Sociedad
Pintó las capillas rurales y ahora armará una exposición a beneficio
La muestra comenzará el 18 de noviembre en el Club de Leones y estará habilitada por algunos días. “Todas tienen una historia y al conocerla me atrapó más la idea de pintarlas”, dijo el arquitecto y artista sanfrancisqueño Carlos Monzoni.
En lo que se puede describir como la cuna del Piamonte en el país, esta amplia región que abarca el este de Córdoba y el oeste de Santa Fe es dueña de una arraigada tradición religiosa que data desde fines del siglo XIX. Con el arribo de las primeras familias procedentes, en su mayoría, de distintas regiones de Italia, empezaron a surgir manifestaciones de profunda religiosidad reflejadas en la construcción de capillas rurales.
Esto empezó a advertirse a lo largo de ciudades y pueblos tales como San Francisco, Freyre, Devoto, Porteña, Brinkmann, Colonia Vignaud, Luxardo, Colonia Iturraspe, Colonia Anita, Josefina, Valtelina, La Paquita, 10 de Julio y San Pedro. Esta región alberga unas 34 capillas que pudieron superar la inexorable barrera del tiempo gracias al esfuerzo de varias generaciones que sucedieron a aquellos primeros inmigrantes que en su momento tomaron la decisión de erigirlas como una manera de agradecer a Dios por gracias recibidas en algún momento de sus vidas.
La mayoría de ellas fueron erigidas entre los años 1880 y 1890, en honor y recordando la memoria de San Antonio, San Grato, San Miguel, San Jorge, Santa Ana, Dulce Nombre de María, San Roque, Nuestra Señora de la Merced, San José, San Pedro Apóstol, María Auxiliadora, Santa Rosa de Lima y San Francisco de Asís.
Prácticamente todas las capillas han sido levantadas con fondos propios de los colonos, y de esta misma manera se siguen sosteniendo. Su construcción respondió a la necesidad muy profunda de creencia y de agradecimiento al santo o a la Virgen por haberlos ayudado ante el peligro de una peste, de una enfermedad, de una sequía o bien por la fe y el agradecimiento a Dios ante la soledad y el desarraigo.
El atractivo de estas capillas chacareras no solo llevó a muchas personas a efectuar un recorrido en lo que se consideró por muchos años como los caminos de la fe, sino que también resultaron una fuente de inspiración para otros que se animaron a reflejarlas en pinturas.
Este es el caso de Carlos Monzoni, un arquitecto vecino de nuestra ciudad, aficionado a la pintura que encontró en estas construcciones religiosas la motivación necesaria que lo llevó a retratar a cada una de ellas, generando de esta manera una serie de pinturas que el próximo 18 de noviembre, a partir de las 19, serán expuestas en el salón de fiestas del Club de Leones –Pellegrini 657- en una muestra denominada ‘Capillas charareras de la Pampa Gringa’. Entrada libre y gratuita, se solicita a los interesados en visitar la muestra que concurran llevando elementos de limpieza que serán donados al Instituto de Educación Especial ‘Don Orione’.
Durante la apertura de la muestra, Monzoni brindará además detalles de cada una de las capillas y para ello contará con la invalorable colaboración de especialistas en la materia que aportarán lo necesario para asegurar el éxito de esta exposición.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, Monzoni se describió como “un aficionado a la pintura”, actividad que descubrió hace unos 20 años. En ese momento ya se sentía atraído por la belleza de estas antiguas construcciones religiosas a tal punto que su primer cuadro fue la imagen de la Capilla de Choya, ubicada sobre el camino a la gruta de la Virgen del Valle, en la provincia de Catamarca.
Nieto de abuelos lombardos y piamonteses que vivieron en la zona rural de Luxardo y Quebracho Herrado, Monzoni contó que luego de haber conocido la capilla Santa Ana, de Colonia Anita “sentí que tenía que comenzar a pintar las capillas chacareras que había en toda esta región.
Para eso comenzó a desarrollar una investigación sobre estas construcciones que le demandó dos años de trabajo, buscando todo tipo de información histórica y constructiva sobre cada una de ellas.
“En ese tiempo hice varias visitas a la Fundación Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región (AGM) donde pude conseguir información muy valiosa de cada una de las capillas”.
Con todos esos datos en su poder, Monzoni vio crecer su entusiasmo lo que lo llevó a tomar la decisión de pintar cada una de las capillas chacareras. “En principio parecía imposible, sobre todo porque son 34”.
No obstante, sintió que podía llevar adelante ese desafío a partir de que “me fui entusiasmando” con las historias de cada una de ellas. “La historia de cada capilla me llevó a adentrarme en los motivos que impulsaron a aquellos primeros colonos a construirlas como una manera de agradecer alguna gracia recibida”.
“Todas las capillas tienen una historia detrás y cada vez que conocía cada una de ellas, me atrapaba más la idea de pintarlas”, indicó mientras iba explicando detalles muy particulares de las construcciones religiosas que fue pintando a lo largo de los años.
Recorrido por las capillas
Para realizar las pinturas, “primero recorrí cada capilla a las que fotografié desde diversos ángulos para luego tomar la mejor imagen que se encuentra pintada en cada cuadro”.
Entre las principales motivaciones que Carlos encontró para pintar las 34 capillas chacareras de esta región se encontraba su rica historia. “En cada capilla se encuentra una historia muy significativa y, a medida que la conocía, me iba entusiasmando más y más. Quizá el punto más importante de todo esto fue que mediante esta investigación me iba acercando a la religión”.
Además, pensó que “con esta serie de pinturas sentí que era un buen momento para reflotar el proyecto de las capillas chacareras que supo tener mucho atractivo cuando se puso en marcha”.