Mayorista de carnes Piara
Piara se instaló en grande en el corazón de barrio Sarmiento
El mayorista de carnes inauguró una moderna planta en el histórico edificio de Saénz Peña y 1° de Mayo, donde aplica tecnología de punta para ampliar su gama de productos, abastecer a sus 4 puntos de ventas propios en la ciudad y a su cada vez más amplia clientela.
La firma sanfrancisqueña Piara sigue apostando al crecimiento como líder en el mercado mayorista de la carne en la ciudad y para ello recientemente inauguró su nueva planta en barrio Sarmiento, donde con tecnología de vanguardia apunta a incrementar su oferta de productos, siempre con la calidad como premisa.
En el histórico edificio de Saénz Peña y 1° de Mayo donde desde la década del 50 hasta los 90s funcionó la fábrica Fraver, que producía tornos y otras máquinas, Piara instaló cámaras de frío y líneas de producción automatizadas para la elaboración de sus productos.
A través de una millonaria inversión, la empresa modernizó su producción para incrementar su oferta de cortes de exportación, cortes de ternero y cerdo, embutidos y elaborados.
Tras una recorrida por el amplio complejo, José Roggero dialogó con LA VOZ DE SAN JUSTO y explicó de qué se trata esta ambiciosa apuesta de la firma.
“Todo esto es básicamente la expansión de todo lo que veníamos haciendo. Esto empezó en el 2010 como un despostadero, algo que yo venía haciendo con mi viejo. Además del desposte empecé con los productos derivados de esas carnes, como embutidos, productos formados, rebozados. Más tarde seguimos con la integración de los puntos de venta. Todo eso nos llevó a ir levantando el volumen y expandirnos, pero estábamos en un establecimiento que no nos permitía crecer, por las dimensiones, por problemas edilicios y otras cuestiones”, contó.
En ese sentido agregó: “Entonces decidimos dar el salto y hacer una inversión muy importante para hacer esta especie de frigorífico, lo que nos va a permitir seguir trabajando en nuestros productos, seguir abasteciendo a nuestros puntos de ventas, a nuestros carniceros y gastronómicos y además buscar expandirnos más allá de los límites de la ciudad. También queremos elaborar otros tipos de productos para entrar en otros canales”.
Acerca de la decisión de dar este importante paso dijo que “fue algo natural, porque es lo que se necesitaba no solo para seguir creciendo sino también para consolidarnos. Acá podemos trabajar tranquilos y cómodos para desarrollar todo lo que queremos hacer”.
Invertir en un momento como el que está atravesando el país no es una decisión que cualquiera tomaría. “Este es un rubro muy complicado, hay que conocerlo y llevarlo adelante siempre de una manera prolija y ordenada. Pero a su vez es un rubro que es el último que se para y el primero que se reactiva. La carne es un cuasi commoditie, que está atada a los precios internacionales eso te permite tomar ciertos riesgos. Hay gente que los toma y gente que no, yo siempre elijo ir un poquito más allá”.
La apuesta a la tecnología es una prioridad en Piara. “El rubro ha ido perdiendo la gente con oficio. Hay muy pocas personas que tienen el oficio o el conocimiento en elaboración, en el trabajo con la carne. Eso nos llevó con el tiempo a automatizar muchas líneas y entonces hoy gran parte de la elaboración se hace con línea automatizada. El que tiene conocimiento de cuchillo va directamente a lo que la despostada o al troceo de la media red, pero todo lo que es proceso de elaboración ya sea de milanesas, hamburguesas, chorizos… el 90% de las líneas están automatizadas. Esto permite que se pueda hacer con gente que tenga un mínimo conocimiento”.
En la moderna planta y gracias a la implementación de la tecnología, pueden realizarse varios procesos en un mismo lugar y con mayor eficiencia: “Los procesos son embutidos, formados o rebozados. Dentro de esos tres procesos, con las distintas carnes y distintos cortes vas haciendo, por ejemplo, formados como hamburguesas, patitas, bife compensado o prensado. En el rebosado ya tenés milanesas de cualquier tipo de carnes, con distintos cortes. Después tenés los distintos tipos de embutidos y además todos los cortes tradicionales que se vuelcan a los mostradores. Cortes parrilleros principalmente y las pulpas que se utilizan para la cocción”.
