Walter Bazán: “Siempre fui un niño”
Walter Bazán es un escultor de la ciudad que viene de exhibir sus trabajos de arte objeto maquetería en muestras en el Teatrillo Municipal y la Tecnoteca. Miembro de una generación de artistas de diferentes rubros que actualmente encuentran nuevos espacios para manifestarse, dialogó con POSTA sobre su obra.
La vida de Walter incluye varias vidas. El arte de Walter incluye varios artes. Pero se puede encontrar un punto de quiebre en su biografía en la segunda mitad de los años noventa. Por entonces fue cuando conoció a Edmundo Paviolo, carpintero y tallador. Con él aprendió sobre estos oficios, sobre la madera, vetas y sus aliados para encontrarle vida: escuadras, gubias, fresas.
"Soy autodidacta, aprendiz, improvisador y sin título. Los trabajos o lo trabajado es sin máquinas, a manos y con herramientas".
Nacido en plena dictadura, un 2 de agosto de 1978 en San Miguel de Tucumán, con apellido biológico Herrera, fue dejado por sus padres en circunstancias que aún está trabajando por esclarecer. Se crió al cuidado de monjas de la Inmaculada Concepción en un orfanato, el Instituto de Puericultura Alfredo Guzmán. La familia Valquinta Bazán lo adoptó y lo trajo a nuestra ciudad en abril de 1983.
El arte le llega desde siempre, por algunas (muchas) vetas que lo recorren, como a la madera: el canto, la música, el dibujo. Integró elencos y compartió actividades con diferentes artistas locales que actualmente también siguen dándole vuelo cultural a la ciudad, desde el rock, el teatro, la pintura y la escultura.
"Siempre estuve cerca del arte -manifestó-. Siempre digo que haría de todo o casi todo en arte, pero no se puede. De todas maneras, a mediados y finales de los noventa estuve en algunas movidas artísticas locales y zonales. Después me paré, formé familia, esperé, me molesté y me alegré con este tiempo, esta oportunidad, en la que al arte se le da más importancia. Antes no era fácil, fue mutando".
Luego de su formación en carpintería, desde hace unos tres a cuatro años empezó a incursionar en el arte objeto. Así se dieron sus primeras exposiciones.
"Mis últimas muestras fueron hechas de forma puramente creativa, ingeniosa y original. Posiblemente la mayoría de estas obras no se vean en muchos lados, y se refieren a lo real, de algún lugar, pero pueden ser también un lugar de tu imaginación, al que te acercás y atraviesas. Sobre todo algo místico: es como algo que se encuentra del pasado pero también del futuro", explicó.
Asimismo, al analizar su proceso creativo, contó: "Soy autodidacta, aprendiz, improvisador y sin título. Los trabajos o lo trabajado es sin máquinas, a manos y con herramientas. Arranqué con el oficio sobre madera solo, siempre me tiré más para el lado de la madera. Trabajé en empresas referidas a la madera. Aprendí el oficio en carpintería, sobre muebles y restauración".
"Posiblemente la mayoría de estas obras no se vean en muchos lados, y se refieren a lo real, de algún lugar, pero pueden ser también un lugar de tu imaginación"
La salida a la calle
Su primera muestra se dio en 2022, en el Teatrillo Municipal. "Esta exposición se dio gracias a Damián Ontivero, que es uno de los artistas de una camada con la que nos relacionamos desde la segunda mitad de los noventa, gente de artes plásticas, teatro, literatura y música. Participamos un grupo de artistas, uno de ellos Juan Trombotto, con quien estuvimos también en una muestra más reciente, en Tecnoteca".
Las piezas toman forma en su casa, donde tiene un espacio reservado para trabajar con calma y paciencia. "No uso máquinas, ni siquiera caladora. Todo lo que hago es a mano, con herramientas como serrucho, sierra, martillo, y esfuerzo e imaginación, que por suerte siempre tuve", dijo.
Algunas obras, como el "Barco del Diluvio", una de las más impactantes de su lista, pueden demandarle alrededor de un mes de trabajo, pero no lleva un registro detallado de ese proceso. Son obras que empiezan y terminan a su propio ritmo. "Soy muy práctico -aseguró Bazán-. Trabajo con paciencia, para que las obras tomen la forma que quiero. Mi vida es así. Siempre fui un niño, me saqué lo material de encima, no me lleva vivir de esa forma. El arte refleja un poco eso".
Esto explica que tampoco atesora con celo sus propias obras. "Regalé bastantes trabajos -confesó-. Sobre todo de joven. Trabajos como un cofre en madera, que dejé en la iglesia, también una cruz tallada. Si puedo venderlas, mejor, así no acumulo. Duele pero me tengo que desprender porque también tengo que comer. Pero lo cierto es que regalé infinidades de trabajos, aun siendo consciente del valor que tenían".
"Se vienen varios eventos en la ciudad, que está muy movida y me gusta".
Próximos pasos
Agradecido por la mayor disponibilidad de espacios para exponer sus trabajos, y del público dispuesto a asistir y acompañar las muestras, recalcó: "Un poco entre todos podemos seguir colaborando con el arte y los artistas. Tener una obra, un trabajo o lo que sea referido al arte, en la casa o donde sea, es un tesoro para ese lugar".
Y anticipó que se están organizando nuevas muestras con su participación: "Se vienen varios eventos en la ciudad, que está muy movida y me gusta. Se viene una exposición nueva en breve en el Centro Cultural. Con artistas de acá y la zona. También organizada por Damián Ontivero, para la segunda mitad de año. Para mí es una satisfacción, porque quiero servir, quiero andar".