Ariel Giaccone: la vuelta a la felicidad
El sanfrancisqueño volvió a ponerse el buzo de entrenador de Sportivo Belgrano. Ariel vuelve al lugar dónde es feliz después de dos años fuera del fútbol tras una vida entera estando adentro. La vuelta a la normalidad para Giaccone, es la vuelta a la felicidad de estar en Sportivo. Sin celular, con un hijo jugando en primera y con la ilusión de volver a dirigir a un equipo que le de felicidad a la ciudad.
Por Manuel Ruiz | LVSJ
Estos dos últimos años, Ariel Giaccone fue carnicero. Si algún lector es cliente o pasó por alguna sucursal de Super Carnes Néstor quizás, el tipo de la foto que ilustra la tapo o estas páginas, le parezca familiar. El Ariel que dice que aprendió a depostar una media res mirando videos que el filmaba de sus compañeros en la carnicería, es en esencia un hombre de fútbol.
Fue uno de los pocos jugadores locales que llego a jugar en Primera División del fútbol argentino en los finales de los 90 y principios del 2000, primero para Ferro Carril Oeste y luego para Belgrano de Córdoba y luego se abandonar la cancha, decidió pararse bien cerquita en el rol de director técnico. De 2016 a 2018 dirigió a Sportivo Belgrano durante 54 partido en el Federal A y aquel equipo se caracterizó por su forma asociativa de jugar, pero sobre todo por la promoción de juveniles al primer equipo. Juveniles que el propio Ariel había formado en su exitoso paso por la cantera verde.
La vuelta, 4 años después, dice él, tiene los mismos objetivos. Volver para Ariel, era volver a la felicidad de estar en el club. La post pandemia, la vuelta a la normalidad para Giaccone, era volver a la felicidad de sumergirse casi por completo en el fútbol, desde las 6 de la mañana cuando el sol empieza a asomar desde el predio Nicolás Losano.
-Director técnico de Sportivo de nuevo ¿Cómo fue la vuelta?
-La gente que trabaja en el club, que todavía están acá desde mi experiencia anterior, ha hecho que parezca que no me fui nunca. Me siento bien, me río con ellos, vengo a charlar antes de los entrenamientos. Los conozco a todos, entonces entro a un lugar donde conozco a la gente que trabaja, cómo es esa gente, las necesidades que tienen. Y esas cosas hacen que parezca que el tiempo no hubiera pasado.
-La noticia de que volvías se recibió muy bien a nivel ciudad. Eso es una confianza tácita en voz. Quizás por lo que hiciste la última vez...
-La última vez, cuando me toco dirigir acá , fue una felicidad mutua porque habíamos conseguido que la gente se sienta identificada por la forma de jugar, de ser, de comportarse. Ese cariño que quedó, no se fue. El sentimiento es mutuo, porque somos hinchas del club y creo que eso nos unió con la gente de San Francisco. Creo que ahora, al volver, seguimos teniendo esa ilusión, yo y la gente de la ciudad.
-Estuviste dos años trabajando en una carnicería ¿Por qué volves?
-Porque Juanma (el presidente de Sportivo, Aróstegui) y mi patrón se pusieron a hablar. No hay otro motivo. Néstor Fissore (dueño de la cadena de carnicerías Super Carnes Néstor) que fue quien me dio trabajo estos últimos años, es fanático del club, él y su familia. Después del primer llamado de Juan Manuel y Juan Pablo, la cosa quedó clara: había que sentarse a hablar con Néstor y tratar de ver como podíamos hacer mi salida de la carnicería de la mejor manera posible. Ellos tres tuvieron una gran disposición para que yo pueda volver al club.
-¿Porqué decidiste salirte de un ámbito al cual perteneciste toda tu vida?
-El fútbol puede ser muy ingrato. En 2018, nos fuimos del club en un momento en que no nos tendríamos que habernos ido, porque había un proceso grandísimo armado que nos había costado horrores armarlo. Después ir a Libertad me hizo crecer en lo mental y cuando quedamos afuera de Libertad, que decido volver a San Francisco hubo posibilidades en San Luis, Mendoza y me costó irme de la ciudad. Yo estuve 20 años afuera de la ciudad en mi etapa como jugador entonces dije que no, y después cayó la pandemia y eso nos perjudicó a un montón de personas incluyéndome a mí. Económicamente en esta categoría no te da para salvarte, te da para vivir, entonces tuve que empezar a buscar los recursos económicos con un trabajo y eso me fue alejando del fútbol. Hubo una parte económica y, además, ese recelo de haberme ido del club cuando no tendría que, los asumí después de Libertad y fue un golpe difícil.
