Entrevista
Alfonsina Badino: “El chico no aprende si no hay amor de por medio”
Pudo haber estudiado otra cosa, de hecho, comenzó la carrera de Nutrición, pero la vocación fue más fuerte. La joven de 23 años eligió dedicarse a la enseñanza: “Soy maestra desde siempre”, confesó. Cuestionamientos, cambios de paradigmas y el rol social de los docentes.
Alfonsina Badino es una joven de 23 años con una vocación que, a pesar de los vientos en contra, supo sostener. Egresada del profesorado de Educación Primaria de la Escuela Normal "Dr. Nicolás Avellaneda", Alfonsina es una de las tantas voces que se alza en defensa de la enseñanza en un momento de cuestionamientos y transformaciones en el ámbito educativo. A punto de debutar en el ciclo lectivo 2025 como auxiliar en el nivel primario del Instituto Pablo VI, una figura que pocos colegios tienen, nos comparte su experiencia, sus desafíos y reflexiones sobre la docencia en la actualidad.
“Ser docente es una vocación que va más allá de cualquier contexto social”, afirma Alfonsina con una seguridad que refleja su compromiso. Para ella, la enseñanza es más que transmitir conocimientos. Es un compromiso, un desafío que asume con ella misma y con los otros. En su mirada, el rol de un educador no debe reducirse a lo académico, sino a ser una figura humana que aporta al crecimiento emocional y social de los estudiantes.
De la Nutrición a la docencia: una vocación que no se olvida
Pudo haber seguido el camino de la Abogacía o la Psicología, de hecho, comenzó la carrera de Nutrición, pero pronto comprendió que ese no era su destino. “Empecé Nutrición en Córdoba, pero me di cuenta que no tenía nada que ver conmigo. Abandoné la carrera y dije ‘quiero ser maestra’”, recuerda. La decisión fue firme y no le costó más que un semestre darse cuenta de que su verdadera pasión era la enseñanza.
La decisión de Alfonsina se dio en un contexto donde la docencia no parece ser la opción más atractiva para la mayoría de los jóvenes. Ella misma lo vivió en carne propia en su adolescencia. “Me decían que la carrera docente está desprestigiada, pero creo que se subestima. Se ve como una tarea fácil y no lo es”.
- ¿Cuál es el desafío para el nuevo ciclo lectivo, en tu caso, que empiezas a ejercer?
Me gusta el puesto que me tocó para empezar porque puedo rotar por los diferentes grados y puedo ir aprendiendo un poquito de cada ‘seño’ y de los chicos por sus distintas edades. Si bien durante las prácticas nosotros aprendemos porque nos van rotando de aulas, no es lo mismo ya estar con un título donde ya se confía plenamente en tu saber. Creo que voy a poder aprender mucho, mucho más que estando solamente en un aula.
- ¿Qué hace un auxiliar de primaria?
Se encarga de cubrir en situaciones donde faltan docentes, como si fuese una suplencia, pero es como una suplencia permanente. O sea, yo soy una suplente en el caso de todos los grados. Cumplo el horario de docente, igual que las otras chicas, solamente que yo me ocupo de cubrir ‘huecos’ o bien de ayudar en el caso de que sea necesario. Cuando la actividad demanda a otro adulto dentro del aula, yo tengo que estar ahí ayudándole a seguir. Pero voy rotando por todas las aulas.
- ¿Por qué elegiste la carrera docente?
Siempre digo que yo soy maestra desde siempre. Siempre me gustó la docencia.
- ¿Cuáles creés que son las cualidades que tiene que tener un docente para estar al frente de un aula?
Paciencia, empatía, también priorizar mucho el vínculo con los estudiantes porque no es solamente ‘vengo, doy clases y me voy’. El chico no aprende si no hay amor de por medio, una mirada o una preocupación hacia él. Hay situaciones que traen; y si un niño no está bien, no va a aprender. Es bueno que confíen en el docente como un referente por si necesitan algo más allá de sus padres, de su familia.
