Historia de vida
Síndrome de Down: “Se habla mucho de educación inclusiva, pero no se hace”
Lo aseguró Marcela Martinengo, docente y mamá de una joven con esta condición. En el marco del Día Mundial del Síndrome de Down, analizamos la importancia de lograr una verdadera inclusión en la escuela y en todos los ámbitos sociales.
Por Isabel Fernández | LVSJ
Uno de los derechos de las personas con Síndrome de Down es la educación inclusiva con los apoyos necesarios, pero, para que haya verdadera inclusión, es importante el compromiso de toda la sociedad.
Cada 21 de marzo se celebra el Día Mundial de las Personas con Síndrome de Down y en ese marco la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra) presentó una nueva campaña que invita a la sociedad a cambiar la mirada: dejar de centrarse en los diagnósticos y los estereotipos para poner el foco en las personas.
Pocos días atrás la reacción violenta de una mamá de un niño con Síndrome de Down contra una maestra de la escuela primaria Río Negro, conmocionó a los sanfrancisqueños y nos hizo reflexionar sobre la importancia de lograr una verdadera inclusión.
Marcela Martinengo es docente jubilada y una mamá que, como todas, busca que su hija Leticia Daghero con Síndrome de Down desarrolle todas sus capacidades. LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con Marcela, quien analizó la situación desde su experiencia de haber enviado a su hija durante la primaria a una escuela común.
La familia vive en Saturnino María Laspiur y actualmente Leticia, de 17 años, asiste a Apadim en San Francisco donde cursa 5° año y recibe estimulación para la socialización.
“Lamentablemente se habla mucho de educación inclusiva, pero no se hace, no hay inclusión, queda en los papeles, en proyectos. Creo que para que exista verdadera inclusión la escuela común debería ser más abierta y atender a la diversidad, porque las personas con Síndrome de Down tienen capacidades, pero no se las estimula”, consideró Marcela.
Añadió: “Creo que fue un error garrafal haberla llevado a la escuela común. Sentí que en la escuela no se la tenía en cuenta, ella es muy callada. Mi hija en los recreos estaba siempre sola, yo la veía porque trabajaba en la misma escuela”
“En el aula no hacían adaptaciones, venía la maestra integradora y en las horas que estaba la maestra integradora ella trabajaba y si no ella miraba el techo o los compañeros. Nunca preparaban actividades adaptadas para ella”, manifestó.
Desde su visión como docente, Marcela aseguró que actualmente “aunque la formación decayó, los docentes están preparados para atender la diversidad. Ahora los niños están etiquetados y no se ve a la persona. Hay chicos que son buenos en matemáticas, quienes entran sabiendo leer, otros que leen recién en cuarto grado, hay un abanico de capacidades y cada uno va a su ritmo, pero no tienen un certificado de discapacidad y entonces con ellos se trabaja. En los casos en los que hay certificado creo que no se enfocan especialmente”.
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“Puedo asegurar que quienes tienen esta condición logran muchos avances a su ritmo, si se atiende a la diversidad y es hermoso. Todo depende de la predisposición de los docentes y cómo lo encara el equipo directivo, porque si ponen una integración con 30 chicos en el aula, obvio que la maestra no va a hacer magia, cada integración equivale a seis chicos en el aula”, dijo.
Marcela afirmó que los chicos con Síndrome de Down “también tienen diferentes ritmos, hay algunos que son más rápidos y otros que tienen marcadas aptitudes por ejemplo para la natación y el baile, como Leticia que conoce todas las letras, pero habla muy poco y por eso se estimula más su parte social, interactuar les hace bien”.
Asimismo, aclaró: “Hay excepciones porque en las escuelas chicas, rurales con pocos alumnos, la enseñanza es más personalizada y se pueden atender los casos”.
“Quienes tienen Síndrome de Down son personas, y hay que tratarlos como tal, son seres humanos. Este es un mensaje para toda la sociedad y también para los gobernantes. Que se los tenga más en cuenta en el momento de planificar actividades, que sean inclusivas y que puedan integrarlos en la escuela, en el ámbito laboral, en todo”, finalizó.