“Sufrimos en un montón de aspectos”
El vicepresidente de San Isidro, Alejandro Aimaretti, analizó la difícil temporada de los "Halcones Rojos" en la Liga Argentina y advirtió que si no cuentan con el respaldo económico necesario no jugarán el próximo torneo.
Aquel domingo 8 de abril cuando San Isidro perdió como local ante Oberá TC que determinó que el equipo de Pagura termine en el puesto 13 en la Conferencia Norte y en consecuencia conserve la categoría y a su vez deje de competir, hoy sigue muy latente en la mente de Alejandro Aimaretti, vicepresidente del club "Santo", que analizó la temporada de los "Halcones Rojos" en la Liga Argentina de Básquetbol y admitió: "Sufrimos en un montón de aspectos".
"La verdad que fue una temporada que la sufrimos en un montón de aspectos, fue la peor temporada desde que volvimos a hacer básquet profesional y eso caló muy hondo en el día a día, en el ánimo de los dirigentes", manifestó Aimaretti en el comienzo de la charla con LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Si te ponés a analizar un poco, ya con los hechos consumados, lo más fácil es decir que fue culpa de las lesiones, pero eso es una excusa. Creo que hubo grandes errores en la conformación del plantel. Le erramos en casi todos los extranjeros que trajimos, inclusive Durley, que tuvo una flojísima temporada, fue de mayor a menor, y terminó muy mal. Solamente en el final del torneo llegó Okoye e hizo su aporte. Pero tanto Báez, Carter y Stibbins dejaron muchísimo que desear", aseguró.
Al tiempo que analizó: "Sin duda que la lesión de Santiago (González) nos resintió la estructura del equipo. Germán (Sciutto) le puso todo el empeño y salió adelante, después Felipe (Pais) tomó la decisión de operarse, pero tranquilamente podría haber jugado infiltrado los meses que faltaban, pero bueno, él tomó esa decisión".
"Después hubo rendimiento individuales que no estuvieron a la altura de lo que esperábamos. Además, el equipo nunca tuvo una identidad de juego, es decir desde el cuerpo técnico no pudieron marcar un estilo para jugar. Creo que lo mejor que se vio de San Isidro, quizás es cómico, fue en el Súper 8 y en el viaje a Uruguay (torneos de pretemporada) donde el rendimiento del equipo nos entusiasmó a todos. Se jugaron muy buenos partidos contra Atenas, Instituto y Macabi", recordó Aimaretti.
"Cuando empezó la competencia oficial, en el rodaje del torneo ganábamos de local, sin mostrar demasiado y jugando a nada, y de visitante era imposible conseguir un triunfo", agregó.
"Después del receso por las fiestas, el 4 de enero el equipo vuelve al trabajo, nos juntamos con otros dirigentes para hablarle al cuerpo técnico y a los jugadores, le expresamos nuestra preocupación y le dijimos que no subestimen la situación. Yo pensaba que cuando el equipo sufra una derrota como local se iba a venir abajo, y eso fue lo que pasó", recordó.
"En esa charla todos dijeron que íbamos a salir adelante con trabajo, pero evidentemente nunca se encontró la identidad y encima llegó la lesión de Santiago (González). En cuanto a los juveniles es verdad que jugaron, pero a mi criterio no tuvieron el rodaje que esperaba. Sin dudas que Tomás Rossi, Agustín Pérez Tapia y Hans Feder Ponce tienen una gran proyección, pero necesitan más trabajo y confianza, para que puedan soltarse y jugar, que es lo que pretendemos", sostuvo.
"Terminamos la Liga con un plantel corto, nos faltaba una ficha U23 desde que se fue Peralta y una mayor por la salida de Pais, pero en el mercado no había jugadores, buscamos por todos lados, nos ofrecían jugadores del Torneo Federal o de 38 o 40 años, era una situación complicada, tratamos siempre de dar lo mejor de nuestra parte, pero cuando la cosa viene mal, es increíble, pero te empieza a salir todo mal", se lamentó.
"Perdimos partidos increíbles como en Paraná contra Echagüe o los últimos acá contra Mitre y Oberá TC. Creo que en ese momento la cabeza de los jugadores era un factor en contra porque costaba muchísimo cerrar los partidos", consideró.
Al preguntarle que significó ver a su hijo en cancha, el ala pivote Tomás Aimaretti, comentó que "este tema me planteó un disyuntiva, por mi rol en el club no quería que juegue en San Isidro por ser el hijo del dirigente, ya que eso siempre se va a prestar a una mala interpretación. Pero después, cuando el cuerpo técnico lo invitó entrenar y como faltaba una ficha U23 se sumó al plantel. Después los minutos que logró jugar fue mérito de él porque demostró que podía estar. Obviamente que ver a un hijo vestir la camiseta del club que amo es un regalo que me dio la vida, fue una gran alegría y toda la familia lo apoyó".
