Sobre la situación del arbolado urbano
Si los árboles son cuidados en las veredas y en las plazas, el estándar de vida saludable es más factible de alcanzar. Conseguir armonizar los criterios urbanísticos con los ambientales es una obligación de cualquier comunidad, especialmente de sus autoridades.
Un informe periodístico de un medio cordobés dio cuenta de que en
el sector céntrico de la capital provincial falta un cuarto de los árboles de
las veredas y espacios verdes. El relevamiento fue realizado por la
municipalidad de la segunda ciudad del país y se verificó este alto porcentaje
de incumplimiento de las ordenanzas en materia de arbolado, señalándose que en
muchos casos ni siquiera están emplazadas las cazuelas que deberían albergar a
los ejemplares arbóreos.
El dato surgido en Córdoba obliga a reflexionar también sobre la situación del arbolado urbano en nuestra ciudad y en las poblaciones vecinas. En San Francisco hemos sido testigos de una fuerte polémica reciente por el cambio de lugar de varios árboles ubicados en la plaza Cívica cuando comenzaron las obras de la Tecnoteca. Sin embargo, son pocos los reclamos para que los frentistas coloquen árboles en sus veredas, algo que está legislado y debe cumplirse.
Para más, algunas podas mal hechas, la erradicación de especies y falta de reposición, maltrato y descuido son conductas evidentes en una ciudad en la que sus habitantes decían estar orgullosos de todos los "verdes" que poseían, "y no sólo por la casaca de fútbol que los representa", dijimos en esta columna en alguna oportunidad.
Si los árboles son cuidados en las veredas y en las plazas, el estándar de vida saludable es más factible de alcanzar. Conseguir armonizar los criterios urbanísticos con los ambientales es una obligación de cualquier comunidad, especialmente de sus autoridades. Porque una de las defensas más importantes para la vida es la existencia de un arbolado sólido y frondoso que cumpla con sus conocidas funciones.
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Es necesario, entonces, recordar que la presencia de los árboles en calles y plazas hace de estos lugares espacios favoritos para el ocio, el encuentro y la relajación, aspectos fundamentales que enriquecen una urbe moderna y la distinguen como tal. Pero también cumplen con una función ambiental esencial para que la vida en la ciudad sea más confortable y sustentable. Varias de estas podas no tienen fundamentos. Son intempestivas y dañan aquellas funciones del arbolado que son esenciales para una comunidad.
Será entonces necesario insistir y exigir que la conservación de los árboles en todos los barrios de la ciudad y también en el centro respondan a criterios técnicos firmes y claros y que la política de cuidado de los ejemplares sea una prioridad de las autoridades municipales.
Solo de esta manera se estarían generando condiciones para que la preservación del arbolado sea correcta. Es decir, haciendo cumplir las ordenanzas en la materia y cumpliendo con las prácticas que aconsejan los expertos en forestación urbana. Por ello, convendría llevar adelante un censo de árboles similar al que se realizó en Córdoba para tener un diagnóstico certero de la situación y actuar en consecuencia.