Viviana Tórtolo: “Estoy para nuevos desafíos”
Jubilación, pasividad, retiro... palabras que evocan el fin de la vida activa de una persona. Los tiempos cambian con sus posibilidades y límites ambiguos. Los significados se construyen y resignifican.Viviana Tórtolo se jubiló el año pasado como profesora en Historia en varios colegios de la ciudad. Atravesando esta nueva etapa de su vida, la ex docente aseguró a Posta que se encuentra muy vital y con ganas de encarar nuevos proyectos.
Por María Laura Ferrero l LVSJ
"Todo concluye al fin, nada puede escapar. Todo tiene un final, todo termina", comienza la canción "Presente" de la banda Vox Dei, que se hizo muy popular con la película argentina "Tango Feroz". Para muchas personas llegar al final de su carrera laboral o profesional provoca muchos miedos y un enorme vacío que no saben cómo llenarlo. En cambio, para otros representa un nuevo despertar y la posibilidad de encarar proyectos que estaban postergados y recomenzar, planificar una vida sin horarios y con la experiencia adquirida a lo largo de los años.
En el segundo grupo, se encuentra Viviana Tórtolo, la querida, reconocida y respetada profesora de Historia, que el pasado 6 de marzo cumplió 58 años y que en junio del 2022 se jubiló dejando su huella en los alumnos, colegas e instituciones que transitó.
Atravesando una nueva etapa en su vida, la ex profe asegura que se siente muy vital y con mucha energía: "En esta nueva parte de mi vida estoy para nuevos desafíos"
Para hacer esta entrevista nos esperó en el quincho, lugar que considera el "corazón" de su casa y que, como ella, es cálido y acogedor. Se prendió el grabador de voz y empezó a contar la historia de su vida. Cuando apenas se recibió, las ganas de ser docente hicieron que buscara nuevos horizontes y se marchara por unos años de su San Francisco natal para vivenciar su profesión desde otros sentidos y perspectivas, enfocada en la Patagonia de sus sueños.
"Me recibí de profesora de Historia en lo que era en ese momento el Instituto Superior del Profesorado Inmaculada Concepción. Inmediatamente tuve mí título y me subí a un colectivo. Me fui a hacer carrera al sur ... a mi amada Patagonia. De acá salí a la deriva, pero llegué a la ciudad de Sierra Grande casualmente y ahí me quedé durante diez años, donde ejercí la carrera docente y me hice un grupos de amigos que son mis hermanos con los que hoy todavía mantengo el contacto", recordó Viviana.
"Yo me fui en 1988, en esa época estaba en plena expansión el proyecto del traslado de la capital de Buenos Aires a Viedma. En mi viaje tuve un alto en esa ciudad para quedarme, pero no era mi idea de destino. Ahí estuve solamente unas horas y me ofrecieron un cargo en Sierra Grande", agregó.
Según su propio relato, en ese lugar vivenció la Patagonia profunda, sinónimo de soledad y paisajes agrestes e interminables. "En esa ciudad conocí a mi marido y tuve a mis tres hijas. Magalí y Agostina nacieron en Sierra Grande y Macarena nació en Puerto Madryn, debido a que la situación había cambiado y la localidad empezaba a vivir el deterioro de las fuentes laborales", apuntó.
Volver al pago
El cierre de la mina donde trabajaba su esposo generó la posibilidad de regresar al pago. "Él se vino un año antes a trabajar con mi familia y yo quedé con las tres niñas, un año más allá. Volví cuando Magali cumplía 6 años y empezaba la escuela primaria", indicó.
"Empecé de cero, no había manera de enganchar un traslado y tuve que arrancar en base a mi puntaje logrado con constante perfeccionamiento. Comencé a recorrer las escuelas para reinsertarme y mi sueño era volver a mi querida Escuela Normal, que era la escuela de mi barrio", relató.
Tras hacer suplencias y cubrir horarios en escuelas de la región, Tórtolo finalmente logró la titularidad de sus horas y concentró su trabajo en el Colegio Superior San Martín, el IPET N° 50 Emilio Olmos y en la Escuela Normal Superior Dr. Nicolás Avellaneda.
"Con trabajo, estudio y mucha perseverancia logré ingresar a estos establecimientos, que fueron los que me cobijaron en toda mi carrera", afirmó.