-¿Eras buen carnicero?
-¡Deja! ¡Sabes cómo se reían! Yo soy una persona callada, de perfil muy bajo y es normal que haya carniceros que no supieran quien era. Entonces Néstor, Gonzalo o Pedro, que eran los carniceros en la sede central de la carnicería, en Frontera, se me reían. Empecé a repartir y después a desarmar: pollos, la carne y estaba tres días con un pollo y se me reían. ¿Sabes cómo dejaba los pollos no? ¡Destruidos! Pelaba huesos también... Cuando Néstor abrió la sucursal de Sáenz Peña, ahí era asistente de Carlos y Estefanía, quienes empezaron a enseñarme a hacer las hamburguesas, milanesas y después a atender a la gente. No sabía ni cómo se llamaban los cortes. Me pedían paloma y le decía a los chicos, ¿cuál es la paloma? Fui aprendiendo con videos. Mientras Carlos desarmaba yo lo filmaba y después miraba los videos, pero si el deposta en 10 minutos a mí me llevaba 2 días. La verdad que es un laburo de artesano.
-¿Qué sentís al estar acá de nuevo?
-Sigue siendo lo mismo. Venimos 6.15 de la mañana y nos vamos pasadas las 14. Yo soy feliz estando acá. Más tiempo estoy acá, mejor estoy y esa felicidad no sale dinero. La dirigencia ni peleo conmigo el sueldo. No paso la otra vez, no paso ahora y si vuelvo otra vez, alguna vez, tampoco va a pasar. Ellos saben que estoy a disposición del club y sé que yo no me voy a hacer rico con Sportivo. Es pasión lo que hay. Yo me siento bien acá, mi familia está bien. Ese entorno que yo digo que es un globo, cuando te vas, ves realidades que cuando estas adentro ni percibís, haberme ido de este mundo, me hizo ver otras realidades. Dedicarle mucho tiempo al trabajo y poco tiempo a mi familia, por ejemplo, en mi etapa como jugador y en la primera como entrenador le dedique mucho tiempo a mi profesión, mucho, y ahora me agarra más maduro, se ordenar mejor los tiempos, se ordenar mejor mis días. Yo a las 18 corto y si hay uno que me tiene que llamar es Juan Pablo (Francia, manager de Sportivo) por alguna urgencia, pero sino hasta el otro día a las 6 de la mañana no atiendo.
-Decidiste apagar el celular como forma de vida.
-No tengo celular. Hace cuatro años que no tengo celular. Uso el de mi señora. Me hace bien, me ha aliviado la mente. Miras el Whatsapp para ver si te llegó un mensaje y ni te sonó el teléfono. Y con las redes lo mismo. Las tengo, porqué me las hicieron mis hijos, mi señora, pero no entré nunca. Yo en internet leo los diarios nomás. No le dedico tiempo a las redes sociales, no me interesa porque pienso que no es verdad lo que pasa ahí, es una herramienta que nos ha quitado diálogo, el mirarnos a los ojos, son muchas cosas que nos ha quitado.
-Ahora tus patrones, son Aróstegui y Francia. ¿Es distinto tenerlos a ellos dos como "los dirigentes"?
-Ellos me conocen como soy. A Juan Manuel lo conocía un poco más antes de ser su entrenador, a Juan Pablo lo pude conocer bien cuando fui su técnico. Y cuando me llamaron siempre quise decir que si, el primer día, ellos sabían. La primera reunión fue con ellos dos solos, nadie más, en la casa de Juan Pablo. Y vinieron dos personas, no dos dirigentes. Me preguntaron si estaba bien, se quería volver, si necesitaba volver, que siempre me tuvieron en consideración y vinieron a preguntar si yo estaba bien para hacerme cargo, no si quería ser el entrenador. Y es reconfortante, porque que ex dos jugadores que uno ha dirigido, valoren lo que supimos hacer y que crean que lo podemos hacer nuevo, es reconfortante. Que dos referentes de la ciudad, que nos han dado tantas alegrías a la ciudad, me pregunte primero como personas y luego como dirigentes, me pone muy contento.
-¿Y en tu casa que te dijeron cuando apareció la posibilidad de volver?
