Vóley
No me arrepiento de este amor
La líbero Valentina González disfruta de su retorno a la práctica activa, preparándose junto a San Isidro que disputará la nueva edición de la Liga Nacional.
Se dice que “el amor es más fuerte” o “dónde hubo cenizas quedan”, pero es evidente que su romance con el vóley sigue inalterable, más allá del impasse que tuvo esa relación sentimental, en la que le dio un respiro a su rica trayectoria deportiva para enfocarse de lleno a su actividad profesional como abogada.
Es que Valentina González (26) decidió volver a calzarse las rodilleras para saltar nuevamente a la cancha en una competencia de exigencia, una manera de recordar tiempos no tan lejanos como también volver a disfrutar de su pasión.
Determinación de la exPantera que celebró el Club San Isidro incorporándola al plantel que disputará la próxima edición de la Liga Argentina.
“Desde un principio me pareció una gran apuesta lo de San Isidro para el vóley de nuestra ciudad. Consideré que era una buena oportunidad para volver a jugar entendiendo que una competencia de ésta importancia, con más razón si se llegase a realizar en San Francisco, sería de gran motivación e incentivo para todos”, comentó.
“Además fue determinante que haya sido convocada mi amiga Josefina Jappert con quien compartí toda mi carrera en el vóley y a quien le tengo un aprecio especial”, recalcó.
Retorno a la práctica activa que le despierta lógica expectativa, por la sencilla razón de defender los colores de un club sanfrancisqueño a nivel nacional.
“Cuando me recibí y volví a la ciudad, decidí tomarme un descanso como jugadora, pero desde un principio me mantuve vinculada al vóley existiendo siempre la posibilidad de volver a jugar. La verdad que me genera muchas expectativas, de vivir una experiencia que nunca viví en mi ciudad”.
“Obviamente mi familia está feliz de mi decisión y lo disfrutará al máximo conmigo”.
Lo cierto que el plantel “santo” se verá respaldado por la jerarquía y oficio de la líbero. “Considero que lo más importante que puedo ofrecerle al equipo es mi experiencia, después de competir tantos años en el mejor nivel del país, y mi forma de juego”.
“Físicamente me siento muy bien, si bien hace de diciembre del 2023 que no juego al vóley indoor, nunca deje de entrenar e incluso estoy sumando a mi entrenamiento otras disciplinas como la natación además del gimnasio”.
De esta manera San Isidro se sumó a la nómina de clubes que conforman su foja de servicio, y al que buscará responderle con su mejor versión, una costumbre en su desenvolvimiento deportivo.
“San Isidro es un club más en mi carrera, pero no deja de ser especial. Lo que significa una gran motivación para lograr la plaza para la Súper Liga. Si bien no tenemos el equipo definido aún, estamos trabajando en eso para lograr consolidarlo y daremos lo mejor de todas para alcanzar el objetivo”, cerró.
Con el compromiso y mentalidad ganadora que la caracteriza, ya entrena junto a sus nuevas compañeras en pos de la meta trazada. Un volver a vivir vistiendo los colores de una institución de su terruño, pero también una manera de reflejar su incondicional amor por el vóley, ese sentimiento del que nunca se arrepiente.