Entrevista
“Pasan los años y Freddie no deja de cantar”
La escritora María Nieves Gorosito reafirmó la vigencia de la música de Queen y, en particular, el legado de un cantante que revolucionó la escena y derrumbó prejuicios.
Por Manuel Montali | LVSJ
Días atrás, el 24 de noviembre, se cumplió un nuevo aniversario de la muerte de Freddie Mercury, ocurrida en 1991. Los homenajes al cantante de la banda británica Queen, que se repitieron a lo largo y ancho del mundo, significaron una buena oportunidad para abordar el libro “El fenómeno Queen desde la mirada del psicoanálisis vincular”, de María Nieves Gorosito, autora nacida en San Jorge (Santa Fe), en 1983, pero que se encuentra radicada en San Francisco.
La también escritora de la novela “Panambí” -quien se encuentra preparando una nueva obra que vería la luz en 2024- repasó su trabajo sobre el popular cantante, el cual tuvo como base sus estudios en Psicología, a la vez que brindó detalles sobre el que hacer cultural que, con anclaje en nuestra ciudad, interrelaciona a personas de distintas partes del país.
“Pasan los años y Freddie no deja de cantar”, afirmó Gorosito, graficando la vigencia de la música de Queen y, en particular, el legado de un cantante que revolucionó la escena y derrumbó prejuicios.
-¿Cómo nace este trabajo sobre la figura de Freddie Mercury?
Nace de un examen final que tuve que dar en la carrera de Psicología, en la materia de Teoría y Técnica de grupo. Había que poner a jugar ciertos conceptos trabajados durante el año y abordarlos de manera novedosa. En esa época justo estaba saliendo en cine la peli de Freddie Mercury (Bohemian Rhapsody). Soy fanática de la música y Queen es una de las bandas que siempre me ha gustado mucho. Uno de mis hermanos mayores lo escuchaba mucho a Freddie. Fui a verla y me encontré con que mostraba todos los conceptos de dinámica vincular abordados en el año. De ahí surge pensar el final a través de un trabajo en relación a este filme.
Una de las docentes sugirió luego de rendir que armara un paper para presentar en un congreso de Buenos Aires sobre psicoanálisis vincular. Lo hice y abarcaba lo que luego terminó siendo la introducción, aproximadamente. Eso fue el paper. Lo aceptaron y fui a Buenos Aires a presentarlo, una experiencia muy linda. Unos tres meses después recibo un mail de una editorial (Alción Editora) con la propuesta de ampliar ese trabajo para armar un libro, un ensayo, así que me puse a trabajar en eso, lo que me llevó unos cinco o seis meses. Tenía el tema bastante estudiado y ahora faltaba poder jugar un poco más en lo que es el ensayo, el tema de los arquetipos y ahondar más en cada punto.
“El arte en general, aquél que es recordado y emociona y conmociona al espectador, tiene que tener estos dotes psicodramáticos”.
-En el libro destacás que, más allá de su talento y su voz, Freddie “tenía un deslumbrante talento de actor trágico” y que su “mérito” y “misterio más grande” eran la emoción que provocaba. ¿Por qué considerás que la puesta en escena de Queen era psicodramática?
Creo que el arte en sí se presta para lo que es psicodrama, en el hecho de poder poner en acción ciertas pulsiones no solo del que crea o sublima a través del arte, sino del que recibe ese producto artístico y a través de él logra sublimar las propias pulsiones. El arte en general, aquél que es recordado y emociona y conmociona al espectador, tiene que tener estos dotes psicodramáticos. Freddie era alguien que no se paraba solamente a cantar, ponía su cuerpo, entregándolo al ritmo, la melodía, sus creaciones, las letras. También cómo ellos pensaban la música, la vestimenta, todo lo que se ponía en juego en el escenario, hacía que sus espectáculos tuvieran estas cuestiones psicodramáticas. Lograba unificarse con su público.
-También recalcás que Freddie traspasaba al público su miedo a no ser aceptado. Mencionás que como artista era portavoz de un malestar (maletre) no solo social y cultural sino de la vulnerable condición humana. ¿Cuáles creés que eran los principales efectos que producían las performances de este vocalista?
