Usar pírsines orales aumenta el riesgo de cáncer bucal

En la Asistencia Pública y los Centros de Atención Primaria de la Salud de los barrios Parque y Roque Sáenz Peña se llevó a cabo durante el mes de agosto la campaña de prevención y detección precoz del cáncer bucal.

La iniciativa -cuyo resultado fue calificado como positivo por las autoridades sanitarias- se llevó adelante en colaboración con la Universidad Nacional de Córdoba y el Colegio Odontológico, con el objetivo principal de concientizar a la comunidad sobre la importancia de la salud bucal y la detección temprana del cáncer oral. 

La odontóloga María Sol Paulín destacó que en los controles hubo varios casos de adolescentes entre 15 y 16 años que acudieron con pírsines en la boca, que son un factor de riesgo importante tanto para el cáncer bucal como para otras infecciones.

“Indicamos a muchos que se los saquen de la boca”, comentó Paulín, enfatizando la necesidad de educar a los jóvenes sobre las consecuencias negativas de los pírsines orales. Según la odontóloga, “pueden provocar lesiones peligrosas, como precancerosas o infecciones. Son considerados un agente nocivo. Además, el roce constante de los pírsines puede causar movilidad dentaria y fracturas en las piezas dentales”.

La profesional hizo un llamado a la población para que continúe acudiendo a controles odontológicos regulares, recordando que la salud bucal está integrada con la salud general del cuerpo. “Nuestra boca no está separada de nuestro cuerpo; cualquier lesión en la boca repercute en el cuerpo entero -afirmó-. La educación sobre la salud bucal y la prevención de riesgos asociados con prácticas como el uso de pírsines es crucial para fomentar hábitos saludables entre los adolescentes y la población en general”.

Consecuencias de su uso 

El uso de pírsines en la boca puede acarrear diversos problemas, tanto a corto como a largo plazo. Los principales riesgos asociados son:

Problemas inmediatos: sangrado, inflamación o infecciones. La boca es un entorno propenso a infecciones debido a la alta carga bacteriana, lo que aumenta el riesgo de complicaciones si no se mantienen buenas prácticas de higiene.

A largo plazo: 

• Daños dentales: los pírsines pueden causar desgaste, fracturas y abrasiones en los dientes debido al roce constante con el metal.
• Recesión gingival: el contacto continuo con el pirsin puede provocar retracción de las encías, exponiendo las raíces dentales y aumentando el riesgo de caries y enfermedades periodontales.
• Cáncer bucal: existe un riesgo incrementado de desarrollar cáncer bucal, debido a las lesiones que pueden causar en los tejidos.
• Alteraciones del habla: los pírsines en la lengua pueden interferir con la pronunciación y causar dificultades para masticar y tragar.
• Aumento de la producción de saliva por la presencia de un objeto extraño en la boca.
• Si el pirsin se realiza en condiciones no estériles, hay un riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas, como hepatitis y VIH.