Historias
Un legado de oro: el oficio de ser joyero en tiempos de crisis
Noviembre es un mes especial para quienes ejercen esta profesión. Javier Marchesini honrará la memoria de su mentor, José "Pepe" González.
El 3 de noviembre no pasa desapercibido para quienes dedican su vida a una profesión que combina arte, precisión y pasión: el Día del Joyero y Relojero. Para Javier Marchesini, dueño de “Vicenzo Joyas” y con más de 25 años en el oficio, este día representa mucho más que una fecha en el calendario. En su local de calle Iturraspe, rodeado de joyas, relojes y herramientas, Javier honra la herencia que su mentor, el recordado José “Pepe” González, dejó en sus manos. “Pepe”, una figura clave en el rubro local y quien durante años estuvo al frente de la emblemática joyería Merry, falleció en 2023, dejando no solo un vacío en el ámbito, sino un legado vivo en Javier, su alumno, amigo y ahora heredero de su conocimiento y dedicación.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con Marchesini sobre la importancia de este día en su vida. “Para quien es amante de las joyas y los relojes, es un día especial, no es como cualquier otro. No es solo un trabajo, sino algo que te llena y te motiva”, afirmó.
En su trayectoria, que comenzó en el centro de San Francisco cuando apenas era un curioso por el oficio, Javier ha transformado su dedicación en una forma de vida. Este año celebra el Día del Joyero desde su propio local, un espacio que, con orgullo, “Pepe” le alentó a abrir y que representa una nueva etapa en su carrera.
La historia de Marchesini en la joyería comenzó hace 25 años, cuando ingresó a trabajar en el recordado local Merry, el cual estaba ubicado por Bv. 25 de Mayo. Allí conoció a “Pepe” González, su jefe y mentor, con quien forjó una relación no solo laboral, sino también amistad. González fue muy respetado en la ciudad por todo el rubro, fue para Javier una figura de referencia y apoyo. Con paciencia y dedicación, Pepe le transmitió los conocimientos más valiosos del oficio, desde la identificación de metales preciosos hasta la minuciosa reparación de relojes. “Él me enseñó muchísimo: a reconocer los metales, a distinguir las piedras preciosas, y a manejar un comercio”, comentó Marchesini.
“Merry” era un negocio emblemático en San Francisco, un lugar de confianza para muchas generaciones de clientes. Allí, Javier y “Pepe” compartieron largas jornadas de trabajo, atendiendo a una clientela que valoraba la cercanía, la precisión y la calidad en cada pieza. Al recordar aquellos días, Marchesini mencionó: “Su fallecimiento fue un golpe muy fuerte, después de compartir 25 años con él. Muchos clientes y personas cercanas también lo sintieron”. La partida de González no solo impactó a Javier, sino también a la comunidad.
El 4 de abril de 2023, Javier dio un gran paso al abrir su propio local, “Vicenzo Joyas”, un espacio que refleja los valores y enseñanzas de González. “Algunos clientes de esos tiempos siguen viniendo; otros aún no saben que estoy acá nuevamente”, comentó. La decisión de abrir “Vicenzo” fue un proyecto alentado siempre por su maestro, quien veía en él la pasión y el talento para continuar el oficio de forma independiente.
Marchesini refleja que su nuevo local no es solo una tienda, sino que también es una especie homenaje a “Pepe. Desde su inauguración, Javier ha sido testigo de encuentros emotivos con viejos clientes que lo recuerdan de sus días en Merry.
Entre joyas y relojes, una pasión que continúa
Ser joyero implica mucho más que saber pulir una joya o arreglar un reloj. Javier, con su experiencia y habilidad, vive cada día intensamente, siempre con la convicción de que el trabajo bien hecho es la mejor carta de presentación. “El oficio se está perdiendo un poco, sobre todo en relojería, pero la joyería sigue siendo relevante para todo tipo de ocasiones”, mencionó, consciente de los cambios en el sector.
“La relojería es un arte, aprender a arreglar relojes es algo que me gusta, aunque mi verdadera pasión es la joyería, el poder trabajar con joyas, sentirlas, tiene otro valor para mí”, aseguró Marchesini. Aunque los avances tecnológicos han cambiado el mercado y muchas personas prefieren hoy los relojes digitales o las joyas de producción masiva, Javier sigue apostando por lo artesanal y único. “Hay que seguir apostando en el rubro, quienes son apasionados por la joyería lo entendemos así”, subrayó.
La situación económica es adversa y en el rubro de la joyas y relojes no fue la excepción, de igual manera, el comerciante sostiene que se empezó a “mover” de a poco. “Este año arrancó un poco más tranquilo que el anterior, pero dentro de todo se está vendiendo bien”, explicó.
A pesar de las dificultades, Javier ha sabido adaptarse a estos desafíos y seguir adelante. En cada pieza que se logra vender, encuentra la oportunidad de continuar el legado de “Pepe”, de quien aprendió no solo las técnicas, sino también la fortaleza y el compromiso necesarios para sostener un negocio en tiempos de difíciles.
La pérdida de su jefe en 2023 fue un momento doloroso para él y para todos aquellos que lo conocieron, pero en cada joya, en cada reloj y en cada cliente que se va satisfecho, Javier siente que el espíritu de “Pepe” sigue vivo.
El legado permanece en cada enseñanza transmitida y en cada consejo. A pesar de que la relación “jefe y empleado” a veces puede ser complicada y puede haber altos y bajos, se podría decir que Javier y “Pepe” forjaron algo más fuerte, fue la relación de un maestro y un aprendiz. En el marco del Día del Joyero, la comunidad de San Francisco celebra a quienes, como Javier Marchesini, son los guardianes de un oficio que, lejos de desaparecer, sigue brillando en cada joya y en cada historia que se forja a través del tiempo.
En la Argentina, los joyeros y relojeros están nucleados en varias asociaciones o cooperativas. Una de ellas es la Cámara Argentina de Empresarios de Joyas y Afines, que reúne a orfebres y a relojeros, pero también a comerciantes, fabricantes, importadores, distribuidores, revendedores, proveedores y docentes. A todos ellos, se les reconoce la importancia de la jornada.
El joyero es un profesional dedicado a fabricar, reparar y comercializar artículos de joyería. La joyería es tanto la producción de las joyas, como su comercio, así como el lugar en el que se ponen a la venta.
Finalmente, Javier dejó un mensaje para sus compañeros del rubro en esta jornada especial. “Que sigan en el rubro, quienes son apasionados por la joyería. A mí me apasiona y disfruto mucho del trato con la gente. Son muchos años, y con el tiempo uno va experimentando cosas nuevas en cada venta y cada historia”, concluyó.