Salud infantil
Verdades y mentiras sobre el frío y los niños
“No camines descalzo porque te vas a enfermar”, “tomó frío y se agarró una neumonía”. Existen muchos mitos en torno a la salud de los chicos y el frío. En la nota, la pediatra Verónica Pepino brinda información sobre el tema.
Por Isabel Fernández|LVSJ
Cuando hace frío surgen infinidad de comentarios, muchos de ellos exentos de evidencia científica que corren como la pólvora de casa en casa. “No camines descalzo porque te vas a enfermar”, “tomó frío y se agarró una neumonía”, son algunas de las frases que escuchamos.
La médica pediatra Verónica Pepino, vicedirectora del Hospital “J. B. Iturraspe” y parte del equipo del Sanatorio y Clínica San Justo aclaró en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO las verdades y mentiras sobre el frío y la salud de los chicos.
- “No camines descalzo, por Dios, que te vas a resfriar”
Caminar descalzo no hace que te resfríes más fácilmente, no. Los virus no entran por los pies, los catarros no se agarran del suelo. Nuestros hijos se resfrían al estar en contacto con otros niños que a su vez están resfriados, las infecciones respiratorias, catarros, gripes y resfriados comunes se transmiten de persona a persona a través de las gotitas de saliva que emitimos al hablar o a través de nuestras manos. Es importantísimo educar a nuestros hijos en buenos hábitos: lavado de manos, usar pañuelos de papel desechables, toser y estornudar sobre el codo y no sobre la mano.
- “Ayer salió al recreo sin abrigo y…. ya está resfriado”
Los niños no se enferman por salir al recreo sin el abrigo. Otra cosa es estar a muy bajas temperaturas durante horas sin el abrigo adecuado. Los niños enferman justamente dentro de las aulas donde se concentran 25 pequeños de los cuales la mitad están con mocos, tosiendo y estornudando.
- Entonces, ¿el frío trae más infecciones?
Sí, durante la época del invierno hay más infecciones respiratorias. Se juntan varios factores: por un lado las bajadas de temperaturas hacen que proliferen más determinados virus catarrales, la gente se contagia más y por consiguiente los virus circulan a sus anchas con mucha más libertad y en mayor número que en verano. Además, la gripe que es una enfermedad estacional, toca a nuestra puerta en torno al mes de abril y no termina de irse hasta que termine el invierno. Pero además en invierno pasamos más tiempo en sitios cerrados, rodeados de más gente que en verano y menos ventilados. Esto facilita la propagación de los virus. Y por otro lado las bajas temperaturas hacen que los cilios, esos pelitos que tenemos en nariz y en vías respiratorias y que sirven de filtro, funcionen de una forma más perezosa por lo que es más probable que algún virus se les escape y termine en un resfriado común.
- “¿Qué hay de cierto en que es mejor que los niños tengan más capas de ropa? ¿Varias capas o abrigo grueso?”
Para combatir el frío lo ideal es poner capa sobre capa, mejor que una sola, aunque sea muy gruesa. Ahora bien, de ahí a envolverlos como si fuesen cebollas, tampoco. Los niños tienen la misma temperatura de los adultos, ni más ni menos. Es más, ellos se mueven mucho más que nosotros y entran en calor mucho más fácilmente que nosotros. Es importante resaltar que la parte del cuerpo por la que perdemos más calor es la cabeza, sobre todo los niños. Los niños cuanto más pequeños son, más grande tienen la cabeza en comparación con el resto del cuerpo. Es por ello que, en esta época, una buena medida antes de salir de casa es ponerles un buen gorro. Los guantes y un buen calzado ayudan mucho para mantener el calor corporal.
– Claro, sudó haciendo deporte y como hacía tanto frío, se agarró una neumonia.
Error. No, la neumonía no se agarra porque nuestro sudor se congele a dos grados bajo cero, no. La neumonía es una enfermedad infecciosa, vírica o bacteriana que se contagia fundamentalmente por contacto directo con otra persona. Como tampoco se resfría un bebé por destaparse por la noche, ni tampoco un niño mayorcito por sudar mientras duerme a temperatura adecuada. Y ya saben del “principio de neumonía” ¿no? Ni principio ni final, o se tiene o no se tiene. En medicina los principios de neumonía bronquitis no existen o la tenemos o no.
– “Siempre igual, en cuanto está en contacto con la corriente de aire, el peque se resfría”.
Siento desilusionarlos pero tampoco. Las corrientes de aire no traen flotando los bichos. De nuevo son las demás personas las que los traen en sus manos o en las gotitas de saliva.
– “Que no se te olvide secarle el pelo con el secador porque si no la nena se resfría”.
Tampoco, no. Puede que pase más frío, pero los virus nada tienen que ver con el pelo húmedo. Si los distintos virus ya están instalados en nuestro cuerpo, el secador no les va a hacer nada.
– “Un juguito de naranja todas las mañanas para evitar los resfriados”.
El jugo no sube las defensas aunque sea rico en Vitamina C. Como tampoco las suben los jarabes, pastillas, vitaminas u otros remedios caseros.
- “No vacuno más a mi hijo contra la gripe. El año que lo vacuné tuvo una gripe malísima y lo mismo me ocurrió a mí”.
Mito. Es médicamente imposible que la vacuna de la gripe transmita la enfermedad. Imposible.
– “Me dijeron que mi hijo tenía un resfriado, luego una gripe, y hasta que no le dieron el antibiótico no mejoró”.
Los virus ya sean gripales, catarrales o bronquiales no se tratan con antibióticos. No mejoran y en ocasiones pueden empeorar. No nos cansaremos de decirlo. Debemos hacer un uso responsable de los antibióticos.La resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud pública mundial que genera miles de muertes al año en todo el mundo. Si es una gripe, si es un resfrío común no precisa antibióticos. Solo si tras una semana los síntomas no mejoran, si el estado general empeora o persiste fiebre y malestar pasados unos días es cuando hay que sospechar que quizá se trate de una infección bacteriana, en ese caso debemos consultar de nuevo con el pediatra.