UTN y La Virgencita unidos para crear una planta compactadora de cartones
Esta nueva máquina, que se encuentra en etapa de diseño, permitirá incrementar notoriamente el volumen de producción y compactado que actualmente tiene la cooperativa. Así, los recicladores podrán procesar por día hasta 4.000 kilos de cartón y papel, 1.700 más que la cantidad actual.
Por Mauricio Argenti | LVSJ
La Cooperativa de Trabajo La Virgencita, dedicada al reciclaje y comercialización de papel y cartón recogido en distintos puntos de nuestra ciudad, busca expandirse a través de la posibilidad de construir una planta compactadora que permita acelerar el trabajo y de esa manera contar con una mayor cantidad de producto en el menor tiempo posible.
Para ello, la Facultad Regional San Francisco de la UTN está aportando la capacidad de sus ingenieros e investigadores que se volcaron al diseño de un modelo de prensa que está en estudio ya que la misma permitiría lograr un mayor volumen de producto.
Antes de que estallara la pandemia, unas 70 familias que viven del "cartoneo" recolectaban un promedio diario de 4.000 kilogramos de cartón y papel. Lo que recolectaban antes en un mes, ahora lo hacían prácticamente en una semana, siendo los días de mayor recolección los lunes y los viernes.
No obstante, la prensa con la que cuentan les permite compactar hasta 2.300 kilos de cartón, papel blanco y de color.
En 2019, la cooperativa procesó y compactó 105 toneladas de cartón y papel.
Hay equipo, ganas y compromiso
Por requerimientos de Cáritas Diocesana, UTN San Francisco conformó un grupo multidisciplinario de profesionales docentes y graduados para realizar el análisis de factibilidad, diseño y apoyo en la construcción de dicha máquina.
El grupo consta de profesionales de las ingenierías Electromecánica, Electrónica, Sistemas, Química, Industrial y Licenciatura en Administración Rural coordinados por la Secretaría de Extensión Universitaria a través del área de Vinculación Tecnológica ejecutada por el ingeniero electromecánico Adrián Pagliano.
El equipo de trabajo está compuesto por profesores y egresados de la facultad entre quienes se encuentran Andrés Cuberli, Andrés Gazzera, Andrés Goirán, Carolina Apendino, Emanuel Giordano, Emilio Amé, Javier Saldarini, Jorge Bosio, Lucio Chiapero, Marcelo Suppo, Matías Villa, Sergio Felicia, Marcela Toloza, Walter Tonini y Adrián Pagliano.
En la actualidad el proyecto se encuentra en la etapa de diseño y elaboración del pliego de insumos y materiales necesarios para su construcción.
En el galpón de La Virgencita, en barrio Parque, hay una sección de ingreso y pesado de materiales, zona de clasificación del cartón, zona de prensado del fardo y atado.
Si bien un aparato nuevo, de producción importada, tiene un costo en el mercado que oscila los 160.000 dólares, en este caso el proyecto busca reducir notoriamente esta cifra ya que los fondos para la producción de la maquinaria surgirían de la propia cooperativa de Cáritas Diocesana y para eso el trabajo en conjunto, la creatividad y el entusiasmo juegan un papel fundamental en la posibilidad de hacer realidad este sueño.
Ni siquiera las limitaciones que impone la pandemia del coronavirus pudieron impedir el avance de la iniciativa. El entusiasmo de las personas que intervienen en el proyecto motivó que las ideas se compartan mediante el uso de la plataforma Zoom a través de la cual se concretan habituales encuentros virtuales para avanzar en el proyecto.
Imagen del prototipo de la nueva prensa
¿Cómo surgió la idea de tener una nueva prensa?
El director de Cáritas Diocesana, Emilio Amé, manifestó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO que "con la Cooperativa La Virgencita veníamos juntando bastante cartón antes de la pandemia ya que veníamos reuniendo unos 4.000 kilogramos por día, una cantidad que la prensa que tenemos no nos permitía procesar en el tiempo que queríamos ya que sólo podemos trabajar 1.200 kilogramos diarios".
Ante esto la entidad adquirió una nueva prensa que les permitió una capacidad de prensado de 2.300 kilogramos, pero aún se encuentran muy lejos de los 4.000 kilos que tienen como meta diaria.
La necesidad de ampliar la capacidad de producción llevó a los directivos de Cáritas a ponerse en contacto con las autoridades de la UTN, cuy decano, Alberto Toloza, de inmediato brindó todo el apoyo logístico y profesional necesario para comenzar a trabajar en este proyecto.
"El objetivo de esto es desarrollar una prensa que nos resuelva el inconveniente productivo y sobre todo nos dé tiempo para compartir con la gente, porque nuestro principal trabajo es acompañar la familia del cartonero", explicó.
Teniendo en cuenta las limitaciones que presenta la actual emergencia sanitaria, Amé señaló que "estamos trabajando como podemos, las reuniones se hacen por Zoom con distintos docentes de la UTN armando un bosquejo para tener una idea de cómo se trabajaría con esta prensa para luego encarar el diseño del proyecto, cálculos estructurales, etc.".
La cooperativa de cartoneros se agranda
Trabajo en red
Desde Cáritas, su responsable en la diócesis rescató la importancia "del trabajo en red con otras instituciones" que muchas veces permite llevar adelante proyectos que de otra manera serían de difícil ejecución. En este caso, el aporte de la Facultad Regional San Francisco resultó decisivo.
Precisamente, el decano de la casa de altos estudios recordó que "nuestra universidad siempre tuvo vínculos con Cáritas a través de diferentes programas. En esta oportunidad, la necesidad tiene que ver con la posibilidad de contar con una máquina que amplíe la producción de fardos (de cartón) ya que el volumen que la cooperativa tenía se incrementó notoriamente en los últimos tiempos".
Entonces, "comenzamos a pensar en la posibilidad de construir una prensa que presente requerimientos más útiles a la necesidad que actualmente tiene la cooperativa", indicó Toloza.
Tras los primeros contactos entre las instituciones, "iniciamos una reunión vía Zoom en plena época de pandemia y allí convoqué a un grupo de profesionales expertos relacionados con la metalmecánica en las áreas de Diseño, Desarrollo y en algunos casos profesionales dedicados a construir equipamiento específico".
Reuniones por Zoom. La pandemia no impidió avanzar con el proyecto.
Fue creciendo
La Cooperativa La Virgencita se encuentra trabajando como tal desde el 1 de enero de 2019. No obstante, desde Cáritas Diocesana se trabajó para su concreción desde el año 2011.
Eva y Gisella Ferreira empezaron con el emprendimiento con el apoyo de Cáritas. El éxito de esta actividad fue tal que en 2014 llegaron a ser la imagen de la colecta de Cáritas Argentina. A partir de esta gran notoriedad social, obtuvieron una prensa hidráulica que les permitió llevar adelante el trabajo como cooperativa y además pudieron construir un galpón donde se acopia el material reciclado.
Unas 25 personas -entre las cuales se cuenta a una decena de recicladores- trabajan a diario en la cooperativa aportando su esfuerzo y dedicación.
La cooperativa funciona en el predio del centro barrial La Virgencita, ubicado en el corazón de barrio Parque, donde también funciona un merendero, un hogar de día para acompañar a jóvenes con problemas de adicciones y el Espacio Educativo Emaús, entre otras actividades.