Seguridad
Patrulla Rural: “Dimos un salto de calidad en capacidad operativa”
Aunque las autoridades policiales reconocen que por la crisis aumentan los robos de ganado, destacan el trabajo conjunto con la justicia y los productores, lo que permite esclarecer rápidamente los hechos y mejorar la seguridad rural.
La crisis económica está llevando a un aumento de los robos de animales en el campo. Según los responsables de la Policía Rural en Córdoba, el abigeato y el faenamiento irregular de animales, que históricamente fueron problemáticas en la zona, se han intensificado en los últimos años. Estos delitos están siendo impulsados en gran parte por la difícil situación económica que enfrentan algunas personas, que recurren al robo de ganado para satisfacer necesidades alimenticias básicas.
La inseguridad en las áreas rurales no es algo nuevo. A lo largo de la historia del país, el sector agropecuario fue víctima de robos y vandalismo. Sin embargo, en las últimas décadas, la frecuencia de estos delitos aumentaron, afectando gravemente la economía de los productores agropecuarios. Además de los robos de animales, los productores han denunciado la destrucción de silobolsas, el robo de maquinaria, insumos y hasta incendios intencionales de campos, hechos que dejaron a los productores rurales impotentes frente a la situación.
En este contexto, la seguridad rural se ha convertido en una prioridad para las autoridades de Córdoba. El Gobierno provincial decidió jerarquizar la estructura de la Patrulla Rural, un cuerpo especializado en la prevención de delitos en zonas rurales. La decisión vino acompañada de la creación de nuevas bases operativas y la incorporación de más móviles para patrullar las vastas extensiones de terreno.
Para entender mejor cómo se enfrenta la inseguridad en el campo, hablamos con el comisario inspector licenciado en Seguridad Cristian Trosales, director general de las Patrullas Rurales Norte, y comisario Pablo Lencinas, jefe de la División Patrulla Rural San Francisco. Ambos coincidieron en la necesidad de una “red de trabajo” que incluya tanto a las fuerzas de seguridad como a los productores agropecuarios y a la comunidad en general.
Crio. Trosales: “Trabajamos en una comunicación más cercana con los vecinos, y esto fue fundamental para poder reaccionar de manera más eficiente cuando se detecta una situación sospechosa”.
“La Patrulla Rural se conforma justamente para dar respuesta al productor y a la gente que vive en el campo. Nuestro objetivo es atender las necesidades tanto de los pequeños productores como de los más grandes. La idea es poder conformar una red de comunicación efectiva”, explicó Trosales a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Aunque reconoció que aún existen desafíos en cuanto a recursos, Trosales destacó los avances en la formación de personal y equipamiento. “Hemos dado un salto de calidad en cuanto a la capacidad operativa de la Patrulla Rural. Seguimos trabajando en conjunto con la Guardia Urbana, el inspector de tránsito y otras fuerzas especiales para optimizar los recursos y mejorar la seguridad”, agregó.
Una de las herramientas clave que utiliza la Policía Rural para mantener la seguridad en las zonas rurales es la creación de grupos de WhatsApp con los vecinos más comprometidos. “Trabajamos en una comunicación más cercana con los vecinos, y esto fue fundamental para poder reaccionar de manera más eficiente cuando se detecta una situación sospechosa”, señaló Trosales.
El comisario también resaltó la importancia de las entrevistas de proximidad, que permiten conocer mejor las necesidades de los productores y generar confianza con la comunidad. “Sabemos que las distancias en la zona rural son grandes y que el territorio es muy extenso. Por eso, la comunicación con los vecinos es crucial. No podemos estar en todos los lugares al mismo tiempo, pero sí podemos optimizar nuestra capacidad de respuesta gracias a la colaboración de la gente”, agregó.
El abigeato: un delito impulsado por la crisis
Uno de los delitos que más preocupa a las autoridades es el abigeato, que en los últimos años ha aumentado notablemente. Según Lencinas, la situación económica generó un fenómeno donde el robo de ganado se ha convertido en “una problemática social. Los animales son despostados de manera irregular. No se llevan el animal completo, lo que indica que no se está robando para la comercialización, sino para el consumo propio. Esto es algo que hemos analizado, y aunque no justifica el delito, es un reflejo de la crisis económica que estamos viviendo”, advirtió.
El robo de animales no es un hecho aislado, y la tendencia es cada vez más frecuente en muchas zonas rurales. En algunos casos, los delincuentes no buscan vender la carne en mercados o carnicerías, sino que simplemente la utilizan para alimentarse.
Crio. Lencinas: “Los animales son despostados de manera irregular. No se llevan el animal completo (…) no se está robando para la comercialización, sino para el consumo propio. Aunque no justifica el delito, es un reflejo de la crisis económica”.
