Historias
Rubén Ghione, el contador “runner” que a los 71 conquistó las montañas argentinas y las playas de Brasil
Corrió toda su vida, pero hace 6 años se incorporó a un grupo de running y comenzó a participar de competencias. Tocó las nubes en los imponentes paisajes de Salta y Jujuy y se deleitó con la belleza de Río de Janeiro, donde corrió 62 kilómetros en dos días.
Rubén Ghione, a sus 71 años, es el ejemplo viviente de que nunca es tarde para comenzar una nueva pasión. Casado hace 47 años y con una carrera de contador, Rubén comenzó a dedicarse al running de una manera más organizada hace apenas seis años. Este hombre de familia, con cuatro hijos y ocho nietos, encontró en esa disciplina no solo una forma de mantenerse en forma, sino también una manera de explorar nuevos horizontes y desafiarse a sí mismo de maneras que nunca había imaginado.
"Yo siempre corrí como una forma de liberar el estrés", cuenta Rubén. "Salía a correr solo, por mi cuenta, dos o tres veces por semana. Pero hace seis años, me uní a un grupo de atletas y la actividad tomó una nueva dimensión. No solo se trataba de correr, sino de hacerlo con un enfoque, una metodología, y bajo la supervisión de profesionales".
En este grupo, Rubén no solo encontró compañeros de entrenamiento, sino un sistema de apoyo que incluye entrenadores, nutricionistas y kinesiólogos. "Además de correr, hago gimnasio y sigo una dieta supervisada por una nutricionista, porque es un deporte que exige mucho del cuerpo. A mi edad, perder peso significa perder masa muscular, así que hay que cuidarse. También trabajo la movilidad con una kinesióloga", explica.
Aunque siempre había corrido de manera informal, fue a los 65 años cuando se unió al grupo y empezó a participar en competencias. "La primera vez que fui, me miraron un poco raro, porque ya tenía 65 años. Pero en estos grupos no hay diferencias de edad; somos todos iguales. Los profesores, Cristian Gatti y Mariano Fiore, también son corredores apasionados y nos motivan mucho", dice con orgullo.
Uno de los momentos más destacados en la carrera de Rubén fue su reciente participación en una maratón en Río de Janeiro. "Corrí el desafío de 21 kilómetros el sábado y 42 kilómetros el domingo, sumando 63 kilómetros en dos días. El clima estuvo favorable, con 22 grados, pero siempre digo que lo primero que uno tiene que hacer si quiere incursionar en el running es amigarse con el clima. No siempre podés esperar buen tiempo para salir a correr".
Rubén también ha participado en competiciones locales y en la desafiante Rail Columbia, una carrera que se desarrolla en los impresionantes paisajes de Salta y Jujuy. "Correr en montaña es algo fantástico. Subimos el Cerro Siete Colores y aparecemos en Purmamarca, terminando en las Salinas Grandes a 3400 metros de altura. Es una experiencia increíble", relata.
Tomar la decisión de participar en estas carreras no es fácil, pero Rubén lo hace con determinación y una mentalidad fuerte. "No pienso en los 63 kilómetros totales. Me concentro en correr un día 21 y al siguiente los otros 21, más los que restan. El rendimiento físico puede disminuir con la edad, pero la mente es poderosa. Cuando el cansancio llega, pienso en mi señora que siempre me acompaña y me hace el aguante, en el grupo que me manda mensajes de aliento, y eso me ayuda a seguir".
La disciplina es fundamental para Rubén. Durante la preparación para una competencia, reduce las salidas sociales y se enfoca en su entrenamiento y nutrición. "Perder peso implica perder masa muscular, así que cuido mi alimentación para mantenerme fuerte", explica. "Pero no me privo de un buen asado de vez en cuando. Es un equilibrio, un modo de vida".
A pesar de su avanzada edad, Rubén anima a todos a intentar correr. "Es un deporte que se puede practicar solo o en grupo, y se puede empezar a cualquier edad. Conozco personas que comenzaron a los 30 años y ahora son excelentes corredores de Ironman. Nunca es tarde para empezar", asegura.
Para Rubén, el running no solo es una actividad física, sino una forma de vida. Cada carrera es una oportunidad para explorar nuevos lugares, superar nuevos desafíos y descubrir de qué está hecho. "Las carreras en montaña tienen un encanto particular. Se corre, se camina, se sube con sogas. Es un tipo de carrera que te lleva al límite y te muestra de qué estás hecho".
Rubén es un ejemplo de constancia y disciplina. Su historia demuestra que con determinación y una mentalidad fuerte, es posible comenzar a cualquier edad y alcanzar grandes logros. En cada kilómetro, Rubén no solo corre hacia la meta, sino hacia una vida llena de aventuras y desafíos superados.
“Corrí 63 kilómetros en dos días en Río de Janeiro. Cuando me invaden el cansancio y los pensamientos negativos, recuerdo que mi señora me espera en la meta y el apoyo de mi grupo me impulsa a seguir adelante".
“Nunca imaginé que a los 71 años estaría corriendo entre las montañas del noroeste argentino o por las playas de Copacabana. Esto demuestra que nunca es tarde para empezar y lograr grandes cosas".
“El running no solo me ha mantenido físicamente activo, sino que también ha fortalecido mi mente. En cada carrera, lucho contra mis límites y me demuestro que la edad no es una barrera para alcanzar nuevos desafíos".