Un espacio invita a pensar a San Francisco como una ciudad sustentable

En el Día del Medio Ambiente que se celebra hoy 5 de junio, profesionales invitan a reflexionar sobre las iniciativas de desarrollo sostenible de nuestra ciudad.

Sebastián Dovis, diseñador industrial, docente e investigador del Cres a través de la Universidad Nacional de Villa María, de San Francisco; Mónica Mantegazza, comunicadora social y gestora cultural de Córdoba y Fiorella Espinoza, comunicadora social y asesora gubernamental de Lima, Perú, se unieron por un tema común: el trabajo en un espacio de investigación, un laboratorio, que analiza iniciativas de desarrollo sostenible para las ciudades en que viven.

Este año, el día del medioambiente lleva el lema "Reimagina, recrea, restaura" y pone el foco en la restauración de ecosistemas.

"Es una oportunidad para reflexionar, no solo sobre el estado de situación, sino también sobre las iniciativas que a nivel local, global -entendido como aquello que hace referencia a factores tanto globales como locales o reúne características de ambas realidades-, pensando en iniciativas para las ciudades, buenas prácticas que favorezcan y mejoren la vida de los habitantes, más aún en este tiempo de pandemia", afirmaron en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO los tres profesionales.

Sebastián, ¿cómo está la ciudad de San Francisco en materia de buenas prácticas en torno a la sustentabilidad?

Sebastián Dovis- Considero que San Francisco tiene una escala urbana ideal para llevar adelante acciones que tengan relación con ciudades sustentables. El tamaño de la misma, las costumbres de las personas que la habitan, los espacios sociales que se sostuvieron durante muchos años y los que se agregaron recientemente. Es una población que se apropia rápidamente de los espacios abiertos, que ha dejado de lado hábitos con mucho impacto, como salir a dar vueltas al centro en auto por ejemplo. También debemos considerar las nuevas tendencias sociales como hacer una vida más saludable, que permitió incorporar rutinas como salir a caminar, correr, andar en bicicleta, entre otras actividades recreativas de bajo impacto ambiental.

- ¿Andar por las calles y recorrer desde las emociones, contar historias, pueden ayudar a pensar la ciudad?

S.D- San Francisco, como todas las ciudades centenarias, posee espacios y edificios donde la gente ha constituido "lugares". Estos "lugares" son referencia histórica de actividades sociales, comerciales, institucionales donde las diferentes generaciones han construido relatos que representan a las personas que habitaron y habitan San Francisco. Estos lugares pueden ser los disparadores para construir recorridos que permitan no solo re"conocer"la, sino recorrerla con sentido de pertenencia.

El estudio que abordarán los profesionalesanaliza iniciativas de desarrollo sostenible para las ciudades en que viven.

-   ¿Cómo surgió la idea del laboratorio de ciudades?

-  Mónica Mantegazza- La idea surgió a partir de experiencias comunes, en las que pensamos ideas proyectos y propuestas teniendo a la ciudad como escenario y destinatario. En mi caso, con proyecto Big Bang Arte, trabajamos desde hace mucho tiempo con el espacio público y siempre nos preocupó la habitabilidad de la ciudad y las relaciones que surgen entre quienes la ocupan.  Desde hace algún tiempo trabajamos con Fiorella desde Calidoscopi, ofreciendo conversatorios y espacios de reflexión sobre la ciudad y la sostenibilidad, que forma parte además de los objetivos de desarrollo sostenible 2030. En el caso de Sebastián, trabajamos entre otros proyectos, en un proyecto patrimonial, de la puesta en valor de un museo tecnológico.

En el contexto de la pandemia, fuimos pensando en algunas cuestiones relacionadas a la movilidad en la ciudad, a las iniciativas que podemos proponer desde nuestros espacios académicos, desde la comunicación y la gestión cultural, y fuimos ideando este espacio que denominamos laboratorio de ciudades.

El primer eje en el que estamos trabajando, es el de la movilidad, pensando en la caminabilidad, la utilización de la bicicleta, y los recorridos que se pueden proponer desde quienes habitan y recorren las ciudades para contribuir a la baja de emisión de contaminantes para el medio ambiente, y que al mismo tiempo sean iniciativas saludables y sostenibles.

- ¿Por qué es significativa para ustedes esta fecha?

M.M - Nuestra casa común está en peligro, el planeta y esta fecha es un hito, una oportunidad para reflexionar pero también para acercar ideas y soluciones que cada vez son más urgentes. Pensar en ecosistemas saludables, en propuestas que ayuden a mermar la contaminación de nuestro hábitat, es una misión urgente y todavía podemos lograrlo. Nuestras ciudades, barrios, micro entornos urbanos son un reflejo de lo que está en juego a nivel global, y es prioritario ocuparnos de ello desde nuestro lugar.

Por su parte, Fiorella Espinoza, de la organización Calidoscopi, en Lima, Perú, se refirió a la iniciativa. ¿Cómo se da este diálogo y que expectativas surgen con el proyecto?

F.E.- En mi caso, desde Calidoscopi, venimos trabajando en el tema de las ciudades desde hace algunos años. Es necesario mejorar la planificación y la gestión urbana para que los espacios por los que habitualmente transcurrimos sean más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. Con Sebastián y Mónica, nos une el interés común en reflexionar sobre cómo hacer mejores ciudades: en San Francisco, en el caso de Sebastián, por ejemplo desde la Universidad, Mónica en Córdoba desde la radio, y es así que mantenemos el interés por hablar de esos temas y no solo de hablar, sino de hacer poner en marcha iniciativas que mejoren la calidad de vida, entre esas pensar el tema de las sendas, las plazas, las ciclovías. Todos estos espacios que cobran valor con el tema del Covid, y pensar además en el uso, pero fundamentalmente en el disfrute de los espacios públicos. Creo que entre nuestras ciudades de Córdoba, Lima y San Francisco, hay mucho para poner en común compartiendo experiencias.