El rol de la justicia y la necesidad de recursos
Si bien el robo de animales y otros delitos rurales siguen ocurriendo, tanto Trosales como Lencinas coincidieron en que en la mayoría de los casos los responsables son capturados. Las herramientas judiciales son clave para combatir la inseguridad en el campo de manera efectiva. “Nosotros somos auxiliares de la justicia. Todas las intervenciones que realizamos se ponen a disposición de los fiscales. Pero es importante destacar que el trabajo en conjunto con la justicia es fundamental para poder solucionar estos casos de manera eficiente”, dijo Trosales.
Para mejorar la respuesta ante los delitos rurales, productores piden un mayor fortalecimiento de la justicia. Algunos sectores del campo reclaman que se destinen más recursos para la formación de personal especializado en investigaciones rurales. Sin embargo, Trosales defendió el trabajo coordinado: “Nosotros, como policía, cumplimos nuestra función, al igual que lo hace la justicia para ser más eficientes en la persecución de estos delitos. Trabajamos de manera coordinada para dar una respuesta rápida y adecuada a los productores”.
El mes más conflictivo: diciembre
Según los jefes policiales, diciembre es el mes con mayor cantidad de delitos rurales. “Aproximadamente, de 90 hechos, el 70 por ciento ha sido esclarecido”, subrayó Lencinas. No obstante, los delitos rurales no son tan frecuentes como en las áreas urbanas. “Estamos registrando de dos a tres hechos por mes, lo cual no es una cantidad tan alta, pero existe”, agregó.
Respecto al perfil de los delincuentes, Lencinas indicó que la mayoría proviene de zonas cercanas a San Francisco. A pesar de la cantidad de delitos, las autoridades aseguran que la colaboración con la justicia y las acciones preventivas han permitido esclarecer una parte importante de los casos.
Un operativo con más de 50 efectivos: controles y allanamientos
Más de 50 efectivos de diferentes fuerzas de seguridad participaron el pasado jueves en un megaoperativo de interfuerzas, llevado a cabo con el objetivo de esclarecer distintos hechos delictivos cometidos en la región. Este operativo, que se extendió hasta entrada la noche, incluyó a personal de la División Patrulla Rural Norte, la Patrulla Rural de San Francisco, Gendarmería Nacional, y otras fuerzas de seguridad, con la colaboración de la Fiscalía de segundo turno de los tribunales locales.
El operativo comenzó a las 15 y tuvo como punto de concentración el predio de la Sociedad Rural, desde donde las fuerzas de seguridad se desplegaron hacia diferentes puntos de la ciudad y la zona rural. Durante las operaciones se controlaron alrededor de un centenar de personas y aproximadamente ochenta vehículos, en un operativo de gran magnitud que involucró 18 unidades móviles.
El operativo interfuerzas no solo fue ejecutado por las Patrullas Rurales, sino que también contó con la participación de diversas unidades especializadas. Entre las fuerzas que intervinieron estuvieron Gendarmería Nacional, el grupo táctico ETER, Bomberos DUAR, División Investigaciones de la Departamental San Justo, División Investigaciones Patrulla Rural, y la División Motos de la Policía. Además, la Guardia Local de Prevención y Convivencia de la municipalidad, el grupo de Irrupción de Policía de Santa Fe y el CAP.
Uno de los principales focos del operativo fueron los controles vehiculares. Se realizaron inspecciones a camiones, en cumplimiento con la normativa de SeNaSa, donde se detectaron irregularidades en el traslado de mercadería. Además, se llevaron a cabo múltiples allanamientos en diversos puntos de San Francisco y Frontera. Se secuestraron elementos y vehículos utilizados en delitos rurales, que ahora están a disposición de la Justicia para su análisis y procesamiento.
En particular, se incautaron herramientas y vehículos que habían sido utilizados en hechos delictivos ocurridos en la zona rural cercana a Freyre durante el mes de marzo. Estos delitos, relacionados con el robo de ganado y otros ilícitos rurales, habían sido denunciados por productores agropecuarios de la región.
El comisario Trosales destacó el compromiso de las fuerzas en la lucha contra la delincuencia rural. "Este operativo refleja el trabajo conjunto de las fuerzas de seguridad, tanto urbanas como rurales, y la importancia de estar unidos para enfrentar los delitos que afectan a nuestros productores agropecuarios y a la comunidad en general", expresó.
El mensaje a la población rural
En cuanto a la seguridad en las zonas rurales, Trosales hizo un llamado a la comunidad a confiar en el personal policial y a colaborar en la prevención de delitos. “Es importante que los vecinos interactúen con los policías que patrullan sus zonas. Nosotros, como autoridad, estamos siempre a disposición. La idea es crear una red de comunicación efectiva para poder mejorar la seguridad”, concluyó y recordó que una de las líneas para denunciar es 3564 200205.