-Deja la carnicería y agarra. Todos. Unánime. Sabían de la felicidad que me generaba. Mis viejos, mis hermanos se enteraron más tarde, porque no dije nada. Mis hijos y mi señora me decían: deciles que sí y no importa más nada. Mi señora sabía lo que yo había sufrido cuando me fui del club y mis hijos porque son hinchas del club y querían verme de nuevo acá. Yo les decía que tranquilos, que había que hablar. Fue un secreto guardado durante todo noviembre. En casa lo querían poner en los grupos de WhatsApp de la familia, fue un mes de mucha emoción y ansiedad. Hasta que Néstor un día cayó a la carnicería y me dijo: chau, andate, anda a hablar con Juan que ya está todo arreglado.
Se espera que el Federal A 2023 comience a mediados de marzo. Mientras Giaccone ya trabaja con un grupo de jugadores en el predio de San Cayetano y lo hará con plantel casi completo desde enero en una pretemporada larguísima que le servirá a Ariel para afinar a los interpretes para lograr que la partitura suene como tienen que sonar. A sus 48 años y después de cuatro años fuera del show, Ariel vuelve a escuchar la música que más le gusta: la de la cancha, ese lugar donde el Ariel aprendió lo que es ser feliz.
El papá de Lautaro
Lautaro Giaccone jugando para Ferro Carril Oeste.
Ariel es el padre de Lautaro Giaccone, actual jugador de Rosario Central y que esté año sin lugar en el "canalla" fue cedido a préstamo a Ferro Carril Oeste en la Primera B Nacional. El año de Lautaro, que tuvo un paso meteórico desde las inferiores hasta la Primera de Central, fue muy bueno. Y se dio justo en el club donde su padre se formó como jugador de fútbol. Ariel dice que a pesar de lo similar que puede parecer su carrera con la de su hijo en los inicios él es un padre, no un entrenador y que junto a su señora tratan de guiar a Lautaro como padres. "Le puedo aconsejar en algunas cosas porque me han pasado a mi como jugador, como juvenil. Pero después, las tomas de decisiones dentro de la cancha son de él. Creo que en este último año el logrado convertirse en un profesional para dejar de ser una promesa de jugador, y esos es mérito de él".
"Ir a Ferro hizo despertar todo el cariño que yo le tengo a ese club. Yo pase 9 años en ese
club. Toda mi adolescencia ahí, llegué a los 15 y me fui a los 23. Tenemos un
grupo de Whatsapp con todos los jugadores de Ferro, y cuando Lautaro llegó a
club, activo que esa camada que estuvimos en el club desde las inferiores de ir
a la cancha, verlo, ayudarlo, y lo mimaron y por eso rinde como rinde, entró al
club como si hubiese estado ahí desde los 10 años. Fue para todos en ese grupo
el hijo que queríamos que juegue en Ferro, el Lautaro ha logrado eso. Te digo
Vctor Marchesini, Ratón Ayala, Martín Vitale, de la categoría 72 a la 76 seguimos hablando pero la llegada de Lautaro revivió todos esos años en que fuimos compañeros", cuenta Ariel.
La Scaloneta por Ariel
"Lo que ha conseguido el grupo de entrenadores de la Selección Argentina es que no se siente más que los jugadores, y eso es lo que hay que lograr. Y eso que ellos han jugado mundiales, y han sido cracks jugando a la pelota. Ellos saben que lo más importante son los jugadores y entonces el jugador se siente con mucha confianza. Scaloni no es mala leche. Si saca a uno no es por capricho sino porque necesita las habilidades en ese momento, del otro que va entrar. Ha conseguido esa comunión, esa conexión, entre el titular y el suplente. Pasa como en '86: hay 1 titular y el resto son todos suplentes. Entonces esa idea hace que todos jueguen comprometidos cada vez que les toca. Argentina, a partir de ganar la Copa América, se sacó una mochila enorme. Porque el grupo, que es este, ya estaba y el ganar hizo que los cracks: Messi, Di María y Otamendi puedan limpiar la cabeza, darle algo al futbol argentino y esa tranquilidad hace que el equipo sea distinto. Creo que este cuerpo técnico armó un grupo no un equipo y eso lo estamos viendo".
Un deseo para mañana
"Yo creo que todos queremos que Messi salga campeón. Así ya está. Se terminó, si le falta algo es esto. Para mi es el mejor jugador de la historia, no vi nada igual y yo soy maradoneano. Pero es un fuera de serie. Verlo jugar es emocionante. Y creo que Argentina va a salir campeón del Mundo mañana".