Institucionales
Alejandro Aimaretti, un dirigente de raza
El titular “santo”, Alejandro Aimaretti, aludió a la actualidad deportiva y social de San Isidro sin ocultar la ilusión de conseguir el ascenso a la Liga Nacional de básquet.
Empresario local pero fundamentalmente dirigente deportivo de raza, de esos que ejercen dicho rol por vocación en pos del crecimiento de la institución. Timonel del Club Atlético San Isidro que supo capear difíciles temporales – frenó aquel pedido de quiebra en 2001- y que desde hace varios años llevó a su entidad a “navegar por aguas más tranquilas”, es más, la instaló en una corriente de auténtico progreso.
Alejandro Aimaretti, desde hace más de dos décadas llevada adelante una próspera conducción, siempre acompañado de una capacitada dirigencia, sosteniendo inalterable el desarrollo de una señera institución con un sólido eje deportivo y social.
“Esta temporada salimos al mercado muy temprano y así contratamos a “Seba” (Sebastián) Porta, convencidos de que es la persona indicada para San Isidro”, dijo Alejandro.
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Abanico de deportes
“Siempre digo que San Isidro es un club con básquet y no de básquet, porque tenemos un montón de otras disciplinas, actividades y vida social”.
“El básquet femenino ha crecido mucho, también está el vóley, con los títulos provinciales conseguidos y que jugarán la Copa Argentina, además estamos proponiéndonos para ser sede de la Liga Nacional donde San Isidro va a participar.”
“Tenemos la escuela de natación, la actividad en la pileta climatizada, y próximamente abriremos la pileta olímpica, a lo que se le suma la escuela de pádel, de tenis. La verdad que San Isidro es un club deportivo y social que apuesta siempre al crecimiento permanente en todas las áreas y en todos los deportes”.
La bandera del básquet
No obstante, por su historia y repercusión nacional, en rigor de verdad, el básquet es el deporte insignia de la institución.
“Hace del 2001 que estoy trabajando en el club, siempre trabajando en distintas comisiones, con distintos compañeros de equipo. Empezamos a remontar en aquel Provincial B, que nos tocó disputarlo bien desde abajo y ganarlo, y a partir de ahí fuimos teniendo un crecimiento en el básquet profesional hasta la actualidad”.
“Pero lo que destaco en este tema, son los grupos de trabajo que se van formando porque realmente sin un equipo de trabajo, sin gente profesional en cada una de las áreas, el crecimiento va a tener un techo muy pronto”.
“Estamos muy satisfechos por el mercado que se hizo, muy contentos por el nuevo entrenador y los jugadores que llegaron. Ahora solo queda trabajar en el día a día para construir un gran equipo. Por historia y trayectoria tenemos la obligación de ser protagonistas”, destacó.
Obras de infraestructura
En sintonía con la renovación del plantel, un salto de calidad se observa con las mejoras realizadas en el estadio “Antonio Manno”.
“Hace años venimos trabajando con la gente del área de infraestructura de la ADC, que nos dan los lineamientos para hacer las reformas necesarias en el estadio y estar preparados para una eventual disputa de la Liga Nacional”.
“Este año hicimos una inversión importantísima con los tableros electrónicos, y los vestuarios nuevos, con las comodidades y la exigencia que se pide para disputar la Liga Nacional”.
Ilusión que se renueva
Conseguir el ascenso a la Liga Nacional es el objetivo declarado y por ende el club vuelve a ilusionarse en la nueva temporada.
“Nadie nos quita la ilusión de pelear por estar en la Liga Nacional. Como una vez estuvimos tan cerca de lograrlo, creemos que estamos en el proceso correcto como para volver a intentarlo nuevamente”.
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“Es complicadísimo porque de 32 equipos solamente al ascenso lo logra uno, pero la ilusión siempre está y vamos a seguir trabajando para algún día lograr ese gran objetivo”, cerró.