Análisis
Plataformas de transporte digitales en la ciudad
Es posible que el debate público muestre posiciones diversas. Sin embargo, estas modalidades de transporte han llegado para quedarse. Con la nueva normativa, San Francisco se sumará a una tendencia global imposible de ignorar.
El Concejo Deliberante trata por estos días el proyecto de ordenanza que reglamenta el Servicio de Transporte Privado de Personas (STPP) concertado a través de Plataformas Electrónicas. “De esta manera, nuestra ciudad sienta las bases para sumar una nueva alternativa de transporte, moderna e innovadora, que complementa los tradicionales servicios de colectivos urbanos, taxis y remises”, según reza el comunicado emanado de la oficina de prensa del Ejecutivo.
De esta manera, ingresa San Francisco a un fenómeno que no distingue fronteras en el área del transporte público. En línea con el fallo del Superior Tribunal de Justicia que autoriza el uso de la plataforma Uber en la ciudad capital de la provincia y atendiendo que ya son varias las poblaciones del interior cordobés que han aprobado normativas similares, en nuestra ciudad ahora podrán actuar estas grandes corporaciones internacionales si cumplen con las regulaciones establecidas en la ordenanza.
Entre ellas, “se establecen exigencias a los conductores que procuran darse de alta en las plataformas que ofrecen la intermediación entre la oferta y la demanda del transporte privado, como ser la licencia de conducir profesional, un seguro hacia terceros y terceros transportados, acreditar buena conducta mediante la presentación del Certificado de Antecedentes Penales expedido por el Registro Nacional de Reincidencia”, entre otros requisitos. Así también, los conductores deberán inscribirse en un Registro Municipal que digital. Además, la norma establece exigencias relativas a los vehículos que serán afectados al servicio, los que no pueden tener una antigüedad mayor a los 10 años y deben contar con la Revisión Técnica Obligatoria (RTO) aprobada.
Del mismo modo, las plataformas digitales que prestan servicio de transporte público deberán empadronarse para ser autorizadas a operar en la ciudad y tendrán que cumplir con varios requisitos, especialmente los relacionados con la información que debe darse a los usuarios del sistema. Al respecto, en ciudades pequeñas y medianas de varios países, donde las grandes compañías no muestran interés en prestar el servicio, existen experiencias que registran la aparición de plataformas locales o regionales similares, lo que puede constituirse en una oportunidad para la reconversión de las empresas de remises o taxis que hoy funcionan. Incluso hay iniciativas que satisfacen la demanda de envío de encomiendas y regalos, así como las que agrupan digitalmente a quienes hacen fletes o mudanzas.
Es posible que, como ha ocurrido en otras geografías, el debate público muestre posiciones diversas. Sin embargo, estas modalidades de transporte han llegado para quedarse. Con la nueva normativa, San Francisco se sumará a una tendencia global imposible de ignorar en tiempos en los que lo digital prevalece y los algoritmos modifican hábitos y transforman la cultura de la humanidad.