Cayó desde 12 metros de altura
Romina Melano y su accidente: “Fue mucho para un solo cuerpo”
La sanfrancisqueña se recupera de las graves lesiones sufridas mientras practicaba trekking en Los Gigantes. “Esto es una pausa en mi vida (…) Solo trato de pensar en positivo porque quiero salir adelante”, le dijo a LVSJ.
Por Stefanía Musso | LVSJ
Hace unos días Romina Melano cumplió 43 años. Sin embargo, sus amigos y allegados le dicen que en realidad debería festejar el 4 de mayo, día en que, de alguna manera, volvió a nacer.
Romina está atravesando una recuperación casi milagrosa luego de haber sufrido un accidente que pudo costarle la vida mientras hacía trekking en Los Gigantes, en las sierras de Córdoba, cuando cayó al vacío desde más de 12 metros de altura.
Operaciones, rehabilitaciones casi diarias y su mente fuerte y positiva la llevaron a tener una recuperación favorable, con evolución constante y sin retrocesos. De hecho, el martes pasado pudo pararse y trasladarse con andador sin la silla de ruedas.
Sin embargo, esta mujer vital, deportista y madre hoy siente una pausa en su vida tras lo vivido el sábado 4 de mayo pasado.
“Recién cumplí mis 43 años, pero todos los que me quieren dicen que tengo que cumplir años el 4 de mayo, el día del accidente. Una amiga que cumple ese día, me dijo que el próximo año lo celebrábamos juntas. Otros dicen que después de todo lo que me pasó ese 4 de mayo, mejor no, pero creo que el año que viene sí lo voy a festejar porque fue un día memorable”, dijo Romina a LA VOZ DE SAN JUSTO.
“Tuve muchas operaciones por la gran cantidad de lesiones en el cuerpo. Fue mucho para un solo cuerpo, pero fui sorteando cada obstáculo. Todo se fue acomodando”, agregó.
“Hoy estoy bien, tratando de recuperarme. Voy a buen ritmo gracias a mi estado físico y a dos kinesiólogos que me ayudan con la rehabilitación en casa y en el agua. Todos pensaban que iba a poder pararme recién en septiembre después de mi última operación, que fue el 4 de junio, y sin embargo, ya puedo pararme”.
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Recordar cada minuto
Romina es una fanática de los deportes y la actividad al aire libre. “Soy amante del deporte, de hecho, iba a estudiar el profesorado en Educación Física, pero justo cuando terminé el secundario, se ofreció Abogacía y empecé a estudiar esa carrera”, contó.
Con un poco más de independencia en la crianza de sus tres hijos, Romina tenía una vida activa deportivamente. “Iba a las seis de la mañana al gimnasio, a la tarde iba a pedalear y a la noche, practicaba vóley”.
Ella ya había hecho trekking en Los Gigantes, pero por primera vez, lo hizo acompañada de otro grupo y por el camino de Las Altas Cumbres.
Todo marchaba bien hasta que a las cinco de la tarde de ese sábado ocurrió lo peor. “Salí de un pasillo de Las Cuevas de Achala primera en la fila y me detuve sobre una piedra para ver cuánto faltaba. La piedra cedió, pegué un salto y con la pierna derecha traté de ir hacia el costado, pero cuando pisé, se movió la tierra y me fui hacia abajo”.
Romina cayó 12 metros al vacío en una grieta de la montaña que estaba tapada con yuyos, lo que impidió que ella supiera que sería una trampa que pudo ser mortal. “Cuando empecé a caer no podía agarrarme de algo y trataba de detenerme con los pies, pero era imposible”.
Los pies de Romina son los que más sufrieron las secuelas del accidente. También se quebró el coxis, la pelvis adelante y atrás, la cadena posterior, tres lumbares, el esternón y sufrió contusión cerebral, pero nunca perdió la conciencia. “Los pies estaban destruidos y los veía que estaban mal. Todo el tiempo les decía a los que estaban arriba que me había golpeado mal, que no podía moverme y tenía heridos los pies. Además, hacía mucho frío y pedía que me tiraran abrigo. De hecho, tenía una campera que me había prestado una amiga con un material plateado. Eso se llenó de agua y con el cuerpo logré calentarla, pero si me movía, me mojaba con el agua helada”, recordó.
Los bomberos llegaron 12 horas después del accidente a asistir a Romina, quien ya estaba con un cuadro severo de hipotermia. Junto a ella, se quedó un joven de Arroyito, Nicolás Casal, quien le habló todo el tiempo para acompañarla. “Nicolás me gritó cuando llegaron los bomberos que me iban a salvar”.
Personal del Departamento de Unidades de Alto Riesgo (Duar), dependiente de la Dirección de Bomberos de Córdoba, con colaboración de Bomberos Voluntarios, personal del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes (Etac) y de Gestión Integral de Manejo de Fuego (Gimf), tardaron varias horas para llegar a la zona agreste y rescatarla.
En esas 12 horas, Romina pensó lo peor. “Creo que, en el afán de supervivencia, solo tenía golpeados los pies. En lo único que pensaba era en mis hijos, mi mamá y mis tres hermanas, y que no los volvería a ver”. Pero también se aferró a Dios y a su ángel de la guarda, su papá Juan Carlos Melano. “Le pedía a mi papá que me ayudara y sin querer, pasó una estrella fugaz. Tal vez me estaba dando un mensaje”, recordó.
Romina fue trasladada al hospital de Mina Clavero, pero por la gravedad de sus heridas, fue derivada al Hospital “Raúl Ángel Ferreyra” y después al Privado Universitario de Córdoba.
Fue un mes y medio de internación en terapia intensiva, cinco operaciones y múltiples curaciones hasta que volvió a casa el pasado 10 de junio para continuar su recuperación. “Volver a San Francisco fue lo más difícil porque cuando estaba en terapia, apenas me movía, pero en casa fue difícil porque no tenía fuerzas para nada. La fuerza en los brazos me ayuda para hacer los traspasos de la silla de ruedas a mi cama o trasladarme”, indicó.
Cadenas de oración, el apoyo incondicional de su familia y amigos, el acompañamiento profesional y la fortaleza interna para salir adelante la ayudan en el día a día de una “vida que es completamente distinta a la que tenía antes. Me di cuenta cuáles eran las limitaciones que tenía y que dependía de la gente. Hoy solo quiero estar bien, aceptar esta pausa en mi vida y volver a ser la Romi de antes”.
“No ser más la Romi de antes es muy duro. Tal vez vivía una vida apresurada y es difícil sobrellevar la incertidumbre, pero esto me da una pausa. Solo trato de pensar en positivo porque quiero salir adelante”, concluyó.