- ¿Cómo es la formación de un docente hoy? Porque ese docente forma, a su vez, a un estudiante que, cuando termine el trayecto educativo en doce años, va a estar en un mundo desconocido.
Sí, tenemos que capacitarnos todo el tiempo porque obviamente el mundo va cambiando. Los chicos no son los mismos que eran antes, años atrás. La tecnología está muy incorporada y si bien hay que incluirla, por otro lado también está bueno que salgan un poco de las pantallas. Hay que abrirse al mundo de lo nuevo, pero también volver un poco a lo que son los cuentos, los libros para que los chicos puedan conocer otra parte del mundo. No solo aprendemos de las capacitaciones, también aprendemos de los estudiantes, por eso hay que escucharlos.
- Y en ese mundo tan bombardeado por la tecnología, ¿cómo hace el maestro para fomentar la creatividad?
Es importante que el chico sea creativo, pero no es una tarea tan fácil. Yo creo que se logra incorporando la lectura, trayendo al aula propuestas innovadoras, así los niños siempre aprenderán. Capaz, una caja forrada con colores y le decimos que es una caja de recuerdos, ya la vemos diferente a una simple caja. No podemos ignorar la tecnología, pero si toda esa información es pensada desde la creatividad de cada estudiante, puede transformarse en algo más.
- Como docente, ¿cómo ves la educación hoy en nuestro país?
Creo que está un poco desgastada y desprestigiado el rol del docente. Todos los que en su vida tuvieron a un maestro, saben de su dedicación y vocación a pesar de todo.
- Y ante esta realidad, ¿cómo es el vínculo con la familia?
Siempre es muy importante la relación escuela-familia. Es bueno que se sigan haciendo reuniones de padres, involucrar a la familia en la educación del chico. Si los padres no se involucran, los chicos no logran un desempeño óptimo.
- ¿Te pasó que durante el profesorado muchos compañeros tuyos abandonaran la carrera, por desmotivación?
Sí, nosotros empezamos 60 y terminamos 13, de los cuales, 8 habían empezado la carrera conmigo, los otros venían de años anteriores. Hay materias que son como trabas o filtros, que generan por ahí una desmotivación, mucha gente deja por eso, pero también hay mucha falta de compromiso por parte de algunos estudiantes. Se exige y no se responde.
- Cuando se habla de la crisis de la escuela, casi siempre se evocan motivos económicos, bajo presupuesto, caída general de la economía, salarios malos, etc…
Sí, la docencia está desprestigiada por diferentes puntos. Yo creo que está desprestigiada porque la misma sociedad es la que la desprestigia. Es como que no le dan la importancia suficiente que tiene que tener.
- ¿Cuál es tu meta como educadora?
Yo quiero aprender más y poder llevar a cabo bien mi trabajo, que los chicos aprendan y poder dar lo mejor en mí. Creo que por el momento es eso, seguir perfeccionándome y seguir aprendiendo, y ver hacia dónde me lleva.
- ¿Qué consejo le darías a un joven como vos que está pensando en ser docente?
Que es lindo, que es una carrera linda, no es extremadamente difícil, si uno tiene el compromiso y las ganas de hacerla. Los horarios por ahí sí son algo duros, porque se cursa de noche. También existe la posibilidad de trabajar mientras uno cursa la carrera; ahora está la bimodalidad (virtual y presencial) y los horarios son más acotados, entonces eso también está bueno. Yo me recibí con compañeras que tienen hijos, que trabajan y estudiaban por la noche, las admiro mucho por su esfuerzo. Si hay ganas, se puede.
- ¿Qué aptitudes no le pueden faltar a un docente, además de la vocación?
Ganas de aprender, innovación, entusiasmo, tratar de estar siempre para el alumno. Somos humanos, los chicos tienen que saber que no siempre vamos a estar de buen humor, pero hay que tratar de dejar los problemas afuera del aula, porque somos adultos, podemos controlarlo y los chicos nos necesitan bien para poder aprender.