Fútbol
Rossi y un sabor agridulce
El zaguero Tomás Rossi lamentó no haber conseguido el ascenso con Nueva Chicago a la vez que se mostró satisfecho con su debut en la Primera Nacional.
Regresó a la ciudad para reencontrarse con su familia y amigos. Tiempo de un merecido descanso luego de una intensa temporada de la Primera Nacional, divisional en la que experimentó sentimientos encontrados, la amargura de no haber conseguido el objetivo grupal y la felicidad de haber cumplido un exitoso debut en lo individual.
Su equipo, Nueva Chicago, fue uno de los principales animadores del campeonato, aunque no pudo aprovechar las dos opciones con que contó para conseguir el ascenso, lo que lamentó profundamente.
De ahí la sensación de amargura que todavía lo embarga, más allá de haber cumplido un exitoso debut en la categoría, ganándose la titularidad en un “peso pesado” de la divisional como Nueva Chicago, casaca que dijo fue un honor vestir.
El zaguero Tomás Daniel Rossi, analizó la campaña del “Torito de Mataderos” y también dejó sus sensaciones sobre la enriquecedora experiencia que significó jugar en el segunda categoría del fútbol argentino.
“La verdad que la bronca me dura todavía, porque nos habíamos planteado un objetivo a principios de año y estuvimos muy cerca en un torneo muy duro, repito, estuvimos muy cerca y esa es la espina que te queda clavada”, tiró en el comienzo de la charla quien llegó también para recibir su diploma de profesor de Educación Física.
“Y en lo personal muy contento, creo que pude sumar una gran cantidad de minutos, con mucha confianza, fui de menor a mayor, así que feliz por eso”, evaluó su estreno en la categoría.
Sobre la campaña del equipo, indicó: “Fuimos protagonistas todo el año, creo que fuimos muy regulares como todos los equipos, al ser un torneo tan largo por ahí se tienen 4 o 5 partidos donde cuesta sumar, que por ahí es un bajón, nosotros por desgracia lo tuvimos en las últimas 4 fechas donde no pudimos ganar, empatábamos y en la última fecha de local se nos escapó por 20 segundos en el tiempo adicional”.
“Esto es fútbol, por ahí hubo partidos donde no merecíamos ganar y los ganamos y en otros donde no merecíamos perder y los perdíamos y en ese último partido íbamos ganando, teníamos el control del partido nunca lo habíamos sufrido y por una desatención nos quedamos a un paso de la final por unos segundos. Creo que fue un poco eso”, analizó.
Al mismo tiempo, reflejando su “don de gente”, le dedicó un especial párrafo a la incondicional hinchada. “A la gente solo queda agradecerle y pedirle perdón por no haber cumplido el objetivo que deseaban ellos y que también era el nuestro. Desde el primer día nos hicieron sentir su apoyo y por ahí se sintieron bastante identificados con el equipo. Creo que hubo una unión muy grande entre la gente y los jugadores”.
“Cada vez que jugábamos de local lo sentíamos y lo usábamos a nuestro favor, por eso sacamos una gran cantidad de puntos en nuestra cancha, donde nos pudimos hacer muy fuertes gracias a nuestra hinchada”, resaltó.
Respecto a su primer año en la exigente competencia, comentó: “Creo que me fui adaptando con el correr de los partidos. Al tener mucha continuidad, por ahí el jugador entra más en confianza, entonces uno se siente más cómodo y eso hace que se adapte más rápido. Obvio que hubo un esfuerzo muy grande detrás de todo esto, desde el día uno. Pero bueno, como te decía antes, muy contento en lo personal por el año que tuve”.
Inolvidable experiencia en la que destacó la contención de la dirigencia, el cuerpo técnico y el plantel. “La verdad que me sentí muy cómodo, tanto con mis compañeros, con el cuerpo técnico, con la dirigencia. Estuvimos siempre al día en lo económico, eso es algo para destacar, así que nosotros solo teníamos que enfocarnos en lo nuestro, que era llegar el fin de semana y tratar de conseguir los tres puntos para Mataderos”.
“Me llevó muchos recuerdos. Fue un año muy lindo, más allá de los goles y la gente, quiero destacar el grupo que se formó. El día que llegamos a la pretemporada éramos entre 20 y 25 jugadores nuevos, que muchos no nos conocíamos entre sí, muchos veníamos desde abajo, de pelearla”.
“Entonces eso fue lo que lo que nos llevó a competir hasta lo último, un grupo humilde, trabajador, que se esforzaba día a día para llegar al fin de semana de la mejor manera, y ponerse esta camiseta para representarla de la mejor manera porque la verdad que es un orgullo vestirla”, subrayó.
De esa manera, “Tomi” tachó el último mes de su calendario deportivo. Ahora es momento de liberar tensiones, solamente para recuperar energías y no pensar más allá.
“Ahora me voy a dedicar a descansar, poder estar con la familia, compartir con los amigos. Fue un año muy largo, muy duro, muy intenso, tanto físicamente como mentalmente. Repito, solo pienso en descansar. Todavía no sé nada de mi futuro, ya habrá tiempo para pensar en eso”, cerró.