Tomás Perotti: “Fue una experiencia muy gratificante”

Para la 25ª edición del Rally “Ciudad de San Francisco”, Tomás Perotti decidió correr en la divisional Maxi Rally y manejar en competencia un auto de tracción integral por primera vez. La adaptación no fue nada fácil, pero con el correr de los kilómetros, encontró los límites de su máquina y fue protagonista en cada tramo desarrollado, pero en la jornada dominical, un fallo mecánico le jugó una mala pasado y debió abandonar la carrera.

“Tomi” se impuso en la pasada vespertina de Santa Clara de Saguier y se dio el lujo de liderar la general de la Maxi Rally hasta que debió abandonar. 

En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, Tomás Perotti contó sus sensaciones post rally y manifestó su felicidad de luchar por la clasificación general durante todo el fin de semana.

¿Se cumplieron tus expectativas?

Sí, fue una experiencia muy gratificante. Competimos contra los mejores, y cuando me preguntaste la semana anterior dónde me veía, nunca pensé que llegaría a estar peleando la general. Salimos con un ritmo muy conservador y tuvimos problemas de frenos en los primeros tramos, pero al ver los tiempos y notar que estábamos bien posicionados, comenzamos a mejorar con el correr de los kilómetros. Luego, cuando me encontré con una ventaja de más de tres minutos, empecé a regular. En Bauer y Sigel intenté hacer las cosas normales, pero no me salieron bien. Aunque tuve problemas, estoy contento con lo que logramos y con el ritmo que pudimos mostrar. Ojalá el año que viene encontremos el apoyo para hacer más fechas en ese tipo de autos.

¿Cómo fue la adaptación a un auto de tracción integral?

Me costó mucho adaptarme. Fue el auto con más potencia que he manejado, y eso me llevó tiempo para acostumbrarme. Mi cabeza tenía que adaptarse a los nuevos radios ideales y a dónde podía pasar. Venía más acostumbrado a tracción simple, donde las líneas son distintas. Trabajamos mucho con un ingeniero para entender dónde frenar y todo lo demás. Aunque al principio todo parecía muy lejano, con el tiempo me fui afianzando en el auto. Es un auto muy divertido, aunque llegaba al final de los tramos con las piernas temblando. Estoy contento con la experiencia.

¿Hay algún tramo en particular que destacarías?

A lo largo de la carrera, me di cuenta de que me gustaron todos los tramos. En Santa Clara estuve muy cerca de la punta, y fue uno de los que más disfruté. No obstante, me hubiese encantado terminar en Plaza San Francisco, ya que venía con la idea en mente, pero se dio de otra forma. Hay que aprender que con estos autos siempre hay desafíos y que soy joven, así que es parte del proceso de adaptación. Me alegra mucho saber que en el parque de asistencia hubo tristeza cuando se enteraron de que abandonábamos. Eso significa que la gente estaba con nosotros.

¿Cómo fue la sensación de tener que abandonar, sabiendo que faltaban pocos kilómetros para terminar la carrera?

Fue una sensación difícil. Ya teníamos el 80% de la carrera en el bolsillo, pero las cosas no se dieron. Después, uno trata de mirar hacia atrás y ver todo lo que logramos. Hubo pocos pilotos de San Francisco que hayan peleado así en la categoría más grande, como Orlando Clavero o Marcos Benedetto, así que me siento contento por la oportunidad. Luchar contra grandes nombres del Rally Cordobés, como Mauro Cravero o Hernán Echeverría, es un mérito en sí mismo. Le doy mucho crédito a mi equipo, a mi viejo, y a todos los chicos que me ayudaron. El problema que tuvimos fue un fallo mecánico que no se podía prever, así que no fue culpa de nadie. Yo me dediqué a aprender del auto y a enfocarme en la hoja de ruta. Fue una gran experiencia organizativa y de aprendizaje para mí.