De la planta al mostrador
Piara cuenta con 4 puntos de venta propios que están distribuidos en puntos clave de la ciudad. Se trata de los Carnívoro de Libertador Norte 873 y de Libertador Sur esquina Salta, y los Almacén de Carnes de Libertad esquina Caseros y de Jujuy esquina Belgrano, que actualmente se encuentra en remodelación.
“Están estratégicamente ubicados: norte, sur, este y oeste. Hicimos una cruz en la ciudad, donde creemos que hoy por hoy la gente se está moviendo, buscando precios. Nuestra ventaja competitiva es que vendemos buena cantidad a buen precio”, contó Roggero.
El empresario aseguró que la calidad en los productos “se logra trabajando con las distintas categorías de animales. Nosotros trabajamos todo lo que es consumo interno, que es ternero o novillito, lo que más se vende en el mostrador. Pero también esta planta nueva nos ha permitido empezar a trabajar con cortes de exportación, que son de una calidad un poco inferior, pero mucho más económica. Eso le permite a la gente que busca precio tener más variedad, a los carniceros ofrecer más opciones y a los gastronómicos contar con alternativas más económicas para elaborar sus comidas”.
Piara no solo tiene presencia en la ciudad, sino que también está en Córdoba, donde tiene una planta similar a la de San Francisco, y también incursiona en el mercado de Buenos Aires. En la capital de nuestra provincia cuenta además con un punto de venta y su actividad está principalmente enfocada al mercado gastronómico.
Una cuestión de familia
Este presente de Piara, que hoy le da empleo de manera directa a más de 30 personas y a muchas más de manera indirecta como distribuidores y vendedores comenzó cuando José comenzó a adquirir el conocimiento que venía de su abuelo y su padre.
“Yo vengo de la formación de marketing, que es lo que estudié. Antes de iniciarme en esto no tenía mucho conocimiento del rubro. Después, cuando entré y mi viejo me empezó a trasladar el conocimiento, me apasionó la ganadería en sí. A mí lo que me gusta es toda la integración de la cadena: poder llegar desde el campo hasta el consumidor final. Eso es un poco lo que busqué. En esa integración el negocio se va haciendo más grande, sumando más gente, más puntos de venta”, comentó.
Recuerda que su primer contacto con la actividad “fue en el campo, en un remate, viendo hacienda con mi vieja, conociendo de genética. Allí empezó todo. En un principio arranqué con un feed lot, y tenía hacienda, pero después decidí ir para el otro lado del negocio”.
Las mujeres ganan lugar
Se está produciendo un fenómeno interesante en el rubro, según contó el empresario. “Nosotros llevamos todo ya procesado y elaborado al punto de venta. Eso nos permitió enseñarle e incorporar a muchas chicas al despacho de la carne, la última parte del trabajo. Hoy los mostradores están atendidos en su mayoría por chicas que no tenían experiencia anterior en el rubro. Está dando resultados excelentes porque se destacan en la atención al público, la higiene, cuestiones que son fundamentales”, aseguró.
Hablando de mujeres, José destacó el aporte de Carolina, que lleva adelante la administración de un proyecto tan importante. También agradeció a dos colaboradores que lo acompañan hace muchos años: “Seba” Mendoza y “Paio” Galfré.
Lo que viene
Si bien la empresa recién se está adaptando al nuevo lugar físico, donde también existe una venta al público minorista con interesantes ofertas, Roggero no deja de pensar a futuro.
“El próximo objetivo es salir a buscar mercados nuevos, a ciudades nuevas, encontrar distribuidores. Queremos incorporar una línea de supercongelados que estamos empezando a desarrollar. Los objetivos son en conjunto porque trabajamos con otra gente, que viene empujando mucho. Acá hay una responsabilidad muy grande porque hay mucha gente atrás, entonces hay que hacer las cosas con calma y dar pasos firmes”, contó.