Obra pública y urbanismo
Una ciudad más accesible: prometen construir rampas en todas las esquinas
El Concejo Deliberante aprobó dos ordenanzas para mejorar la accesibilidad urbana, construyendo rampas en todas las esquinas y en inmuebles en lotes urbanos. Las medidas buscan beneficiar a personas con discapacidad y otros grupos, priorizando zonas de alto tránsito.
El Concejo Deliberante aprobó recientemente dos ordenanzas que procuran unificar aspectos relacionados con la eliminación de trabas para la movilidad de personas con algún impedimento motriz en todo el ejido urbano.
La primera establece la construcción de rampas en todas las esquinas de San Francisco: “Las veredas en esquinas deberán tener una reducción del nivel del cordón hasta el nivel de calzada. Se materializarán dos (2) por esquina, de un (1) metro de ancho cada uno, ubicándose en el comienzo de la curva del cordón hacia el centro de manzana. Las rampas serán de hormigón rayado H17 desde el cordón hasta la vereda perimetral, todo de conformidad a las especificaciones técnicas que establezca la Secretaría de Infraestructura de esta Municipalidad de San Francisco o la que en el futuro la reemplace”, señala la norma.
La segunda, complementaria, dispone que las mismas pendientes se construyan en “todos los inmuebles sometidos a la aprobación de loteo o urbanización, que se encuentren en esquinas, deberán tener una reducción del nivel del cordón hasta el nivel de calzada para la construcción de rampas de acceso para personas con discapacidad”. Y, para ello, modifica la legislación que establece el reglamento de Urbanizaciones y Subdivisiones en la ciudad.
Lógico es que la incorporación de rampas en las esquinas priorice, como señala el texto de la ordenanza, “las zonas de mayor tránsito peatonal, con cercanía a servicios públicos, centros educativos, instituciones religiosas, centros de salud, parques y plazas, y demás lugares de concurrencia masiva”. No obstante, prevé una gradualidad en los trabajos que obliga a ejecutar una cantidad no menor a 20 rampas por año. Debe señalarse, por ello, que, si se decide no construir más que esa cantidad en cada período, completar la tarea puede llevar mucho tiempo.
De todos modos, las normas mencionadas trazan un camino que priorice la eliminación de obstáculos en esquinas estratégicas del ejido municipal y en desarrollos urbanísticos futuros. Estas medidas no solo mejoran la autonomía de las personas con discapacidad, sino que también benefician a otros grupos, como adultos mayores, padres con cochecitos de bebé y ciclistas.
Pero el análisis de los obstáculos que deben sortear personas con dificultades motrices no debería quedarse sólo en este punto y tendría que extenderse hacia otros aspectos, pues lo urbano no siempre es sinónimo de comodidad y sencillez en los desplazamientos. La normativa sobre la colocación de rampas en todas las esquinas de la ciudad es un avance que debe complementarse con otras medidas similares que determinan la desaparición de todas las barreras urbanas. Porque una ciudad más accesible es, sin duda, una ciudad más amigable y funcional para todos. No es solo un beneficio para unos pocos, sino una ventaja para toda la comunidad.