URGENTE | Detuvieron al autor del robo y destrozos en la Terminal de Ómnibus

El robo a la confitería, a las boleterías de las empresas Transporte Morteros y Mar Chiquita y el ataque a un local de Rapipago es el escenario con que se madrugaron este miércoles los responsables de estos locales de la Estación Terminal de Ómnibus de San Francisco que no ocultaron su indignación y tristeza ante lo ocurrido. En tanto, a las pocas horas, este mediodía, el presunto autor del hecho fue detenido, informaron fuentes policiales a LA VOZ DE SAN JUSTO. 

El accionar del delincuente ocurrió desde la 1.30 de la madrugada, según las imágenes que arrojaron las cámaras de seguridad del sector, las cuales ya se encuentran en poder de la División Investigaciones de la Departamental San Justo de Policía que trabajó para esclarecer el hecho. También, personal de la Policía Científica para realizar pericias y levantar posibles rastros y/o huellas que hubiesen quedado.

Los daños más graves se produjeron en la confitería, donde robó dinero, una balanza electrónica, un teléfono celular, el posnet para tarjetas de crédito o débito, carne, quesos y algunas bebidas, y lo que no alcanzaron a sustraer, le prendieron fuego y por milagro no se produjo una explosión ya que el malhechor dejó abiertas las perillas del gas de la cocina, además de las puertas de las heladeras abiertas.

Eduardo Borgogno. 

Para ingresar al local, violentó la puerta doble que da hacia la sala de espera de la Terminal. Desde la firma Termini, que tiene a cargo la concesión de la Terminal de Ómnibus, indicaron que debido a la complicada situación económica debieron prescindir del servicio de seguridad privada con el que se contaban hasta antes de la pandemia.

En el caso de las boleterías de las empresas Mar Chiquita y Morteros, robó los cables de las computadoras y los teléfonos. Por su parte, en el local de Rapipago intentaron violentar una puerta, para ello utilizaron el palo de una escoba al que dejaron abandonado en el lugar.

El titular de la empresa concesionaria de la Terminal, Eduardo Borgogno, contó a LA VOZ DE SAN JUSTO que "tipo 5 de la madrugada me doy una vuelta, observo como está la parte gastronómica, el estado de los sanitarios, las cajas, la cocina, si está todo en orden, veo lo referente a los pedidos. Hasta las 3 de la madrugada pasan dos ómnibus, uno hacia Córdoba y el otro a Santa Fe. Uno de los valijeros que es quien se encarga de verificar que esté todo en orden, evidentemente no vio nada raro. De acuerdo a las cámaras se ve que quien ingresa es una sola persona".

"Cuando huelo humo, pensé que algo se había quemado, veo la luz prendida en la cocina, cuando abro veo incendiado un rollo de papel que está sobre la pared, además de un changuito de supermercado que tenemos para retirar e ingresar mercadería, estaba en el medio de la cocina prendido fuego, tenía en su interior jamones, quesos, latas de cerveza. La cámara, una heladera de ocho puertas y dos frezeers estaban todos abiertos", describió Borgogno el panorama.

También el local de Rapipago y boleterías sufrieron robos y destrozos. 

"Gracias a Dios que se me ocurrió pasar a esa hora, porque si no, hubiera explotado todo, porque estaban todas las perillas de la cocina industrial que tenemos abiertas", rescató Borgogno que rápidamente dio aviso a la policía.

El empresario dijo además que "la puerta por donde ingresó el delincuente se asegura desde adentro con una cadena doble. Le hizo palanca a una de las hojas de la puerta y allí se corrió algún tornillo, metió la mano, eso se ve en las cámaras, y logró sacar la cadena".

Sobre la descripción de la persona que captan las cámaras, Borgogno indicó que "tendría unos 25 años, delgado y alto, vestía un pullover blanco de lana y pantalón de jean, también se puede ver cuando va en busca del carrito para cargar la mercadería".

Estima que el ladrón habría permanecido al menos una hora en el interior del local.

Gonzalo, de la boletería de la empresa Transporte Morteros, contó que "cuando llegué para abrir, observé que no tenía más el teléfono fijo, cuando enciendo la computadora para comenzar a vender pasajes, veo un cable cortado, ahí me doy cuenta que habían robado. Voy a la boletería de Mar Chiquita y el encargado me dice que a ellos también les robaron,  les arrancaron los cables de los monitores de las computadoras".

El malviviente "metió la mano por un orificio que tienen el vidrio y se llevó el teléfono. Llevamos trece años acá y nunca vivimos una situación así", aseguró.

Marcos, de la empresa Mar Chiquita, señaló que "en nuestro caso también introdujeron la mano por los vidrios de la ventanilla e intentaron llevarse algo. Acá, por las noches todo es desolación".