantiene vivo el espíritu de escritor. Jorge contó a Posta que está trabajando en su segundo libro y se basará en momentos de su infancia.
Leer y escribir
“La lectura es lo que más me gusta en mi vida. Leo de todo, todos los géneros. Lo que me atrapa, lo leo”, empezó a decir Jorge y agregó que esa pasión la heredó de su mamá. “A ella le gustaba mucho leer y creo que lo llevo en la sangre”.
Tanta lectura de aquellos tiempos de la infancia se materializó en la escritura de la historia de la guarda de una beba que iba a ser dada en adopción, un relato que lo tocó de cerca. “La historia trata sobre la historia de una adolescente del norte argentino que quedó embarazada y la enviaron a tener a su niña a otra ciudad. Cuando nace la bebé, la iban a dar en adopción, pero una mujer, mi esposa, decidió tenerla en guarda. La niña estuvo meses con nosotros hasta que su familia decidió recuperarla. Sentí que ese gesto de amor de mi esposa tenía que contarlo”.
“Al libro lo escribió en cuatro noches”, confesó el autor y que le sirvió para curar heridas junto a su mujer y seguir adelante. “Mi hija y el tiempo que tenía disponible son los que me motivaron a escribirla”, contó Jorge.
“El tiempo pasó, sabemos que ella está muy bien y dolió mucho al principio porque la llenamos de amor desde el primer día”.
Este libro puede tener algunas imperfecciones pero yo no quiero hacer literatura elegante, sino escribir lo que siento. “Fue realizado para mi esposa porque ella hizo posible que la niña vuelva a su familia”, indicó.
Otro libro
Aunque ya atesora un libro, Jorge está escribiendo un segundo material, pero no puede terminarlo por cuestiones económicas. “Para editar un libro se necesita tener dinero”.
Este nuevo texto cuenta sobre la infancia de Jorge. “Mi mamá era una apasionada de los libros y ella leía mucho”.
Mozo a los 50
Jorge trabajo en una zapatería, en una fundición, un taller de tornos y más pero el servicio gastronómico se convirtió en una salida laboral cuando cumplió 50 años.
Soy mozo, un gastronómico, pero en otros momentos de mi vida hice otras cosas para salir adelante”.
“Siempre fui buscando nuevas oportunidades o salidas laborales. Tuve un negocio que no funcionó y luego quedé desorientado laboralmente”.
“Por u hombre que ahora vive en Buenos Aires empecé a trabajar en una empresa gastronómica que ofrecía catering y después, gracias a un amigo de Víctor Bertorello, entré como cuidacoches porque era un lío estacionar frente a La Parrilla. Un día precisaron que les de una mano como mozo y aquí estoy. Trabajé hasta la pandemia todos los días y ahora lo hago los fines de semana”.
Durante los 24 años que tiene La Parrilla, Jorge vivió hermosos momentos. “Recuerdo cuando una pequeña me regaló un dibujo mío al lado del asador con un agradecimiento por la atención recibida. Ese dibujo hermoso lo tengo en la mesita de luz de mi habitación”.
También recuerdo una pareja a la que regalé mi libro. Ellos, agradecidos por la atención, me contaron que eran consejeros sobre suicidio y al día siguiente de haberlos atendido, me dijeron que mi libro lo usaron en la charla que brindaron y que era un ejemplo de amor y de lucha”.
Los famosos que atendió Jorge:
1 – La Sole: “Recuerdo la primera vez que vino. Ella estaba recién comenzando su carrera y nos visitó un sábado. Se sentó en una mesa, lejos y nadie se dio cuenta que ella estaba en el restaurante”.
2- El Chaqueño Palavecino. “Cuando el viene, siempre temprano. A todos nos saludó siempre muy cordial, diciéndonos gringos”.
3- Los Tekis. “Los conocí cuando eran la antigua formación. Muy amables. Con uno estuve charlando en Jujuy se acordaba de la atención”.
4- Jairo. “Una persona muy humilde y respetuosa”.
5- Jorge se dio permiso para una anécdota. “Me acuerdo que pasó Juan Alberto Mateiko por el local y compró dos vinos costosísimos. Cuando se iba, nos saludó y sin querer se le cayeron las dos botellas. Nos reímos todos y el también”.