Análisis
Vacunación: alarmante estadística
No es posible relajarse en este tema. Sin inmunización, la vida de niños y niñas está amenazada.
La cobertura mundial de inmunización infantil se estancó en 2023, por lo que habrá 2,7 millones más de niños y niñas sin vacunar o sin recibir la totalidad de las vacunas en comparación con los niveles anteriores a la pandemia de 2019, según los datos publicados recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef.
Las últimas estimaciones brindan datos preocupantes sobre las tendencias que se vienen observando en muchas regiones en torno a la vacunación infantil. Hay demasiados niños sin vacunar. Con ello, se acrecienta el riesgo de brotes de enfermedades infecciosas potencialmente mortales y se vulnera el derecho a la salud de todos los niños y niñas.
Según las conclusiones del estudio, el número de niños y niñas que recibieron tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP) en 2023 –un marcador clave de la cobertura mundial de inmunización– se mantuvo estable en el 84% (108 millones). Sin embargo, el número de niños y niñas que no recibieron una sola dosis de la vacuna aumentó de 13,9 millones en 2022 a 14,5 millones en 2023. En el mismo sentido, más de la mitad de los chicos sin vacunar viven en los 31 países con contextos frágiles, afectados por conflictos y vulnerables, donde son especialmente vulnerables a enfermedades prevenibles debido a las perturbaciones y la falta de acceso a la seguridad, la nutrición y los servicios de salud.
La tendencia muestra que la cobertura mundial de inmunización se ha mantenido prácticamente sin cambios desde 2022 y todavía no ha vuelto a los niveles de 2019. En la Argentina, pese al subregistro estadístico que existe en materia de vacunación y otros datos de salud pública, todo indica que el problema es el mismo, aunque existen diferencias en los porcentajes del estudio mundial y lo que informan las autoridades sanitarias nacionales. Según ejemplos publicó el diario La Nación, para la única dosis de la BCG que indica el calendario para los recién nacidos, la OMS y Unicef estimaron una cobertura del 69%, mientras que en los registros oficiales aparece un 72,3% de población cubierta. En el caso la vacuna quíntuple (combinada para prevenir difteria, tétanos, tos convulsa, hepatitis B y Haemophilus Influenzae b), la estimación internacional indica una cobertura del 77% para la primera dosis recomendada a los dos meses de edad y del 66% para completar el esquema con la tercera dosis a los seis meses. Los datos de Salud muestran, respectivamente, un 79,5% y un 68,1% de cobertura. En el caso de la prevención del sarampión y la rubeola, que en el calendario nacional corresponde a la triple viral (incluye paperas), la cobertura estimada por la OMS y Unicef con la primera dosis al año y la segunda a los 5 años es, respectivamente, del 80% y el 54%.
La falta de estadísticas certeras complica la toma de decisiones en cualquier ámbito. En salud pública, esta carencia adquiere otra dimensión porque está en juego la vida de las personas, en este caso los niños. Por ello, es mayor la exigencia de tener actualizados los registros y adoptar las medidas que permitan retomar la masividad de la vacunación obligatoria en el país.
La vacuna, especialmente en los primeros años de vida de una persona, es desde hace mucho tiempo la estrategia más efectiva de prevención. Es quizás el factor que más ha contribuido en la lucha contra las enfermedades infecciosas, y ha disminuido considerablemente las complicaciones y la mortalidad asociadas con éstas. No es posible relajarse en este tema. Sin inmunización, la vida de niños y niñas está amenazada.