Riesgo extremo de incendios

Varias dotaciones de bomberos voluntarios combatieron un incendio de considerables dimensiones que se registró en el emblemático Cerro Uritorco, en cercanías de Capilla del Monte, informaron fuentes provinciales. Las noticias daban cuenta de que bomberos del cuartel de ese poblado del norte del Valle de Punilla, trabajaron con la colaboración de efectivos de La Falda, Villa Giardino, Cruz del Eje, Valle Hermoso y San Marcos Sierras, más dos aviones hidrantes que se sumaron a la tarea. 

Las imágenes del fuego en las laderas del cerro más conocido de las serranías cordobesas fueron una muestra más de los estragos que los incendios pueden provocar en la vasta geografía de la provincia. El viento que sopló raudo durante varios días y las especiales condiciones del terreno dificultaron la siempre ardua labor de quienes tienen la misión de evitar que este tipo de siniestros arrase con la naturaleza y también con los bienes de quienes habitan en las cercanías. 

El incendio en Capilla del Monte podría constituirse en la “inauguración de la temporada”. Un período en el que el riesgo es extremo y en el que las precauciones que se adoptan no siempre alcanzan para evitar que nuestras bellas sierras sean presa de un fenómeno devastador que, en buena parte de los casos, tiene al hombre como su generador. Su negligencia, irresponsabilidad o –directamente- maldad se suma a las condiciones meteorológicas dominadas por los vientos intensos que pueden propagar los fuegos de manera vertiginosa y ocasionar daños que son muy lamentables.

El esfuerzo para evitar los incendios y para combatirlos es enorme. Personal capacitado y recursos de todo tipo se requieren para luchar contra un flagelo que asoma con fuerza cada invierno. Y que, por momentos, hace estériles las advertencias de los organismos oficiales. Vale como ejemplo que, horas antes de declararse el fuego en el Uritorco, la Secretaría de Gestión de Riesgos Climáticos, Catástrofes y Protección Civil, dependiente del Ministerio de Gobierno y Seguridad provincial, informó que regía el riesgo de incendios forestales en la provincia de Córdoba es extremo, con condiciones meteorológicas que incluyen temperaturas altas (inusuales para esta época del año), vientos entre regulares y fuertes, y presencia de pastizales secos.

Entonces, la prudencia de la población en sus acciones y a la hora de manipular objetos que pudieran iniciar fuegos se torna indispensable. No solo en las sierras de Córdoba, sino en cualquier otra porción del territorio provincial. Por caso, en nuestra región, donde los siniestros en los campos perjudican gravemente la producción agropecuaria y producen un daño ambiental de proporciones, deteriorando la calidad del agua, afectando la vida de plantas y animales, destruyendo el hábitat de la vida silvestre y contaminando el aire. Al mismo tiempo, si no se los combate a tiempo, el peligro para la salud humana y para los bienes se agiganta. 

El combate contra este fenómeno es desigual. El fuego avanza, sostenido por el viento, y las acciones para detenerlo no siempre logran el objetivo de minimizar los daños. Por ello, la vigilancia y las prevenciones deben ser constantes. Y bien vale aclarar que no se trata de una responsabilidad propia de los bomberos o las fuerzas de seguridad y defensa civil. Es una obligación de toda la ciudadanía.