La salida de Pagura
"Antes de contratar a Pagura teníamos la experiencia del contrato con Arduh que había sido por dos años (dirigió a San Isidro una sola temporada) entonces a Pagura le hicimos un contrato por cuatro años, pero todos los años se reveía y teníamos la posibilidad de cortar el vínculo contractual porque había cláusulas que lo permitían", explicó el dirigente de la institución "santa".
"Por eso esperamos que termine la temporada e hicimos uso de esa cláusula para interrumpir el contrato de Pagura. Nos obstante, desde el punto de vista de los dirigentes permanentemente hicimos autocrítica de la situación y en un momento hablamos con él (Julián Pagura) antes de jugar contra Tiro Federal y le pusimos un plazo a su continuidad, que era ese partido. A ese juego lo perdimos, desde la dirigencia buscamos otro técnico, un plan 'b', pero no encontramos una propuesta superadora. Después del partido hablamos con Pagura, notamos que tenía fuerza para salir de esa situación y decidimos renovarle la confianza. Siempre pensando en lo mejor para el club", detalló.
"Quedé con una excelente relación con Julián Pagura, fue un técnico muy laburador, honesto en la manera de trabajar, pero que nunca le encontró la vuelta al equipo. Tiene un largo camino por delante como entrenador y tiene que aprender de todo lo que le pasó en San Isidro, creo que le costó más la relación con los jugadores mayores, es decir manejar el vestuario en el día a día. Ese es un aspecto en el cual Pagura tendrá que mejorar".
El temor al descenso
"La verdad que sentimos muchísima presión y vivimos días muy feos. Nunca viví una situación así, uno toma esto como una responsabilidad muy grande, tratando de sumar horas de trabajo para que las cosas mejoren. Y solamente con pensar que se podía repetir la historia de que San Isidro descienda iba a ser algo muy difícil de digerir", admitió Aimaretti.
"Sinceramente al equipo no le veía reacción y si llegábamos a ir a un play out (contra el peor de la Conferencia Sur) no sé que pasaba... por suerte terminamos la temporada de la mejor manera, en el puesto 13, entonces dejamos de competir y conservamos la categoría. Fue un desahogo muy grande", aseguró uno de los dirigentes más importantes de la historia de San Isidro.
El campeonato económico
Sobre este delicado tema, Aimaretti sostuvo que "soy vicepresidente de la comisión directiva pero también hay un grupo de cuatro personas que manejamos el básquet profesional. Hicimos una autocrítica entre todos los dirigentes para corregir lo que se hizo mal y que esto que pasó nos sirva como experiencia. San Isidro terminó de competir el 8 de abril y nosotros el día 9 comenzamos a trabajar en lo que llamamos el campeonato económico y así poder cumplir con todas las obligaciones".
"La verdad que está muy duro poder cumplir con todo. San Isidro es un club que recorre todo el país y es un embajador de la ciudad, pero se hace muy difícil competir contra equipos que tienen un ayuda muy grande de los gobiernos provinciales y municipales. Este no es el caso de San Isidro, ya que el apoyo gubernamental recién comienza a llegarnos el mes que viene, según lo que nos prometieron en la temporada pasada", explicó.
"El apoyo que tenemos de la municipalidad de San Francisco aún no se efectivizó y si lo comparamos con la municipalidad de Villa María, Ameghino recibe tres veces más que nosotros. Tan complicada es la situación que nos vamos a reunir con los principales auspiciantes que tenemos, con el gobierno provincial y municipal, y si no tenemos el apoyo que necesitamos, es decir no reunimos el presupuesto, no vamos a jugar la próxima Liga Argentina", disparó Aimaretti.
"Siempre dije que San Isidro es un club con básquet, y no de básquet, ya que hay un montón de actividades. Por eso, si no tenemos un apoyo sostenido gubernamental y municipal no vamos a jugar porque no queremos tener problemas económicos. El presupuesto de la temporada 2017/2018 de San Isidro fue de siete millones de pesos y en esta temporada nos hemos atrasado un mes en el pago de sueldos, tenemos los recursos, pero no los hemos cobrado en tiempo y forma", explicó.
¿Puede volver Beltramo?
"Nos ofrecieron a un montón de entrenadores, en total 37, si es que jugamos la próxima temporada de la Liga Argentina ya tenemos en mente un terna de técnicos preferidos. Creo que si seguimos haciendo básquet profesional, por todo lo que hizo 'Pirincho' Beltramo por el club merecería volver a dirigir a San Isidro".
"Personalmente tengo una amistad con él, cuando los dirigentes estuvimos en Paraná tuvimos la oportunidad de charlar con 'Pirincho'. Considero que tiene una forma de trabajar muy buena, le dio mucho a San Isidro y todos los años que estuve a su lado aprendí muchísimo. Mis primeros pasos como dirigente de básquet fueron al lado de 'Pirincho' y creo que se merece otra oportunidad en el club porque nos brindó una estructura sólida con jugadores sin tanto renombre", manifestó por último Aimaretti.