Economía
Por la crisis bajó un 50% el consumo gastronómico en San Francisco
El sector “está atravesando por una baja importante en la actividad”, aseguraron desde el Polo Gastronómico. Se comparten platos para achicar la cuenta.
Cuando los bolsillos aprietan, lo primero que se recorta son las salidas. Por ello es que los coletazos, donde más fuerte se siente, son en los rubros que no son de primera necesidad, como entretenimiento o gastronomía.
Desde el Polo Gastronómico de San Francisco reconocieron una profunda caída en el nivel de actividad desarrollada en los locales gastronómicos y, entre las razones principales, la económica se ubica en primer lugar al momento de explicar la actual situación del sector.
A esto se suma la crisis sanitaria derivada de la gran cantidad de casos de dengue que obligan, en muchos casos, a cancelar reservas en establecimientos gastronómicos.
Carlos Varela, referente del Polo Gastronómico de San Francisco, confirmó a LA VOZ DE SAN JUSTO que el sector “está atravesando por una baja importante en la actividad” producto de la crisis económica. En este sentido, pese a que en todos los años los meses de verano suelen traer consigo una mayor demanda en estos locales, en esta ocasión eso no sucedió. “En la gastronomía siempre estamos esperando que llegue el verano porque suele ser la época en la que podemos albergar a la mayor cantidad de gente, pero este año pasó todo lo contrario a años anteriores”.
A partir de esto, estimó que la baja en el nivel de actividad rondó “entre un 30 y un 50 por ciento” no solo a nivel de consumo sino también en la asistencia a los locales.
Si bien en febrero se registró “un leve repunte” impulsado por el festejo del Día de los Enamorados, algo que se reiteró en los primeros días de marzo para recordar el Día de la Mujer, finalmente eso terminó siendo solo un espejismo ya que transcurrida esa fecha todo volvió a la triste realidad de escasa actividad, con mesas vacías en bares y restaurantes.
Compartir platos para ahorrar
Una de las estrategias de los consumidores al momento de hacer rendir al máximo sus ingresos apuntan a compartir un plato solicitando una comida ‘para compartir’ y de esa manera afrontar el costo de la salida de una manera más accesible.
“Producto de la crisis económica está saliendo cada vez menos gente y la poca gente que lo hace quiere rendir al máximo su dinero. Para eso busca compartir un plato como una alternativa cada vez más frecuente”, explicó.
Otra alternativa apunta a la elección de platos más económicos y en ese caso, explicó que “empiezan a salir las variedades de pizzas más económicas y se terminan eligiendo por encima de otras más elaboradas”.
Por todo ello reconoció que el monto de los tickets por cliente “no está a la altura” de lo que se necesita para “afrontar este período inflacionario”. De hecho, estimó que el desfasaje entre el ticket promedio y las necesidades que tienen que afrontar las empresas gastronómicas “ronda el 30 %”.
“Estamos en un problema serio”
El entrevistado consideró que las empresas que conforman el Polo Gastronómico de San Francisco “estamos en un problema serio” porque “si tuviéramos que trasladar el precio real de la mercadería al cliente, la mayoría no podría trabajar como lo estamos haciendo”.
La caída en el nivel de actividad no solo se dio por la crisis económica que redujo notoriamente la asistencia de personas a los locales gastronómicos, sino que a esto se agrega el impacto producido por la gran cantidad de casos de dengue que no solo impactan en el personal gastronómico, sino que también genera cancelaciones de reservas a último momento.
“La epidemia de dengue nos afecta no solo a nosotros mismos sino también a nuestros empleados. A esto se le agrega que recibimos llamados de clientes que tenían reservas porque la mitad o más de esas personas están afectadas por dengue. Muchas personas han suspendido viajes para el fin de semana largo porque están enfermos”.
Varela explicó que “a todo esto le sumamos que hace unos días tuvimos una jornada bastante dura por la tormenta que nos impidió abrir al público perdiendo de esa manera un día de trabajo. Cuando empezamos a sumar todas las situaciones, estamos viviendo un panorama que nos afecta como comercio”.
Entre las distintas variables analizadas, sin dudas que el problema de la crisis económica “es lo más grave” que estamos afrontando donde “todas las cosas aumentan sin parar, con salarios congelados y la plata no alcanza”.
Más adelante, recordó que transcurrida la pandemia de Covid 19 “sobrevino un despertar muy importante en la gente que tenía mucha necesidad de salir y despejarse. Muchos hoy lo siguen haciendo porque necesitan evadirse de distintas cuestiones con momentos de recreación. De todas maneras, el que lo hace trata de hacer rendir al máximo su dinero y eso se advierte en el consumo”.
Con este contexto, el sector gastronómico “trata de sobrellevar lo mejor posible esta situación” buscando “subsistir lo mejor posible”.
Si bien reconoció que este “es un momento asfixiante” para el sector, aseguró que “como el resto de la gente tenemos que seguir trabajando, darle para adelante y tenemos la convicción de que esta crisis va a pasar como lo hicieron todas las que vinieron antes”.
La visión de los trabajadores
Desde la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) reconocieron que “la actividad en el sector ha decaído” por efecto de la crisis económica, aunque esto “por suerte y por ahora” no ha incidido en una pérdida de fuentes de trabajo en el sector.
En este caso, el secretario general de la delegación San Francisco de la Uthgra, Juan Molina, explicó a LA VOZ DE SAN JUSTO que “pese a la crisis que se vive en el sector, los trabajadores han atravesado una temporada ‘bastante aceptable’, mientras que ahora estamos viendo cómo pasamos la crisis económica que nos está afectando a todos los argentinos en general”.
Más adelante reconoció que los empresarios gastronómicos “no la están pasando bien” a partir de la notoria caída en el consumo. Sumado a ello comentó que “no contribuye para nada el alza en las tarifas de los servicios públicos, como la energía eléctrica y el agua. Todo eso afecta a la rentabilidad y por supuesto que termina preocupando la situación económica del sector en general”.
Como consecuencia de todo esto, explicó que “no estamos viendo un horizonte claro que permita observar una salida próxima a esta situación. Todavía no se está viendo la luz al final del túnel”.
“En estos días habrá un nuevo incremento del combustible, sumado a las próximas subas en el gas y la electricidad. Todo esto repercute en la cadena de comercialización ya que cuando hay una crisis la gente reduce al máximo sus gastos y empieza por el esparcimiento”, explicó.