En estos centros educativos fue un estandarte de la defensa de la Educación Pública de calidad para todos sus estudiantes. En sus clases se apasionaba y trataba de trasmitir eso mismo a sus alumnos. También, muy valorada por su colegas por la forma de trabajar en equipo bajo un proyecto en común.
Su último desafío en la docencia fue adaptarse a la virtualidad durante la pandemia. "Si bien fue muy dura la pandemia también tuve la manera de seguir formándome en otros campos como el tecnológico, de instrumentar otras maneras de enseñar y de aprender a compartir la búsqueda de nuevos caminos alternativos ante las dificultades. Para mí fue muy enriquecedor, así que lo tomo como algo positivo", precisó.
Nueva etapa
Viviana tomó su jubilación como una nueva etapa y se plantea desafíos que la ponen a prueba como cuando comenzó su carrera docente.
"La primera mañana que abrí los ojos sin el despertador, me planteé cómo seguir. A partir de ahora, no hay un único camino, no hay mandatos, no hay horarios, no hay autoridades ni nadie que te exija algo", reflexionó la docente jubilada. Y continuó: "Agarré una hoja y escribí lo que era importante a partir de ahora. Me ordené la parte física porque evidentemente en la carrera docente te afecta ciertas partes del cuerpo que hay que restaurar como las cervicales, hombros, piernas y la voz, entre otros. Buscar el equilibrio físico siempre es lo más fácil porque el recorrido de los emocional, es mucho más largo".
En esa planificación se dio tiempo para replantearse mandatos, dedicarse a meditar, a estar en silencio, recuperar relaciones, y estar más presentes con los suyos. También les otorgó un lugar importante a los viajes, interiores y de los otros, territoriales. "Los docentes siempre estamos atrapados por los tiempos (temporadas altas de turismo) y los sueldos, pero busqué la forma de poder hacerlo", afirmó.
"Arranqué en enero con un viaje a mi Patagonia en moto con mi marido. Después, me fui a México por primera vez a ver a mis hijas que hace varios años viven allí. También me fui a ver amigos a Entre Ríos y Alta Gracia. También es más asiduo poder ir a visitar a mi hija mayor a Villa María para disfrutar de mis nietas. Lo que más placer me da es que no tengo que volver el lunes para ir a trabajar. Esa sensación de que uno puede relajarse un poco más y tomarse el tiempo que antes uno no podía por responsabilidad, es fantástico", finalizó.
Explorar sus límites
Viviana reconoce que se siente vital y con mucha energía para continuar haciendo cosas y explorar nuevas dimensiones.
En su carrera siempre fue muy racional e intelectual, pero en esta nueva etapa decidió probarse desde lo físico. El año pasado realizó un viaje que puso a prueba ese desafío y logró obtener las respuestas que buscaba.
"Hice un viaje a la Patagonia, pero esta vez sola para cerrar mi carrera como la había empezado. Por fui al Chaltén a escalar y hacer un viaje en soledad a pesar de estar acompañada por otras personas que no eran de mi círculo íntimo", contó muy orgullosa.
"Y la verdad que el resultado fue entender que tenía más libertad de lo que aún pensaba y más margen físico de lo que creía y por supuesto, más proyectos por hacer", finalizó.
Nuevos proyectos
Viviana sostiene que "con la jubilación no es que se termina la vida, sino que se pueden concretar un montón de sueños que antes por las responsabilidades y horarios eran imposibles".
Entre sus nuevos proyectos, Tórtolo contó que se reunió con un grupo de ex alumnos para armar un proyecto que involucrará a toda la ciudad. "Ellos vinieron y me presentaron la idea y decidí acompañarlos porque me interesó el equipo de trabajo que se generó alrededor de esta iniciativa", sostuvo.
"Estoy muy involucrada porque tiene que ver con volver a las raíces. Se desarrollará en el plano de lo gastronómico y está vinculado con nuestra propia identidad, la cultura y el disfrute de las comidas y las relaciones que se tejen alrededor de ellas", adelantó la profe.
Afirmó que no puede dar más precisiones, pero indicó que será algo que involucrará a todos los sanfrancisqueños. "Se viene algo muy lindo y creativo que nos va a desafiar como comunidad, como polo cultural. Estoy muy contenta que en esta etapa de mi vida yo pueda ser parte de esto y devolverle a mi ciudad, algo de lo recibido", finalizó.