Básquet
Un formador de personas y jugadores
Lautaro Oitana se mostró feliz por ganar cinco títulos, pero más aún orgulloso del desarrollo de los jugadores.
Si los títulos logrados en el ámbito local se tratasen de figuritas, podría decirse que Lautaro Oitana, completó el álbum. Ganó todo lo que jugó, por eso levantó la copa en cinco categorías, toda una marca en el básquet vernáculo.
De ahí entonces que Asociación El Ceibo renovó el festejo en cada final que disputó, desde U13, pasando por U15, U17, U19, hasta primera división. Un semestre inolvidable por el rendimiento de los planteles y más aún porque el conductor es un entrenador del riñón del club.
Precisamente el “coach” en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, se mostró feliz por los logros alcanzados, aunque aclaró que se trató del mismo esfuerzo y dedicación de ciclos anteriores. En ese sentido no se apartó de su rol de formador quien mira orgulloso el crecimiento de los chicos plenamente identificados con la institución, y a los que les inculca un espíritu competitivo y sano para su mejor formación.
-¿Cinco de cinco en títulos, fue el reflejo de un trabajo que involucró a jugadores, cuerpo técnico y dirigentes?
-La verdad que estamos muy orgullosos de lo conseguido en estos últimos meses, pero no solo nos debemos quedar con los campeonatos, porque estaríamos siendo injustos con los anteriores procesos, hace mucho tiempo venimos haciendo el esfuerzo para conseguir objetivos y este semestre se nos dio todo junto. Pero no cambio en nada a lo que veníamos haciendo años atrás simplemente que hoy se ve reflejando en títulos lo que veníamos trabajando hace mucho.
-¿En lo personal qué significaron estos logros?
-En lo que respecta a mi función para mí es algo súper significativo, ya que es algo que vengo buscando desde mucho tiempo. Yo me formé y me crié en el club, hace 5 años que vengo trabajando como entrenador y veo que los mismos chicos que formé en el minibásquet hoy se transformaron en futuros jugadores de básquet y encima con logros muy importantes.
Como grupo de trabajo entre los entrenadores nos proponemos ser competitivos en todo lo que juguemos, mantener vivo el espíritu competitivo de los jugadores es a lo que apuntamos, creemos que es el camino para su formación, la responsabilidad, el respeto y la competencia sana es la forma que tenemos de educar a los chicos.
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-Desde hace un tiempo el básquet de El Ceibo muestra un marcado crecimiento…
-Creo sinceramente que sí, el club está creciendo mucho y a pasos firmes, suena "arrogante" que uno mismo lo diga pero sinceramente es lo que pienso y el crecimiento del club va de la mano con el crecimiento nuestro cómo entrenadores, así como también jugadores y dirigentes.
-¿En el trabajo de inferiores se apunta a un objetivo en común?
-Tenemos ciertos objetivos trazados, pero no hacemos nada de otro mundo, no inventamos nada nuevo, simplemente vamos al club todos los días con las mismas ganas que el primer entrenamiento y eso creo que es lo más difícil.
Mi objetivo como entrenador de formativas es justamente eso, ser un formador, tanto de personas, como de jugadores. Tengo muy en claro que no todos mis jugadores van a seguir jugando al básquet pero intento que el tiempo que jueguen al básquet lo hagan con la mayor pasión posible.
-¿Más allá de los logros deportivos, hay algún aspecto por el que también te sentís orgulloso?
- La verdad que lo que más me gusta es que se ha generado un sentido de pertenencia en el club que hacía mucho no se veía. Los chicos quieren estar en el club, quieren venir, vienen a alentar cuando juega la primera división y creo que eso es una de las cosas más destacables más allá de lo deportivo porque en definitiva se trata de eso, que la gente se acerque al club y vea que lo que sucede tanto dentro como fuera de la cancha es bueno y sano.
-¿El club tiene un gran futuro en su cantera?
-Sin dudas, lo vengo diciendo hace un tiempo, el gran desafío que tengo como entrenador es que el club tengo chicos que quieran jugar al básquet y creo que hoy se está logrando.
Este año hemos tomado el desafío de jugar la primera local con muchos jugadores juveniles (U23 para abajo) y realmente no esperábamos tan buen desempeño de los chicos, hay una base en el club de 7 y 8 jugadores juveniles que tienen todas las condiciones para tener un gran futuro.
-¿Cuáles son las metas trazadas para lo que resta de la temporada?
-Ahora descansar unos días ya que estamos trabajando casi sin un fin de semana libre desde enero, y luego volver a empezar como lo hicimos siempre cada vez que termina un semestre. Seguir siendo competitivos en formativas, seguir desarrollando juveniles y volver a obtener la clasificación al torneo federal en primera división.
-¿Tenes algún anhelo en especial?
-Sin dudas que junto con Mara (Eduardo Blengini) tenemos el anhelo de poder siempre dar un paso más en cuanto a lo profesional y creo que es un deseo colectivo. Sabemos que la única forma de mantener la motivación es ir todo el tiempo por "algo más" y vamos a intentarlo nuevamente.
-¿Algo para agregar?
-Simplemente agradecer principalmente a los chicos que me aguantan (risas) todos los días en los entrenamientos y muestran un gran respeto hacia mí, y también agradecer a mi familia por acompañarme siempre, en especial a mi tío Javier Aiassa que me acompaña siempre en el banco y más aún a mi abuela Elva que no se pierde un partido y está siempre en la tribuna.