Muralistas locales muestran que “las paredes hablan”
La primera etapa cuenta con el aporte de cinco muralistas de nuestra ciudad como el caso de Ramón “Monchito” Cortez, Florencia Cavagliatto, Julián Pastore, Guillermo Barberis y Mateo Silvestrini.
Mauricio Argenti | LVSJ
Desde hace varios días las paredes de San Francisco comenzaron a teñirse de color y mostrar creaciones artísticas para que sean disfrutadas por los vecinos.
En este caso, a través de distintos murales, el arte sale a flote como una expresión viva de costumbres, tendencias y sobre todo una manera de comunicar por medio de colores.
En San Francisco se puso en marcha el programa denominado "Las paredes hablan", una iniciativa que fomenta la práctica del muralismo emulando el alcance del proyecto "Arte de nuestra gente", que se puso en práctica con notorio éxito en Córdoba capital.
En este sentido, la primera etapa de "Las paredes hablan" cuenta con el aporte de cinco muralistas de nuestra ciudad como el caso de Ramón "Monchito" Cortez, Florencia Cavagliatto, Julián Pastore, Guillermo Barberis y Mateo Silvestrini.
Ramón "Monchito" Cortez es quizá el muralista más reconocido de los que participan de esta experiencia. Desde aquel mural de Diego Maradona que pintó en una de las paredes de una vivienda en barrio Bouchard, en junio de 2021, este docente de artes visuales se fue asomando cada vez con más precisión en el arte del muralismo que trascendió las fronteras de la ciudad cuando decidió destacar la figura del astro argentino Leonel Messi luego de la obtención de la Copa América que se disputó en Brasil.
Ese quizá fue su momento de mayor exposición mediática a tal punto que el propio Messi vio su obra y en agradecimiento le obsequió una camiseta de la Selección Argentina que lleva su firma.
Desde ese momento en adelante "Monchito" como lo conocen todos no dejó de trabajar llevando su arte a distintos lugares de la ciudad y la región.
En este caso, Cortez se encuentra ante el desafío más grande encarado hasta el presente. Se trata de intervenir artísticamente uno de los laterales del edificio del exGran Hotel Libertador. La cara este del citado edificio albergará en los próximos días la imagen de un niño que simboliza el valor de los inmigrantes en esta tierra, que fueron vitales para el crecimiento de San Francisco.
Para ello, el artista ya comenzó a intervenir con los primeros trazos ese imponente muro que albergará una pintura de 14 metros de altura por 7 metros de ancho, y en los próximos días ya comenzará a vestirlo de color.
Este trabajo, cuya ejecución fue estimada en un mes, conlleva cierto riesgo ya que en todo momento Cortez tiene que estar sentado en un andamio que regulará su altura con una serie de poleas mientras trata de quedarse sujeto desafiando al viento y las bajas temperaturas.
"La idea es plasmar la figura de un niño con el cual se hará referencia a los primeros niños de las familias colonizadoras de lo que luego fue San Francisco", explicó para luego indicar que con eso "busco representar una imagen de inocencia y pureza tan característica de una persona en sus primeros años de vida".
Luego de completar la cuadrícula comenzará la tarea de blanquear la superficie y comenzar con la pintura.
Desafiando el vértigo
En este caso, explicó lo que significa para él trabajar en semejante altura. "Debo reconocer que tengo que desafiar al vértigo pero por sobre todas las cosas amo lo que hago y eso no importa a la hora de llevar a cabo mi trabajo".
Tras confesar que "no tengo mucha idea" de cómo hará para corregir algún posible trazo defectuoso en altura recordó que "tengo que tener en cuenta que para subir hasta allá tardo una hora y otra hora para bajar. Es algo que me va a llevar más tiempo que el que esperaba, pero estoy dispuesto y por eso acepté el desafío que en mi caso creo que es el mayor de toda mi carrera hasta el momento".
