"Solo Dios me saca de la silla presidencial", dijo Bolsonaro tras cuatro días internado
El presidente de Brasil habló con los periodistas al dejar el Hospital Vila Nova Star de San Pablo donde fue intervenido por una obstrucción intestinal. "Tuve que someterme a una dieta, hice lo que tenía que hacer. Quería irme desde el primer día, pero no me dejaron", afirmó.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, recibió el alta este domingo a la mañana, tras permanecer cuatro días internado en el Hospital Vila Nova Star de San Pablo por una obstrucción intestinal.
"El señor presidente de la República, Jair Messias Bolsonaro, recibió el alta hoy del Hospital Vila Nova Star; estaba internado desde el miércoles 14 de julio para tratar de un cuadro de subostrucción intestinal", dice el boletín médico divulgado por el centro hospitalario, reportó la agencia de noticias Sputnik.
"Tuve que someterme a una dieta, hice lo que tenía que hacer. Quería irme desde el primer día, pero no me dejaron. Espero que de aquí a unos diez días pueda estar comiendo un churrasco de costilla", dijo el presidente a periodistas, al salir caminando del hospital privado Vila Nova Star.
"Voy a estar en la presidencia mañana", afirmó este domingo el mandatario.
La externación del mandatario fue anunciada casi como un hecho ayer por el cirujano Antonio Macedo, luego de que el mandatario evolucionara favorablemente tras la oclusión intestinal, que en un primer momento hizo que se evaluara una intervención quirúrgica.
El mandatario de 66 años fue internado el miércoles para "tratar un cuadro de suboclusión intestinal" y "seguirá con seguimiento ambulatorio", señaló el último boletín del hospital.
A pesar de estar hospitalizado, Bolsonaro siguió al mando del Ejecutivo y muy activo en las redes sociales, publicando fotos y comentando temas políticos, como la investigación contra su Gobierno en una comisión del Senado (CPI) por posibles irregularidades en la compra de vacunas anticoronavirus.
"La CPI está todo el tiempo acusándome de corrupto. No compré, no pagué", afirmó en declaraciones a la prensa durante más de media hora y sin lucir tapabocas.
Bolsonaro también defendió a su exministro de Salud, el general Eduardo Pazuello, cuya gestión es duramente cuestionada por la comisión investigadora de la gestión de la pandemia del Senado.
"¿Quieren derribar el Gobierno? Ya dije que solo Dios me saca de la silla presidencial", expresó Bolsonaro, quien aspira a un segundo mandato en las elecciones de 2022, para las que el expresidente izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva es el favorito.
Bolsonaro fue internado tras sufrir un dolor abdominal agudo y una crisis de hipo que ya duraba más de diez días.
Debido una puñalada que recibió en el abdomen durante su campaña presidencial en 2018, Bolsonaro pasó por cuatro cirugías que crearon un cuadro en su salud más vulnerable a sufrir adherencias en el intestino.
El quebranto de salud de Bolsonaro surge en un contexto de erosión de su popularidad y tensiones políticas, con sospechas de corrupción en contratos negociados por su gobierno para adquirir vacunas destinadas a combatir la pandemia de coronavirus, que deja más de 540.000 muertos en Brasil.
"El señor presidente de la República, Jair Messias Bolsonaro, recibió el alta hoy del Hospital Vila Nova Star; estaba internado desde el miércoles 14 de julio para tratar de un cuadro de subostrucción intestinal", dice el boletín médico divulgado por el centro hospitalario, reportó la agencia de noticias Sputnik.
"Tuve que someterme a una dieta, hice lo que tenía que hacer. Quería irme desde el primer día, pero no me dejaron. Espero que de aquí a unos diez días pueda estar comiendo un churrasco de costilla", dijo el presidente a periodistas, al salir caminando del hospital privado Vila Nova Star.
"Voy a estar en la presidencia mañana", afirmó este domingo el mandatario.
La externación del mandatario fue anunciada casi como un hecho ayer por el cirujano Antonio Macedo, luego de que el mandatario evolucionara favorablemente tras la oclusión intestinal, que en un primer momento hizo que se evaluara una intervención quirúrgica.
El mandatario de 66 años fue internado el miércoles para "tratar un cuadro de suboclusión intestinal" y "seguirá con seguimiento ambulatorio", señaló el último boletín del hospital.
A pesar de estar hospitalizado, Bolsonaro siguió al mando del Ejecutivo y muy activo en las redes sociales, publicando fotos y comentando temas políticos, como la investigación contra su Gobierno en una comisión del Senado (CPI) por posibles irregularidades en la compra de vacunas anticoronavirus.
"La CPI está todo el tiempo acusándome de corrupto. No compré, no pagué", afirmó en declaraciones a la prensa durante más de media hora y sin lucir tapabocas.
Bolsonaro también defendió a su exministro de Salud, el general Eduardo Pazuello, cuya gestión es duramente cuestionada por la comisión investigadora de la gestión de la pandemia del Senado.
"¿Quieren derribar el Gobierno? Ya dije que solo Dios me saca de la silla presidencial", expresó Bolsonaro, quien aspira a un segundo mandato en las elecciones de 2022, para las que el expresidente izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva es el favorito.
Bolsonaro fue internado tras sufrir un dolor abdominal agudo y una crisis de hipo que ya duraba más de diez días.
Debido una puñalada que recibió en el abdomen durante su campaña presidencial en 2018, Bolsonaro pasó por cuatro cirugías que crearon un cuadro en su salud más vulnerable a sufrir adherencias en el intestino.
El quebranto de salud de Bolsonaro surge en un contexto de erosión de su popularidad y tensiones políticas, con sospechas de corrupción en contratos negociados por su gobierno para adquirir vacunas destinadas a combatir la pandemia de coronavirus, que deja más de 540.000 muertos en Brasil.