Creo que principalmente lo que generaba era mucha emoción. De hecho, tengo un recuerdo personal: en el momento que estudiaba para hacer este libro había venido a comer mi familia y había puesto música en la tele. Mi papá también era alguien con quien compartía esta pasión por la música. Lamentablemente ya no lo tengo más. Puse el tema, que era “Bohemain Rhapsody”, empiezan a sonar las primeras teclas y a mi papá se le aguaron los ojos, diciéndome que hacía mucho que no escuchaba el tema. Freddie tenía eso, más allá de su voz, que era un dotado, también su melodía, cómo las conjugaba y las ponía a jugar. No sé si hay una explicación, ya de por sí hay una no explicación de cómo a veces la melodía tan solo poniendo a sonar sin decir una palabra te moviliza un montón. También él como figura, era alguien que se animaba a empezar a mostrarse distinto en una sociedad que no es la de hoy. Eso también tiene que ver: cómo él mediante el arte se animaba a enfrentar una sociedad mucho más prejuiciosa y empezaba a abrir estas luchas para que la sociedad sea un poco más cálida y no busque una homogeneización por comodidad o miedo a lo desconocido. Él era una voz de rebelión y jugaba una parte muy importante dentro del impacto que tuvo la banda en general.
“Como muchos, he recibido más educación si se quiere desde el paradigma occidental. Con el paso del tiempo algo siempre me empujó a ir estudiando y ver la filosofía de vida que los pueblos originarios tienen”.
-Decís en el libro que pasan los años y Freddie no deja de cantar. ¿Qué significa?
Hago referencia a que pasan los años y su voz y melodía siguen conquistando a nuevos espectadores que ya no son contemporáneos con él, incluso a los chicos nacidos desde el 2000, tan lejos de él. Yo le ponía a mi hijo esta música y le encantaba, incluso me pedía que le ponga tal o cual video. Eso no lo logra cualquiera, solamente los clásicos, pensando en la idea de Italo Calvino de estos clásicos que uno puede leer tanto en la época en que fueron escritos, en el 1700, como hoy en el 2023. Son obras que se pueden seguir leyendo, encontramos temáticas actuales porque lo que hacen es hablar acerca de la humanidad, de sus vulnerabilidades, de sus esperanzas, y eso hace que determinado arte o artista se mantenga vigente.
Actividad tallerística
María Nieves es la coordinadora del Taller Literario “Rayuela”, que dicta con modalidad online desde nuestra ciudad, agrupando integrantes de distintos puntos del país en torno a diversas temáticas de lectoescritura.
“Comparte el espacio gente de Salta hasta San Martín de los Andes. En el caso del grupo de lectura, nos juntamos una vez a la semana para compartir un texto que se propone y escuchar a los propios autores. He logrado abrir otro espacio que es de encuentro entre autores, en donde contacto con un autor que he trabajado determinado mes para juntarnos algún sábado y charlar sobre su obra y proceso creativo. Se generan hermosos momentos y los autores terminan tan contentos como los talleristas, porque tienen la posibilidad de conocer los rostros de sus lectores”, explicó.
En este espacio también se dispone de talleres de escritura en torno a diferentes consignas, para luego compartir y comentar entre pares. “Hay gente que empezó en marzo y sigue hasta diciembre, que cerramos para reabrir en 2024, y todavía no los conozco personalmente, pero hemos hablado tantas veces que ya pertenecen a mi círculo. Eso es maravilloso. Ya estamos planeando encontrarnos y sería maravilloso”, detalló.
Por último, contó que también realiza talleres breves, como el de “Poesía en prosa” y el de “Literatura monstruosa”, donde abordan autores como Mary Shelley y Horacio Quiroga.
“Panambí” y nueva novela para 2024
Gorosito publicó su primera novela, “Panambí”, en 2021 (Editorial Selecta, de Penguin Random House), una historia centrada en los pueblos originarios. “Me interesa mucho su lucha por recuperar sus tierras, cultura, tradiciones, su historia y que se cuente bien”, explicó.
Asimismo, haciendo foco en su formación en Letras y Psicología, detalló que “como muchos, he recibido más educación si se quiere desde el paradigma occidental. Con el paso del tiempo algo siempre me empujó a ir estudiando y ver la filosofía de vida que los pueblos originarios tienen. A diferencia de lo que siempre se pensó sobre ellos, como comunidades salvajes o sin conocimientos, a los que había que instruir, ellos tenían su propio conocimientos, ciencias y saberes. A mí me interesa recuperarlos. Sería muy lindo que empecemos a escuchar esos saberes. En lo que es cuidado ambiental tienen mucho para enseñar, también con el tema de la mujer. Para escribir ‘Panambí’ tuve grandes charlas con Ara Mimbi Verco, una líder guaraní, que me comentaba justamente que ellos no conocían la violencia de género hacia la mujer, sino que la mujer tenía un lugar muy respetado a diferencia del mundo occidental”.
Continuando con este tipo de cruces literarios entre ficción e historia, se refirió finalmente a su próximo proyecto, una nueva novela que podría ver la luz el año próximo: “Tiene que ver con la dictadura argentina y con el hallazgo del Pozo de Vargas en Tucumán -adelantó-, entrelaza esos dos hechos históricos. A mediados de 2024 terminaría con las correcciones y empezaría los trámites para publicarla”.