Panaderos: “Trabajo hay mucho, lo que no hay es poder adquisitivo”

Hoy, 4 de agosto, se celebra el Día del Panadero en la Argentina, más precisamente, el Día Nacional del Obrero Panadero. En este marco, desde el sector gremial remarcaron que “hay mucho trabajo, pero lo que no hay es poder adquisitivo”.

Así lo indicó Claudio Rivolta, secretario general del Sindicato de Obreros Panaderos de San Francisco quien, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, indicó que “todos los compañeros coinciden en que los sueldos están muy bajos”, si se tiene como parámetro los índices de inflación del país.

Entrando en detalles, el sueldo promedio de un panadero inicial está entre 155.000 y 165.000 pesos, con 7 horas de jornada laboral, de lunes a sábado. “Se hace muy cuesta arriba para el trabajador panadero. Si bien siempre tuvo un sueldo bajo, últimamente estamos quedando muy por debajo”, enfatizó el referente de los obreros panaderos. 

Para Rivolta, el escenario más propicio para discutir el salario son las paritarias nacionales. “Esta pelea por un mejor sueldo tiene que contemplar el oficio y el sacrificio que conlleva ser panadero”, consideró.

La actividad en San Francisco

Si se contemplan datos oficiales, nuestra ciudad cuenta con aproximadamente 180 trabajadores registrados en el rubro de la panificación. Ahora bien, el trabajo informal sigue siendo una constante y preocupación para el sindicato. “Hay mucho empleo ‘en negro’ y poca mano de obra calificada”, comentó el dirigente gremial. 

Además, Rivolta advirtió que los bajos sueldos obligan a las personas a buscar otro rumbo y hasta generan el fenómeno del pluriempleo porque “no les alcanza”.

Si bien el entrevistado reconoció que sigue siendo un oficio “muy familiar”, que se transmite de generación en generación, esa tendencia está experimentando ciertos cambios. “Los más jóvenes no buscan seguir el legado de sus padres o abuelos”, advirtió y lo atribuyó a que los salarios perdieron poder adquisitivo ante la suba constante de precios. 

“Si bien existen excepciones, con jóvenes trabajadores que se ponen el negocio familiar al hombro, la mayoría deciden estudiar y seguir otros caminos, por lo que se complica el legado”.

La defensa del oficio 

Rivolta no dejó de marcar que ser panadero es una profesión “ingrata por los horarios, muy sacrificada, pero a la vez, muy linda”. En este mismo sentido, le pidió a sus compañeros y a la comunidad en general que “hay que seguir adelante, que en eso los argentinos tenemos experiencia”.

Al mismo tiempo, expresó su deseo de seguir fomentando esta actividad que hace posible que un alimento tan noble y esencial como el pan llegue a los hogares y les envió “un abrazo grande a todos los trabajadores, en especial a los panaderos”, y el deseo de que en su día puedan descansar.

Claudio Rivolta hace 12 años que se encuentra al frente del Sindicato de Obreros Panaderos local y confesó que le apasiona trabajar por otros trabajadores como el primer día, defendiendo “a quienes les están vulnerando sus derechos”, concluyó. 

Por qué se conmemora el 4 de agosto 

El Día del Panadero en nuestro país recuerda a la creación de la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos, algo así como el primer sindicato de obreros panaderos, que se gestó un 4 de agosto de 1887. Todo esto, ideado por Enrique Malatesta, famoso anarquista que pasaba sus días en Buenos Aires en esa época.

Recién en 1957 fue reconocido el 4 de agosto como el Día Nacional del Panadero por el Congreso Nacional.

Se calcula que el pan ha formado parte de nuestras vidas desde hace por lo menos 10.000 años. Durante la mayor parte de la historia de este humilde alimento, la producción se realizaba en cada casa y era familiar. Recién con la llegada de la Revolución Industrial, en el siglo XVIII en Inglaterra, la producción del pan se convertiría en una labor de un sector determinado de la población dando origen a los panaderos, como se los conoce hoy en día.