Ser adulto mayor en San Francisco: alternativas y posibilidades en esta etapa de la vida

Ayer, 1 de octubre se conmemoró el Día Internacional de las Personas Mayores, fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas. 

Este año, la 33ª celebración del Día Internacional de las Personas de Edad (así denomina a la efeméride el sitio web de la ONU) se centra en el tema "cumplir las promesas de la Declaración Universal de Derechos Humanos para las personas mayores: entre todas las generaciones". Según se afirma “se hace hincapié en la particular situación de las personas de edad en todo el mundo; en cuanto al disfrute de sus derechos a cómo hacer frente a las violaciones de los mismos, y cómo el fortalecimiento de la solidaridad a través de la equidad y la reciprocidad entre generaciones ofrece soluciones sostenibles para cumplir la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Anteriormente a esta declaración, existían iniciativas como el Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento, que fue adoptado por la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento en 1982 y que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó ese mismo año.

En este contexto, es incuestionable que una vida más larga trae consigo oportunidades, no sólo para las personas mayores y sus familias, sino también para la sociedad en su conjunto. Los años adicionales brindan la oportunidad de realizar nuevas actividades, como la educación superior, una nueva vía profesional o la búsqueda de una pasión largamente olvidada. Las personas mayores también contribuyen de muchas formas a sus familias y comunidades.

Consejo del Adulto Mayor

En San Francisco, desde 2009, se vienen aplicando diversas acciones vinculadas con la importancia de atender los requerimientos de aquellas personas que están alejadas de una vida activa en cuanto culminaron su etapa laboral, a partir de actividades que tienen que ver con la formación, integración, recreación y esparcimiento.

Por ello, el 21 de abril de ese año, se creó en nuestra ciudad el Consejo Municipal del Adulto Mayor a partir de la sanción de la ordenanza N° 5834. Mientras, el 4 de agosto de 2012, se sancionó la ordenanza N° 6248 que permite ampliar el número de representantes por centro de jubilados que conforma este organismo.

Actualmente, el Consejo Municipal del Adulto Mayor está integrado por representantes de los Centros de Jubilados Independencia, ATE, Sección Sur, Dos Hermanos, Casa del Jubilado, Bouchard, Jardín, 9 de Septiembre, Hospital y San Benito.

Para conocer mayores detalles acerca del funcionamiento del este organismo y las diversas alternativas que las personas mayores de nuestra ciudad tienen para llevar adelante una vida activa y provechosa, independientemente de la edad que tengan, LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con el director general de Gobierno, Carlos De Rosa; el coordinador de la Secretaría de Políticas Sociales, Adrián Moyano, Otilia Maurizio, del Centro de Adultos Mayores de barrio Jardín y Graciela Acosta, del Centro de Adultos Mayores del barrio Hospital.

En un principio, De Rosa comentó que “la idea de la creación de este consejo siempre apuntó a contener a los adultos mayores dentro de un contexto que permita brindarles espacios donde realizar actividades que les permitan expresarse de acuerdo a las diversas habilidades que tengan y, de esa manera, mantenerse activos a lo largo de esta etapa de la vida”. Además, comentó que “mientras muchos consideran a estas personas como adultos mayores nosotros preferimos definirlos como adultos con adolescencias acumuladas”.

Un elemento que llamó la atención de las autoridades municipales en torno al resultado logrado en la aplicación de políticas destinadas a brindar espacios de participación para las personas de esta franja etaria es que “siempre tuvimos que ir por más”.

Un ejemplo de esto último lo marcó el desarrollo del ciclo Domingos Diferentes que fue evolucionando debido al crecimiento de la demanda. Se trata de un ciclo que comenzó tímidamente en un salón de la Dirección de Cultura. Luego, por una demanda de mayor espacio, se trasladó al salón de la Asociación Mutual Árabe hasta que la llegada del Superdomo generó el ámbito ideal para que este encuentro perdurase en el tiempo y se consolidara como una cita obligada, mes a mes, para los adultos mayores.

Actualmente, unas 700 personas participan cada convocatoria del ciclo y disfrutan de la presencia de diversos artistas, tanto locales como consagrados a nivel provincial y nacional como fue el caso de Fernando Bladys y el Negro Videla”. Además, De Rosa comentó que en todo este tiempo “nuestros adultos mayores nos viven pidiendo que generemos actividades y en nuestro caso tenemos que estar a la altura de esas demandas”.

Por otra parte, el funcionario municipal agradeció “a los tres intendentes, Martín Llaryora, Ignacio García Aresca y Damián Bernarte por haber puesto en marcha estos programas y haberlos convertido en una política de Estado, por lo que, seguramente, van a perdurar”.

Luego, Adrián Moyano agregó que “si bien actualmente nuestros adultos mayores realizan actividades en distintos talleres como folklore, gimnasia, memoria, siempre piden algo más porque quieren estar ocupados haciendo algo”. En ese sentido, explicó que “tienen la posibilidad de participar de un ciclo de actividades acuáticas utilizando durante todo el año el natatorio del Club Atlético San Isidro a través de clases de natación”. 

