Tras la renuncia a recibir fondos del Estado, la Iglesia avanza en una reforma económica
La iglesia pondrá en marcha un nuevo programa llamado Fe que incluye una página de donaciones para el sostenimiento económico.
Luego de que en 2018 la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) anunciara su decisión de renunciar progresivamente a los fondos estatales -que actualmente representan unos 130 millones de pesos anuales- esta semana avanzó en su idea de generar nuevos mecanismos para financiarse y presentó el Programa de Financiamiento Eclesial (FE), destinado al desarrollo de donantes y fondos para solventar las tareas pastorales en el país.
Para el titular de la comisión episcopal para el Sostenimiento de la Acción Evangelizadora de la Iglesia católica, monseñor Guillermo Caride, ello "facilita la percepción de una Iglesia en el marco de una sociedad plural" que "no busca imponer" valores y creencias y, en ese camino, se avanza en una reforma económica.
Si bien el aporte que realiza el Estado -que se destina principalmente a pagar las asignaciones mensuales a obispos, párrocos de frontera y seminaristas diocesanos- cubre solamente el diez por ciento del presupuesto total de la Iglesia, es de gran ayuda para las diócesis más pobres.
En una entrevista con Télam, monseñor Caride -obispo auxiliar de San Isidro- cuenta detalles del nuevo programa -una propuesta multiplataforma que incluye una página nacional de donaciones- y habla de la implicancia política de la renuncia a los aportes en el marco de la relación entre el Estado y la Iglesia.
La iglesia pondrá en marcha un nuevo programa llamado Fe que incluye una página de donaciones para el sostenimiento económico.
Caride dijo: "El Programa Fe es una acción de comunicación de la iglesia, es comunicar lo que sucede en la misión, es darle voz y rostro a los protagonistas de esa misión".
Con esto quieren "generar una comunidad, un vínculo entre los protagonistas de la misión y los que destacan los valores y quieran donar apoyándola de una manera fácil".
Otro objetivo que tienen sostuvo el titular eclesiástico es fomentar la bancarización y admitir donaciones a través de estas alternativas que ayudará en la rendición de cuentas. "Además le estamos proponiendo a la gente que saque su recibo fiscal de la donación a través de la AFIP, todos elementos que van a ir generando una cultura de la transparencia", sostuvo.
Respecto del impacto de la decisión de renunciar al aporte estatal a través de la Secretaría de Culto permitió más allá de lo económico "mostrar con claridad cuál es la relación que deben tener iglesia y Estado".
Caride agregó sobre esta relación que "la definieron siempre desde la autonomía y colaboración del bien de la comunidad".
"Es bueno que el Estado respete las diferentes creencias en todo el territorio nacional, las distintas manifestaciones religiosas, que es respetar la conciencia de cada uno de los ciudadanos, que valore lo religioso como algo importante porque manifiesta los valores trascendentes del hombre, hace a su dignidad, al entramado comunitario y es una parte importantísima de la identidad del pueblo y su cultura", especificó.
La relación entonces "buscan que no pase por lo económico" y sentenció: "Creemos que el Estado debe facilitar que los ciudadanos donen, y que se les reconozcan esas donaciones para las deducciones impositivas. Ese es el rol del Estado, facilitar las donaciones pero no sostener determinado culto; en nuestro caso la Iglesia católica".
Por otro lado comentó que "no tener vínculo económico facilita la percepción social acerca de los valores que promueve la iglesia y que no buscan se impongan a nadie y tampoco que cooptan al Estado para imponer el credo".