Norma, la guardiana de las aves
La mujer de 60 años oriunda de Devoto que es conocida por todo el pueblo por recuperar a pájaros heridos o que necesitan de la ayuda del ser humano para poder tomar vuelo y ser libres otra vez.
Muchas personas aman los animales y la vida, pero pocas son las que dedican la suya a ellos. Este es el caso de Norma "Gordy" Rubiolo, la mujer de 60 años oriunda de Devoto que es conocida por todo el pueblo por recuperar aves heridas o que necesitan de la ayuda del ser humano para poder tomar vuelo y ser libres otra vez.
Tal es su amor por ellas que en su patio instaló una serie de jaulas propicias para la recuperación de las mismas y la habitación que perteneció a su hija hoy es la "sala de vuelo", donde los pacientes se recuperan para iniciar su vida en la naturaleza.
Mientras Norma dialogó con LA VOZ DE SAN JUSTO estaba en la sala de vuelo con un chimango que llegó a su vida hace algunos días. "Era la pieza de mi hija donde trabajo y tengo mi máquina de coser, pero ahora la transforme en habitación habitación de vuelo porque aquí les enseño a volar antes de liberarlas", confió.
La colibrí fue uno de los casos más resonantes y virales de Norma.
El rescate del colibrí
Uno de los casos más resonantes que causó sensación en redes sociales de Norma fue la de "una" picaflor que unos vecinos encontraron un nido en una obra en construcción de Devoto. Cuando entraron los albañiles, la madre salió volando y la cría quedó abandonada.
Para poder cuidarla, recibió asesoramiento de una mujer desde Perú. "Cuando me dijeron del caso, acepté de inmediato. En casa tengo bebederos para colibríes, pero había que alimentarla. Le envié fotos a mi amiga peruana y ella se puso en contacto con una rescatista de picaflores en los Estados Unidos", contó la mujer.
Durante 13 días, Norma alimentó a la pequeña picaflor con un preparado de mosquitas y gusanos que se lo daba con una jeringa. "Me dijeron que la alimente con lombrices rojas pero lo único posible era las mosquitas de baños y así la cuidé durante días con gusanos de mi compost que me aprobaron desde los Estados Unidos. Cada una hora, durante 11 días, la alimenté. Viví pendiente de ella durante dos semanas", precisó.
"Gordi" contó que la jaula estuvo preparada especialmente con tejido mosquitero, con una jeringa y flores. También, sele armó el bebedero y se le colocó una planta de petunia para ambientar su lugar. "Cada vez que la tacaba al ave lavaba las manos para no contaminar ni estropear sus alas. El día que voló por primera vez fue muy emotivo porque volvió a los dos días de visita, pero primero aprendió en casa", recordó.
"Todo lo que hago es para que las aves tengan una oportunidad y que vuele. No acepto los animales encerrados", agregó Norma.
Norma lucha desde el 2007 contra el cáncer y las aves son un bálsamo de vida.
Un cariño al alma
Norma lucha contra el cáncer desde 2007. Su pelea contra la enfermedad, las cirugías continuadas, la obligaron a dejar su trabajo como docente y jubilarse. "Esto lo hago por voluntad propia. Caminamos mucho con mi marido y siempre encontramos algún pajarito herido y no tengo corazón para dejarlo ahí que se lo coma un gato o un perro".
"Toda esta pandemia no hubo un día que estuviera aburrida o encerada. Siempre estuve haciendo algo por los animales".
Norma no lleva la cuenta la cantidad de aves que ya ayudó. "Una vez me trajeron un benteveo al que alimenté y cuidé hasta que lo solté; palomas de todas las formas, tamaños y colores (risas); también un pequeño gorrión pero no sabíamos qué era por su estado pero ahora es parte de la familia y se llama Piki Piki. También lechuzas, todo lo que se imaginen".
Ni ella ni su marido son expertos, mucho menos estudiosos pero afirmó que en internet está todo lo que necesitan saber. "¿Para qué está ´Don Google?´ Las palomas es más fácil pero también participo en grupos y foros que me ayudan como fue en caso del picaflor".