Rita y Alicia: las "súper" modistas del carnaval
Son las encargadas de darle vida a los trajes de la comparsa Ará Naru. Este año con la temática de cómics y superhéroes, ellas se ponen la capa y cumplen su misión contrarreloj.
La comparsa Ará Narú de nuestra ciudad despliega sesenta integrantes en cada presentación.
Detrás de los brillos, las plumas y las piedras de los trajes de bailarines y batucada, están las manos de una costurera y una modista que se encargan de confeccionar las prendas y accesorios que luego serán bordados, uno a uno por Víctor y Maximiliano Giner, presidente y vicepresidente respectivamente del grupo.
Para este 2020, la Ará Narú recreará la temática de superhéroes bajo el nombre "Podemos ser súper, pero no somos héroes", donde los varones músicos se vestirán como el personaje de El Acertijo y las bailarinas, representarán a los comics de Marvel y DC Comics.
Los tiempos apremian y por los costos más la dificultad de conseguir los insumos importados, la Ará Narú comenzará a lucirse a mediados de enero.
Mientras tanto, la costurera Rita Eberhart (62) y la modista Alicia Lanzetti (57)casi no descansan y se concentran en darle a cada traje la puntada que necesita.
Aunque se dedican a esto desde siempre, la adrenalina de la comparsa las convirte en verdaderas heroínas del carnaval.
Las creadoras
En barrio La Milka, Rita es la encargada de coser las bases de los caderines, muñequeras, gargantillas, tocados, cinturones, chalecos y cubrebotas. "Los chicos me dan todos los materiales cortados y yo me encargo de forrar todo, colocar la friselina y darle la terminación. Maximiliano y Víctor se encargan de los detalles", contó Rita.
Rita como hace cinco años acompañando con aguja e hilo a la comparsa Ará Narú (Foto: Marcelo Suppo / LVSJ)
También es quien confecciona las camisas y corbatas que usarán los varones de la batucada. Estos son una especie de chaleco en raso negro con corbata lila del mismo género. Las cuatro pecheras del frente de batucada, también son obra de ella.
Alicia, por su parte, es vecina de los Giner pero también la modista encargada de confeccionar los trajes de los varones que están en la batucada. Su tarea son 30 sacos verdes y 30 pantalones negros en tela mecánica. Uno por uno, lo hace ella, a medida para cada integrante.
Ella se sumó el año pasado a los proyectos de la Ará Narú y por la puerta, no dejan de desfilar sacos y pantalones de su casa hacia la de los Giner en barrio Sarmiento.
Alicia, algo más que una vecina. En el garaje de su casa convertido en taller, la modista sigue confeccionando los trajes de los integrantes de la batucada (Foto: Marcelo Suppo / LVSJ)
Las dos mujeres están horas y horas cada una en su lugar de trabajo porque cuando empiezan no se van hasta que terminan. "En mayo del año pasado, Maximiliano me trajo todas las piezas y poco a poco las fui armando. Tenía que terminar para noviembre pero es imposible con tanto trabajo. Hasta hace un tiempo me quedaba hasta las cuatro de la mañana porque esto no se puede dejar a mitad camino", agregó Rita.
Alicia, por su parte, hace dos semanas que no para de coser sacos y pantalones. "Todos los chicos vinieron a medirse porque esto no se puede hacer por serie", contó.
Para cumplir, Alicia arranca a las 5.30 hasta las 11.30 y luego continúa de 15.20 a 20. No se detiene, quiere seguir y terminar este desafío.
Indudablemente, Rita y Alicia cobran por su trabajo pero no la suma que debería ser porque entienden el esfuerzo que hacen los Giner para mantener viva la Ará Narú. "Uno sabe lo que luchan los chicos. Yo ya no vivo de esto pero los acompaño desde hace cinco años y lo voy a seguir haciendo".
"Todo es a pulmón y tenemos una amistad. Cada prenda que hago me da mucha satisfacción y sé que lo van a disfrutar", contó Alicia.
Festejar como sea
Las pasistas Gisela Caro y Juliana Maldonado con trajes cuyo valor rondan los $90.000 (Foto: Marcelo Suppo / LVSJ)
Desde hace 17 años, la Ará Narú invierte año a año en el vestuario porque nada se repite. Los integrantes solo aportan su calzado y ropa interior. Lo demás, lo costea la comparsa.
Si se necesitan comprar plumas naturales, un kilo cuesta $57.000 y alcanza para dos casquetes; el rollo de strass de 10 metros, cuesta $10.000 y sirve para los cuatro chalecos del frente de batucada. Las gemas van desde los 10 a los 50 pesos por unidad, dependiendo su tamaño y la cantidad es impresionante, ya que se usan para todas las piezas de vestuario.
Este año se compraron 22 kilos de lentejuelas a $1.200 el kilo. En cuanto a telas, se invirtió en rollos de tela mecánica, raso, acrílico para cubrir trajes y de lentejuelas.
Todo se compra en la ciudad de Rosario porque en San Francisco todo vale el triple.
Si se suma el valor de todas las piezas del traje de una bailarina, el conjunto hace un total de $90.000; el de los varones, unos $2.000 y aunque reutilizaron piedras y plumas, la familia Giner afirmó que ya llevan invertidos más de $200.000 en vestuario y algunos instrumentos.
Para hacerle frente a los costos, el grupo hace ventas de pasta frolas, pizzas, participan de eventos privados y venden viejos trajes.
"Este fue un año muy difícil y va a ser peor el que viene pero lo llevo en el alma, no lo puedo dejar. Para hacer esto se necesita el apoyo de todos y las modistas son parte de esto", comentó Víctor Giner.
El cerebro de Ará Narú
Maximiliano Giner (Foto: Marcelo Suppo / LVSJ)
El vicepresidente de Ará Naru, Maximiliano Giner, es el diseñador de los trajes de la comparsa y quien se encarga de bordar todas las piezas como lentejuelas, piedras y strass. Junto a su papá Víctor, también dan forma a casquetes y espalderos. "Las ideas surgen el año anterior a presentar la temática. Hay mucho trabajo puesto en cada traje y es todo un desafío pensar los colores", contó Maximiliano,
El joven de 28 años, siempre estuvo en la parte creativa de la comparsa y es quien se queda hasta las dos o tres de la mañana cosiendo y pegando. "Es cansador pero es lo que me gusta".
El integrante de la comparsa destacó el trabajo de todos los integrantes y madres de los mismos que ayudan a dar vida a Ará Narú. "Esta es una familia. Sin todos los integrantes, no sería posible dar vida a la comparsa", concluyó Maximiliano