Sociedad
Una reliquia de Carlo Acutis, ‘el influencer de Dios’, está en San Francisco
“Es una alegría” para toda la comunidad recibir estas reliquias, dijo el padre Gustavo Zaninetti.
En una ceremonia presidida por el obispo Sergio Buenanueva, la Catedral de San Francisco recibió las reliquias del beato Carlo Acutis que, a partir del lunes, se encuentran en un sector del máximo templo diocesano de la Iglesia Católica.
De esta manera, la ciudad se convirtió en un nuevo destino para que se pueda contemplar una de las tantas reliquias de este joven beato nacido en Londres, que a los 15 años falleció en Asís, producto de una leucemia que terminó con su corta vida.
La reliquia fue entronizada en un sector donde además ya se encuentran las reliquias de San José Gabriel del Rosario Brochero y del beato Ceferino Namuncurá.
La entronización de la reliquia se llevó a cabo en el marco de una ceremonia religiosa en el marco de la celebración de los 40 años de la consagración de la Iglesia Catedral ‘San Francisco de Asís’. En ese momento se ungió con el santo crisma la piedra del altar.
Luego de la ceremonia, LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con el párroco de la parroquia San Francisco de Asís e Iglesia Catedral, Gustavo Zaninetti quien puso en valor la llegada de la reliquia del beato indicando que “es una alegría” para toda la comunidad recibir estas reliquias que trajo a la diócesis el obispo Sergio Buenanueva cuando estuvo en Asís, en mayo de este año.
“La idea del obispo era confiar las reliquias a la pastoral juvenil de la diócesis con el objetivo de que los jóvenes misionen con las reliquias de Acutis. En este caso decidimos que las reliquias permanezcan en Catedral y que, desde aquí, saldrían a las actividades de la Pastoral Juvenil a misionar”.
Además, explicó que la figura de Carlo Acutis “tiene una experiencia de fe con una fuerte impronta franciscana. Además, en el momento de su beatificación sus restos son llevados a Asís y ahí es donde se celebra la beatificación”.
En este marco, Zaninetti explicó que “elegimos la fecha del cumpleaños número 40 de la consagración de la Iglesia Catedral para instalar aquí las reliquias del beato Carlo Acutis”.
La reliquia del beato fue entronizada junto a las del santo cura Brochero y del beato Ceferino Namuncurá.
¿Qué es una reliquia?
En el caso concreto de Carlo Acutis, la reliquia que llegó a nuestra ciudad corresponde a cabellos del beato. De esta manera se considera como una reliquia ‘de primer grado’ como puede ser una muestra de cabello hueso o tejido de un santo o un beato que es expuesta apra la veneración de los fieles.
El padre Zaninetti explicó que la importancia de una reliquia de un beato o un santo “tiene que ver con el testimonio de la cercanía de los santos. La reliquia ayuda a acercarme al santo a expresar mi esperanza y fe en Dios a través en la confianza en su intercesión y que a través de él me mueve a vivir mi propia vida cristiana”.
Junto a las reliquias de San José Gabriel del Rosario Brochero y del beato Ceferino Namuncurá, el sacerdote dijo que “son modelos de vida que mueven nuestra fe al seguimiento de Jesús y a buscar nuestra propia santidad”.
¿Quién Fue Carlo Acutis?
Nacido el 3 de mayo de 1991 en el seno de una familia acomodada en Londres –porque sus dos padres italianos trabajaban allí–, murió el 12 de octubre de 2006, en apenas 72 horas por una leucemia repentina.
Genio de la computadora, pero también un chico especialmente devoto, pese a que su familia no lo era –su madre contó que sólo había ido a misa para su comunión, su confirmación y su matrimonio–, Carlo no sólo vivió cristianamente, sino que usó las redes para crear una muestra virtual de los milagros de la eucaristía en el mundo.
Además, siempre gracias a su computadora, en la que solía entretenerse con videojuegos, como todos los chicos, elaboró un esquema del rosario que incluía los misterios de la luz.
Después de haber vivido un breve período en Londres, donde tenía una niñera polaca, Beata, gran admiradora de Juan Pablo II, que lo acercó a la Iglesia católica, se mudó junto a su familia a Milán. Allí fue primero a un colegio católico y poco antes de morir, a un secundario manejado por los jesuitas.
Desde que recibió la primera comunión, a los 7 años –antes de tiempo porque así lo reclamaba–, nunca se perdía su cita cotidiana con la misa. Rezaba todo el tiempo, se confesaba y le pedía a sus padres que lo llevaran en peregrinación a lugares de santos y a sitios de milagros de la eucaristía, que definía "una autopista hacia el Cielo".
Como su familia también tenía casa en Asís, solía pasar mucho tiempo en la ciudad de San Francisco, el patrono de Italia del que tomó el nombre el Papa argentino. Tanto le gustaba Asís a Carlo, que antes de morir expresó su deseo de ser sepultado allí.
Su causa de beatificación comenzó en 2013. En julio de 2018 el papa Francisco lo declaró "venerable", título que la Iglesia católica le concede a quien, por la práctica de las virtudes ejercidas en vida, es considerado digno de ser venerado por los fieles. A Carlo se le atribuyó luego un milagro por su intercesión, paso indispensable para ser beatificado. Este se registró en Brasil, en el séptimo aniversario de su muerte, el 12 de octubre de 2013, en Campo Grande, capital del Estado de Mato Grosso del Sur. Allí, un niño de 6 años se curó inexplicablemente de una grave anomalía que padecía desde su nacimiento en el páncreas. "Padre Marcelo Renório invitó a los parroquianos a rezar una novena y apoyó un pedazo de camiseta de Carlo sobre el pequeño paciente, que al día siguiente empezó a comer y cuyo páncreas repentinamente estaba sano sin que los cirujanos lo hubieran operado", contó su mamá, Antonia Salzano, en una entrevista al Corriere della Sera, en la que aseguró que ella también recibió de su hijo-beato señales milagrosas.