"Ver esta obra es un motivo para seguir"

El Hogar Diehl de Sienra es un verdadero refugio para los adultos mayores, posible gracias a Josefina Diehl de Sienra, quien donó el terreno donde se erige el edificio municipal. Este lugar ha cumplido tres décadas de existencia, y sus familiares se hicieron presentes. “Es un orgullo y un honor que esté vivo el deseo de nuestra tía”, expresaron familiares.

Treinta años pasaron desde aquel día en que se inauguró este refugio de amor y contención para  personas que atraviesan la última etapa de su vida. Ubicado camino a Plaza San Francisco, el edificio se encuentra en un gran predio que incluye el vivero municipal y una antigua casa abandonada, parte de la historia del lugar.

Precisamente, esa casa pertenecía a Josefina Diehl de Sienra, quien, tras la muerte de su esposo Adolfo Sienra, decidió dejar el lugar por una fuerte depresión, pero no se detuvo y siguió dando afecto: donó los terrenos a la municipalidad de San Francisco para que construyera allí un hogar de ancianos. Puso como fecha límite 20 años para su utilización y tuvieron que pasar 15 para que finalmente se concretara la obra, su voluntad.

El pasado 20 de mayo, el hogar conmemoró su 30º aniversario y de los festejos participaron autoridades municipales encabezadas por el intendente Damián Bernarte, enfermeras, colaboradores y las hermanas del Hogar. También asistió Carlos Alberto Balkenende, sobrino de Rosa Salomé Diehl, hermana de Josefina, acompañado de su hija Ivana.

Más allá de la donación de los terrenos, los familiares siguieron visitando el hogar. “Hay una prima de mi papá en Río Cuarto, que es sobrina de Josefina, y aún tenemos relación con ella y su hija”, contó Ivana a LA VOZ DE SAN JUSTO. 

Tras una conversación con su prima Verónica, decidió visitar el lugar: “Cuando llegué con mi hermano y mi papá, apenas pisamos este lugar, volvieron a mí recuerdos de mi niñez cuando íbamos de visitas junto a mis abuelos maternos”.

“Los deseos de la tía Josefina fueron concretados”

Carlos recordó: “El día de la inauguración del Hogar Diehl de Sienra mi papá fue con su prima de Río Cuarto y su familia. Al tiempo, él llevó algunos de los cuadros de la casa de doña Josefina al hogar y hoy se pueden ver en los pasillos”, narró Ivana.

“Al llegar al lugar nos permitieron recorrer las instalaciones. Mi papá saludó a mucha gente y pudimos observar que los deseos de la tía Josefina fueron concretados. Josefina era una persona alegre, divertida y muy solidaria, siempre que podía, ayudaba a los ancianos con alimentos y remedios.”

“Nos llenó de emoción estar en ese lugar, sentimos una energía muy linda. También nos sorprendió ver la casita que habitaron Josefina y Adolfo, que hoy está deshabitada”, siguió Ivana. “El hogar es un lugar hermoso, donde se siente el amor. Los abuelos están muy bien cuidados y nos llenó de orgullo verlo. Ver esta obra es un motivo para seguir”, agregó.

Un lugar con historia

El origen del hogar se remonta a 1979, cuando Josefina Diehl de Sienra donó 26 hectáreas de terreno a la municipalidad para la construcción de un hogar de ancianos. En 1994, finalmente se concretó la primera etapa de la construcción del hogar, habilitándolo para prestar sus servicios. Actualmente, residen allí 30 hombres y mujeres adultos mayores, pero más de 300 personas vivieron en el lugar durante sus tres décadas de existencia.

El municipio y la Congregación San Carlos Borromeo comparten la administración del Hogar Diehl de Sienra. El Estado municipal ha llevado adelante importantes reformas y sostenido el lugar a lo largo de los años. 

El personal está conformado por un equipo de cocineras, enfermeras, auxiliares y técnicos que asumen la función social, junto al director médico, doctor Emanuel Vescovi, y la directora de la congregación, hermana Bridget, quien junto a las hermanas Ana y Mari ponen toda su dedicación y entrega incondicional.