Picos de agua: postal vintage de uso diario
La mayoría quedó fuera de servicio pero los que están en funcionamiento son requeridos en distintas zonas de la ciudad donde la presión del agua no es la normal.
Cuando en la ciudad no había agua en cada casa los vecinos llevaban sus baldes hasta los clásicos picos para tener provisiones y realizar distintas actividades en el día. Aunque la red se extendió y las casas tienen conexiones propias (en un alto porcentaje) los picos no se perdieron del paisaje urbano; primero porque muchos se mantienen con sus clásicos pilares, segundo porque algunos otros - cada vez menos hay que reconocer - siguen activos y son usados a diario.
Desde diciembre a esta realidad hay que agregarle el incremento de quejas de los vecinos por una baja en la presión del suministro de agua a las casas.
El caso más crítico quizás fue el de barrio La Milka, cuyos vecinos hablaron con este diario y contaron las peripecias que realizaban para tener este líquido vital en casa.
A este amplio barrio del sur de la ciudad hay que sumarle denuncias y pedidos de solución en otros barrios del este sanfrancisqueño como Hospital y San Francisco, ni que hablar de los vecinos de la ciudad de Frontera a quienes nuestro municipio también provee.
Dadas estas circunstancias los picos que siguen activos son cada vez más usados como alternativa para los vecinos. Quedan algunos en pie como el de esquina de Libertad y avenida Savio, uno cercano al ferrocarril Belgrano todavía vierte agua y otro casi "clásico" donde funcionaba la vieja hilandería al otro lado de la ciudad.
Después sí se encuentran en distintos sectores los viejos pilares cuyas canillas fueron sacadas o tapadas, otros que se rompieron y fueron quedando fuera de servicio. De todas maneras los que sobreviven todavía siguen necesarios sobre todo cuando el agua de la canilla no alcanza para llenar el tanque de las casas o porque del grifo sale un "hilito" de agua.