Además se mostró muy satisfecho de que esa idea haya sido aprobada por las autoridades municipales ya que "el artista tiene que ser libre a la hora de poder expresarse, siempre manteniendo el respeto que el lugar merece y que sea acorde la contexto".
Más adelante, el artista dijo sentirse "muy feliz" por la repercusión que ha tenido este proyecto en la ciudad a partir de que desde el mismo "se está valorizando el trabajo que venimos haciendo desde hace mucho tiempo y el hecho de que se esté dando la relevancia que tiene nos da mucha alegría".
Rescatar el cuidado del medio ambiente
Florencia Cavagliato es quizá la más nueva dentro del muralismo en la ciudad. Luego de incursionar en el 'lettering' -el arte de dibujar letras- comenzó a dibujar murales pequeños cuya temática tiene más que ver con reflejar vegetación y naturaleza.
En este caso intervendrá una pared completa en la plazoleta 'Los Tres Luises', donde confeccionó su primer mural en 'lettering'. Cavagliato definió su estilo de pintura como "lineal y plano" con el cual se siente "muy cómoda" llevando adelante trabajos que tienen más que ver con "temática botánica y orgánica".
"En mi caso tengo delineados muy característicos en las hojas y flores y quería que ese mural hable por mí", explicó para describir el trabajo realizado en una superficie de 6 metros de altura por 5 metros de ancho.
El trabajo se circunscribirá a la frase 'El entusiasmo mueve al mundo' "se englobará el estilo de dibujar que tengo y a su vez que sea un disparador que cuando la vea le cause algo".
Precisamente, explicó que "lo central era eso, donde predominará el color amarillo y a partir de allí liberarme a los costados con la planimetría existente a partir de jugar con la botánica orgánica que es parte de mi estilo".
Más adelante expresó que la movida que impulsa el muralismo en la ciudad "es fantástica" ya que "esto es algo sin precedentes en San Francisco donde se subsidie a muralistas para potenciar su arte. Esto se está imponiendo de una manera muy fuerte gracias a una decisión política de intervenir espacios públicos. La movida que se está formando gracias al arte mural es muy fuerte".
La obra de Pastore en el Centro Cultural
El edificio del Centro Cultural San Francisco cedió uno de sus muros para que se transforme en el lienzo de una creación muralista del artista local Julián Pastore.
Este joven artista de 31 años, viene incursionando en el muralismo desde hace poco más de un año. En todo ese tiempo ha intervenido diversos espacios de nuestra ciudad y la región y actualmente llevó su trabajo a la ciudad de Córdoba, formando parte activa del proyecto "Arte de nuestra gente" por medio del cual se tiñó de color y pinturas distintos rincones de la capital provincial.
Al igual que los otros muralistas entrevistados, Pastore explicó que "este es un programa que va a perdurar en el tiempo y luego de nuestro trabajo se va a intervenir en distintos lugares de la ciudad para darle espacios a artistas locales interesados en el muralismo".
En cuanto a su obra, que comenzó a ejecutar el martes pasado, comprendida en un espacio de 6 metros de ancho y 12 metros de altura, que se encuentra en los primeros trazos, "representa a la cultura a través del dibujo de distintas personas realizando diferentes actividades culturales, abriendo de esta manera un espacio para el desarrollo de las expresiones culturales modernas".
Con un plazo de obra de 15 días de trabajo, Pastore dijo que "me gustaría terminar antes el trabajo, pero si llego a las 2 semanas igualmente está muy bien".
Al igual que en nuestra ciudad, Pastore fue convocado por la municipalidad de Balnearia "donde hice una obra bastante grande en un galpón del ferrocarril" y lo mismo ocurrió en Freyre.
"El muralismo viene creciendo mucho no solo en la región o en el país sino también en todo el mundo" dijo para luego agregar que "con el mural el artista da color a los espacios públicos y a su vez está dejando un mensaje a través de su obra que puede ser utilizado como una enseñanza comunitaria. En todos los casos, este tipo de obras levantan mucho los espacios públicos".