Bowling
Sergio Barbero: “Mi meta es estar entre los mejores 12 del país”
El sanfrancisqueño continúa su camino en el bowling nacional y apunta a mejorar su desempeño en el Campeonato Argentino de palos chicos. Tras un 2024 con importantes logros, su meta es consolidarse entre los mejores jugadores del país.
El bowling es un deporte con historia en San Francisco, aunque en la actualidad ya no cuenta con pistas en la ciudad. A pesar de esto, Sergio Barbero logró destacarse en el circuito nacional, compitiendo en la especialidad de palos chicos y representando a la ciudad en distintos torneos. En diálogo LA VOZ DE SAN JUSTO, el bolista repasó su trayectoria, los desafíos que enfrenta y sus objetivos para este 2025.
Los inicios en el bowling y la evolución de la disciplina
“Empecé a jugar al bowling en el año 2000, cuando en San Francisco había pistas de palos chicos en Bv. 25 de mayo”, recordó Barbero. “Este deporte tiene dos especialidades: palos grandes, que es el que se juega con bolas perforadas como en Estados Unidos, y palos chicos, que es más común en Argentina, con bochas más pequeñas, pero con un reglamento y una puntuación muy similares”.
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El cierre de las pistas locales en 2007 significó un parate: “Me alejé porque no tenía dónde jugar. Pero después de la pandemia hubo un resurgir de la especialidad de palos chicos en varias provincias, como Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y el sur de Córdoba. Ahí volví a competir, aunque todas las sedes me quedan lejos desde San Francisco”.
Una trayectoria en ascenso
Barbero compite tanto en la especialidad de palos grandes como en la de palos chicos. En la primera, su mayor logro fue una medalla de bronce en el Campeonato Argentino 2018 disputado en Río Gallegos.
“El 2024 fue un año de muchos logros. Viajé más de 20.000 kilómetros para competir y llegué a varias finales. Coroné el año con mi participación en el Campeonato Argentino en Mar del Plata, donde terminé en el puesto 17 entre los mejores jugadores del país”, comentó.
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Este 2025 arrancó de la mejor manera para el sanfrancisqueño, con un título en Olavarría: “Es la ‘meca’ del bowling de palos chicos en Argentina. Ahí gané un torneo con 127 participantes, incluidos campeones y subcampeones nacionales. Fue una gran satisfacción y me ayuda a ser más reconocido en el ambiente”. Además, hace pocos días, logró el subcampeonato en un torneo en Lincoln.
La falta de infraestructura en San Francisco
Una de las mayores dificultades que enfrenta Barbero es la ausencia de pistas en la ciudad: “Hoy lo más cerca que tengo para jugar es Rufino, que está a 400 kilómetros. Después, Lincoln, Huinca Renancó, Santa Rosa, y todas las localidades de la provincia de Buenos Aires están a entre 500 y 1.000 kilómetros de distancia”.
La posibilidad de recuperar el bowling en San Francisco es compleja: “Es un deporte que requiere mucha superficie y el costo de inversión es alto. Antes se usaban ‘parapalos’ humanos, pero eso trajo problemas laborales y legales. Ahora, con las máquinas automáticas, el mantenimiento es más económico, pero el alquiler de un local comercial es difícil de sostener. La mejor opción sería que un club lo incorpore como disciplina, pero hoy no hay un proyecto concreto en la ciudad”.
El gran objetivo de 2025
Con un año prometedor por delante, el bolista local ya tiene claro su objetivo principal: “Quiero mejorar mi desempeño en el Campeonato Argentino de palos chicos. El año pasado terminé 17°, y este año quiero meterme entre los 12 finalistas que definen el título. Es un desafío difícil, pero voy a prepararme lo mejor posible para lograrlo”.
Mientras tanto, seguirá compitiendo en torneos durante la temporada. Su próximo compromiso será el 23 de febrero en Lincoln, en un torneo de parejas junto a su compañero Fernando Dell Avanzatto. Luego, en marzo, viajará a General Madariaga para medirse con algunos de los mejores jugadores del país.