Sociedad
Ya se inscribieron 250 personas para participar de la adoración perpetua
Estiman que en noviembre volverá a funcional la capilla de adoración perpetua en la Catedral.
En el marco de las actividades previstas para lograr la reapertura de la capilla de adoración perpetua, en dependencias de la Catedral de San Francisco, se viene desarrollando con gran éxito la convocatoria de adoradores lanzada por la Iglesia católica.
En este caso, hasta el momento, unas 250 personas se inscribieron para realizar esta tarea lo que implica un éxito que podría empezar a funcionar en los primeros días de noviembre.
La capilla de adoración perpetua había sido inaugurada en 2011, con motivo de la celebración de los 50 años de la diócesis de San Francisco, y funcionó de manera ininterrumpida hasta que, en 2020, por la pandemia de Covid 19, la Iglesia decidió que se cerraran sus puertas.
La finalidad de la capilla de adoración perpetua apunta a buscar que Jesús sea adorado. Para ello, los fieles adoradores comparten en la capilla un momento de oración. En este caso, cada persona inscripta como adorador asume el compromiso de destinar una hora por semana a la oración en la capilla y de esa manera, que pueda permanecer abierta de lunes a sábados, de 7 a 21.
A partir de la novena a San Francisco de Asís se consideró que este era el momento más conveniente para impulsar su reapertura, con una serie de actividades que se vinieron cumpliendo en los últimos días en el marco de la denominada Misión Eucarística que contó con el apoyo de Sebastián y Julio, dos laicos pertenecientes a la Asociación Misionera Eucarística quienes desarrollaron encuentros en cada una de las parroquias de la ciudad, con adoración eucarística.
El párroco de la Iglesia Catedral, Gustavo Zaninetti, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO recordó que el sábado 30 de septiembre pasado “se vivió un momento muy intenso de adoración junto a los jóvenes quienes formaron parte de una hora santa que se concretó en la explanada de la Catedral”.
Con todo esto “estamos preparando la reapertura de la capilla, convocando a nuevos adoradores que participarán en la actividad de este espacio de oración. Igualmente, estamos conformando el equipo que va a quedar a cargo de la capilla”, explicó el sacerdote y estimó que en los primeros días de noviembre la capilla se encuentre en pleno funcionamiento.
“En estos días los misioneros invitaban a la gente a inscribirse como adoradores para cubrir un turno. Hasta ahora se inscribieron 250 personas procedentes de todas las parroquias de la ciudad”, agregó.
Ante semejante respuesta de los fieles, Zaninetti dijo sentirse “muy contento” ya que “veíamos que íbamos a tener buena respuesta porque la gente preguntaba mucho por la capilla” y, a la luz del resultado obtenido, “nos sentimos muy gratificados”.
“Ahora, junto al equipo conformado, nos queda la tarea de preparar la reapertura, confirmando a los adoradores el horario en el que se inscribieron, organizar los turnos, el cronograma y poder explicar de qué se trata la adoración”.
El cura aclaró que adorador “puede ser cualquier bautizado que tenga fe en la Eucaristía. Toda persona que reza un momento frente al sagrario en la Iglesia es un adorador, así como también aquel que recibe a Cristo a través de la eucaristía”.
En este contexto, el padre Zaninetti señaló que la adoración en la vida cristiana “tiene mucha importancia” al punto del que a través de ella “se reconoce que Dios es Dios, y los hombres somos hijos suyos hechos a su imagen y semejanza”.
Además, los cristianos reconocemos a través de la adoración la presencia plena de Jesús resucitado, como hijo de Dios hecho hombre y que se manifiesta a través de la Eucaristía, bajo la humilde apariencia del pan”, siguió.
“Los católicos reconocemos eso, la fe nos dice eso y por eso entendemos la adoración como un acto de amor, entrega y humildad de reconocer a Jesús vivo en su humilde esencia en la Eucaristía que representa que el Señor ha resucitado”, expresó.