Obra pública
Restauraron el sistema eléctrico en el cementerio de Plaza San Francisco
Se robaron 200 metros de cable esencial para la iluminación, pero ahora se ha reemplazado y reforzado el sistema con nuevas instalaciones.
La Secretaría de Infraestructura de la municipalidad de San Francisco, a través de su secretario Carlos Ortega, informó que se completó exitosamente la reposición del sistema eléctrico en el cementerio de Plaza San Francisco, tras una serie de actos vandálicos que dejaron el lugar sin iluminación y en un estado de inseguridad.
Ortega explicó a LA VOZ DE SAN JUSTO que "a principios de año, los vecinos se manifestaron ante el intendente, y ahí tomamos conocimiento desde la Secretaría de Infraestructura de varios hechos delictivos que habían sucedido en el cementerio de Plaza. Los vecinos pedían ayuda para reorganizar y reparar los daños".
Los delincuentes habían robado aproximadamente 200 metros de cable, que era esencial para la acometida al tablero de distribución del alumbrado público dentro del cementerio. "Le habían robado todo el preensamblado, que era de cobre. Ahora se lo reemplazó con un nuevo preensamblado de 2 por 16", detalló Ortega.
Además, se instalaron cuatro nuevos artefactos de iluminación, cada uno con lámparas de 40 vatios. Ortega añadió que "tenemos dos columnas que nos están por llegar, y ahí vamos a instalar dos artefactos solares, como los que hay en Caseros y Autovía 19. Estos artefactos solares asegurarán iluminación continua, incluso en caso de nuevos actos vandálicos".
La instalación de los artefactos solares es una medida preventiva para evitar que el cementerio quede nuevamente a oscuras en caso de futuros robos o vandalismo. "Es más que todo para que no quede una boca de lobo y que sea, nuevamente, vandalizado como hasta el momento", señaló Ortega.
Los daños previos habían incluido el robo de placas de bronce, la apertura de panteones y el hurto de puertas enteras, creando un ambiente de inseguridad que impedía a los vecinos frecuentar el lugar. "La preocupación de ellos era que era un lugar muy inseguro, y la gente no lo podía frecuentar", explicó Ortega.