Entrevista
Andrés González, la vida después de los Juegos Olímpicos
Actualmente está alejado de la natación y se enfoca en su carrera profesional y laboral. Los detalles, en esta nota.
Cada vez que llega una nueva edición de los Juegos Olímpicos, los sanfrancisqueños piensan en los coterráneos que participaron de esta prestigiosa competencia y uno de los deportistas que aparece en la mente es el nadador Andrés González, quien compitiera en Beijing 2008. Fue el último atleta nacido en San Francisco que estuvo presente en máxima cita deportiva mundial.
Actualmente, Andrés está alejado de la natación y se enfoca en su carrera profesional y laboral. “Desde 2007 fui a entrenar a Córdoba, hice mi carrera universitaria allá y también trabajaba; después con la pandemia hice un cambio en mi vida y vine a vivir a San Francisco. Actualmente estoy en pareja hace tres años con Agustina, además me recibí de licenciado en Administración, de corredor inmobiliario y hoy en día tengo una inmobiliaria”, contó el exolímpico a POSTA.
“Siempre a todos los Juegos Olímpicos los veo con un especial cariño, es algo que me gusta, que me trae muchos recuerdos. No soy una persona nostálgica pero siempre me trae gratos recuerdos. Me acuerdo de la competencia más que nada por todo el trabajo que hice para llegar ahí, atrás de eso hay muchos torneos y mucha preparación. A pesar de que hoy estoy trabajando, me hago un espacio para ver los Juegos Olímpicos París 2024. Trato de ver siempre el resumen del día”, contó.
Ante la consulta de si sigue nadando, Andrés remarcó entre risas que a la pileta la “saluda sólo en el verano” y que ya no está en contacto como antes. Pero a pesar de todo, el nadador sigue ligado al deporte puesto que hoy está muy “enganchado” con el ciclismo. “Ahora estoy con la bici, me gusta mucho el ciclismo. Varias veces me preguntaron si quería ser entrenador de natación o seguir ligado a la pileta pero no, son ciclos que uno cumple y ese fue uno”, indicó.
Deporte y estudio
González es el claro ejemplo que la educación puede ser un gran complemento para el deporte y un factor clave para el futuro en la vida. En este sentido, el nadador explicó: “La carrera del deporte es muy linda, te da muchas enseñanzas para tu vida profesional, para tu vida laboral pero uno no puede quedarse en eso porque también la vida del deportista es corta. Siempre uno tiene que tener metas de corto, mediano y largo plazo para seguir creciendo en la vida, en todos los ámbitos”.
Choque con titanes
Así como en el Monte Olimpo se decía que estaban los dioses griegos, en la villa olímpica también hay dioses pero en este caso, del deporte. El sanfrancisqueño se topó con Kobe Bryant, Roger Federer, Manu Ginobilli, Rafael Nadal, Lionel Messi, Sergio Agüero, Michael Phelps, entre otros históricos atletas.
“En la villa olímpica te encontrás con muchos genios del deporte como jugadores de la NBA, Lionel Messi, el Kun Agüero, entre otros. Del que más me acuerdo es Manu Ginobilli, es un flor de tipo y se ponía a hablar con cualquier deportista. También me acuerdo mucho de Roger Federer, es un caballero, al igual que Rafael Nadal”, relató Andrés.
La familia, el gran sostén
González sostiene que sin el apoyo incondicional de su familia no hubiera llegado a donde llegó y no hubiera sido la persona en la que se convirtió, tanto en el ámbito deportivo como en el laboral y sentimental. “El acompañamiento de familia es muy importante. Es muy difícil si no contás con ese apoyo. Si no te acompañan es muy difícil llegar a las grandes competencias”, afirmó.
“El acompañamiento no es tanto desde el punto económico, sino desde el punto mental –siguió-. Cuando sos niño o adolescente, a veces, no podés manejarte por tus propios medios, necesitás que te lleven a las competencias, que te acompañen; entonces que la familia esté presente es un factor muy importante”.
Ligado al esfuerzo desde pequeño, Andrés comentó lo duro que fue entrenar para poder llegar a los Juegos Olímpicos, en donde se destacan las horas de sacrificio y los cientos de kilómetros recorridos bajo el agua con sus brazos y piernas. “El entrenamiento previo era muy duro, recuerdo nadar cerca de 120 kilómetros por semana. Hoy esa distancia la hago pedaleando y tomo consciencia de la locura que eso es nadando. Entonces, lo pongo en perspectiva y comprendo que es un gran esfuerzo el que hice para llegar a esa competencia. Terminaba los entrenamientos ‘muerto’ porque además de la natación estaba mucho en el gimnasio”, manifestó.
González forma parte de una lista privilegiada de deportistas locales que han participado en los Juegos Olímpicos, de los cuales podemos remarcar a Ambrosio Aimar (ciclista), Oscar Pezoa (ciclista), Alicia Boscatto (natación) y Daniel Felizia (tiro olímpico). También se puede contar al basquetbolista Roberto Acuña, quien por más que nació en Rafaela, vivió su infancia en San Francisco y participó de la Selección en los Juegos de Río 2016.
Al ser uno de los pocos que fue a tan importante competencia, Andrés admite que la gente lo sigue reconociendo por la calle. “San Francisco es una ciudad chica por lo tanto nos conocemos todos y muchos me reconocen por haber participado en los Juegos Olímpicos, algunos me dicen ‘¡nadador!’ pero yo me lo tomo con mucho humor”, señaló.
Por último, Andrés dejó un mensaje sobre lo que significó ser un deportista olímpico en su vida: “El Olimpismo enseña de fraternidad a nivel mundial, obviamente es una competencia a la que uno va buscando salir primero, pero los valores que inculca es lo más importante. Lo importante es el hermanamiento de los pueblos a través del deporte. Soy muy partidario de esos valores que aprendí y no tanto de la rivalidad y esas cuestiones”.