Economía
Ventas de invierno, las “peores” desde la pandemia
Aunque el Día del Padre fue una fecha clave, junio es de los peores meses de invierno para los comercios.
Un informe sobre el consumo de Pymes minoristas cordobesas en el marco de Coyuntura de la Actividad Comercial de la Federación Comercial de Córdoba, demostró que bajó un 3,2 % en junio, a pesar de fechas claves como el Día del Padre.
El estudio realizado sobre 11 rubros detalló que el único que acusó resultado positivo fue el de perfumería y cosmética, que tuvo un alza del 5,3 %.
Los 10 restantes resultaron en baja, entre ellos la categoría de muebles y decoración, -4,9 %; alimentos y bebidas -4,3 %; neumáticos y repuestos -4,1 %; indumentaria -4,0 %; ferretería, materiales eléctricos y materiales para la construcción -3,5 %; electrodomésticos y artículos electrónicos -2,8 %.
El rubro indumentaria es de los más castigados y esto se debe a múltiples factores entre ellos, el climático que no permitió hacer grandes inversiones por parte de los vecinos, los cuales se refugiaron en temporadas pasadas y eso obligó a las tiendas a inventar promociones o liquidar en pleno julio.
De hecho, los vendedores argumentan que este “corrimiento” de temporada afecta la que viene ya que seguramente, cuando tenga que empezar la venta de la colección primavera/verano, habrá días fríos y sufrirán como ahora.
Con un contexto inflacionario galopante, competencia directa de las marcas que venden y el clima; para algunos ya es de las peores temporadas desde la pandemia de coronavirus y aún no terminó.
En palabras de Ariel Morano de Vamos al Centro, “es difícil precisar cómo fue la temporada por qué aún no tenemos números finales, pero podemos anticipar que es de las peores que recordamos a excepción de lo que vivimos en pandemia. El clima viene generando escalofríos a más de un comerciante, sensación para la cual no necesariamente hay que estar en un ambiente frío, se puede sentir igual ese tipo de temblores, aunque hago referencia a temblores comerciales en estos momentos”.
“Este mes, los aguinaldos, las vacaciones y las estrategias que formulen cada uno de los comerciantes va a definir o mejor dicho aminorar la caída que sufrió durante la temporada, las promociones, la venta online al resto del país, las acciones con los pares, eventos, sorteos, serán la clave”, remarcó.
Rita, otro de los miembros de Vamos al Centro y referente de la Zona Norte de la ciudad, confió a LA VOZ DE SAN JUSTO que “el clima que tenemos es inesperado y afecta totalmente a la venta del rubro indumentaria. Uno, porque la gente compra por necesidad y en este caso los niños que son los que más compran ropa nueva, están utilizando la del año anterior. Segundo, como mujer, lo que compras lo queres estrenar y con este tiempo, no se puede usar y por último. También, la gente no se endeuda más para comprar ropa porque las tarjetas de crédito están agotadas y el frío nos jugó una mala pasada”.
“Tuvimos una sola semana fría e importante, la del Día del Padre y en la que por suerte, por gusto o necesidad muchos se inclinaron a productos textiles. Sabíamos que la temporada podía ser corta pero nunca imaginamos que podía ser tan corta. Hace unos años nuestros proveedores nos presentan las colecciones con mucha anticipación, debiendo elegir e incluso muchas veces abonar”, expresó Morano.
En este sentido, Rita expresó que “a pesar de la fecha del día del padre, las ventas bajaron entre un 5 % y un 10 %” “.
En caso de la venta de prendas de alto invierno, “se vendieron muy pocas, salvo casos de uso específico o por algún viaje o alguien que se anticipó y compró como nosotros esperando el frío, muchas ventas más no se concretaron”, agregó el vendedor del centro de la ciudad.
Un sector castigado
Pero la cuestión climática es solo una parte del problema. La inflación y la competencia de venta online hasta de las mismas marcas que ellos trabajan, afectan de lleno a los comercios y eso se va a reflejar en la próxima temporada primavera/verano que dará inicio en septiembre próximo.
“No podemos estar holgados para decir que lo que vendimos nos permite comprar la temporada nueva porque no sabemos los precios con los que saldrá la nueva colección. Las reposiciones también son complicadas de hacer y cuando la gente ve aumentos de precio, cree que uno pretende ganar más. Apenas permite “salir derecho” con los gastos que tiene un negocio en un ámbito de inflación tan alta”, señaló el comerciante.
“En el contexto inflacionario en el que estamos viviendo, la falta de crédito, la incertidumbre política y económica, a lo que le podemos agregar los factores climáticos que vivimos en la región, disminuyendo la producción en el sector agrícola y sumado las altas temperaturas nos avizoran una próxima temporada difícil de abordar”, precisó.
Haciendo un balance, “año tras año fue cayendo la venta en general, por la situación económica del país y la gran oferta que hay. La gente le está dando prioridad a cuestiones importantes y básicas como es la compra de alimentos y la indumentaria pasa a un segundo plano”, analizó Rita.
“Con créditos a tasas altas, casi sin financiamiento de proveedores y con miedo o cautela, todo es un desafío por delante”, concluyó Morano.
“Lo que viene no es más que incertidumbre para el sector indumentaria, No es fácil subsistir”, concluyó la comerciante.