“Es importante agradecer a todos los profesores de la municipalidad que se brindan de una manera muy especial generando un canal de contención importante para nuestros queridos adultos mayores”, dijo. Añadió que “en el curso de folklore debemos reconocer a los profesores Mario y Cecilia Bessone; el profesor de Gimnasia, Maximiliano Romero y las encargadas del Taller de la Memoria, Carolina Caffaro y Betiana Sández y Virginia Pizzi a cargo del Coro Francisco”. 

¿Se viene el “abuelazo”?

Dentro de las demandas que periódicamente reciben las autoridades, se afirmó que “nos están pidiendo que pongamos en práctica el “abuelazo” en San Francisco tal como se viene haciendo en Villa Carlos Paz, así como también en otros destinos del país”, dijo Moyano.

Al respecto, resaltó que “estamos trabajando para la organización de un evento como este que, seguramente, podrá comenzar a realizarse a partir del año próximo. Habrá que determinar bien la fecha, pero indudablemente podremos llevarlo adelante”.

En otro orden, explicó que “mantenemos un contacto permanente” con los integrantes del Consejo Municipal del Adulto Mayor desde donde reciben diversas inquietudes. “Nos piden muchas cosas y eso refleja el interés que tienen por continuar haciendo cosas en esta etapa de la vida” explicó Moyano, quien agregó que “son los primeros en participar en las diferentes actividades que se organizan desde la municipalidad. El acompañamiento de ellos para con nosotros es permanente, con respuestas inmediatas a cada una de las propuestas que les formulamos”.

La participación de los mayores

Otilia Maurizio es vecina de barrio Jardín. Tiene 68 años. Si bien comenzó a formar parte del Consejo Municipal del Adulto Mayor durante 2023, es jubilada como profesora de Danzas Nativas, actividad que aún hoy continúa desarrollando. Igualmente, se desempeñaba como comerciante.

Para algunos, el paso de la vida laboral a la jubilación puede resultar traumático. Sin embargo, este no ha sido el caso de Otilia quien aseguró que “la jubilación no me costó para nada porque siempre estuve en contacto con diversas comisiones y grupos de instituciones. Nunca había trabajado con los adultos mayores y sin embargo me siento muy bien porque se recibe mucho amor brindando compañía y además vamos recibiendo enseñanzas de la vida de muchas personas”.

No dudó en asegurar que “se siente muy bien” integrar el grupo de adultos mayores, porque “se forman lazos de amistad muy profundos”. Afirmó que “es muy emocionante ver llegar a muchos con sus sueños y anhelos. Eso da mucho gusto. Cada invitación que nos hace Adrián (Moyano) para nosotros es una alegría inmensa que permite renovar las energías y las ganas de muchas personas”.

Graciela Acosta tiene 70 años y antes de jubilarse trabajaba en el Cottolengo Don Orione y en el Hogar de Ancianos “Enrique J. Carrá” cuidando personas y realizando diversas tareas en ambas instituciones.

Tampoco para Graciela fue traumática la jubilación. “Para mí todo se fue dando como una bendición. En un momento estaba trabajando y se me presentó muy rápido la posibilidad jubilarme así que en poco tiempo estuve lo hice. Si bien en un momento continué realizando algunos trabajos, luego me desvinculé por completo”.

Mientras realizaba algunos trabajos Graciela comenzó a participar en distintos talleres y “al dejar de trabajar me involucré más en el centro vecinal y pasé a formar parte de la comisión. Desde allí, antes de la pandemia, trabajamos mucho con los talleres de Pami, hasta que quedamos sin nada. Esto llevó a que desde la comisión empecemos a contratar una profesora para el taller de la memoria y otra para gimnasia hasta que surgió la invitación del Consejo Municipal del Adulto Mayor”.

Ser adulto mayor hoy

Por último, Otilia y Graciela expresaron qué significa para ellas estar atravesando esta etapa de la vida. Otilia explicó que “yo la tomo con mucha naturalidad, sobre todo porque vemos que hay muchas cosas por hacer y a nuestro alcance. Cuando éramos más jóvenes no podíamos hacer muchas cosas porque teníamos nuestros hijos y nuestro trabajo. En cambio, ahora nos permiten muchas posibilidades de seguir disfrutando la vida, pensando en el presente, viajando, recreándonos y siempre haciendo cosas de nuestro interés que podemos realizar teniendo buena salud”.

Por su parte, Graciela aseguró que “me siento muy agradecida a Dios y a la vida por poder seguir ayudando. Con estas actividades nos permiten seguir sintiéndonos útiles. Muchas personas se sienten muy agradecidas por ser tenidas en cuenta y darnos espacios para estas cosas. San Francisco hoy tiene muchas alternativas para personas como nosotros, lo que nos permite llenar el tiempo en cosas útiles y atractivas”.