Sociedad
Mensaje de Navidad del obispo: “El pesebre es símbolo del corazón humano”
“Ojalá que todos nosotros nos convirtamos también en mensajeros de paz y amor. Nuestro mundo, nuestras familias y nuestra patria lo necesitan”, reflexionó Sergio Buenanueva.
El obispo diocesano Sergio Buenanueva dio a conocer su mensaje navideño en el cual hace referencia a la belleza del pesebre y en todo lo que lo rodea.
En sus palabras, monseñor Buenanueva comienza señalando que “cuando la fe en el Dios hecho hombre se encuentra con la poesía que habita el corazón humano suele producir maravillas como “El Nacimiento” del maestro Ariel Ramírez y su “Misa criolla”.
“También hay poesía en vos, en mí, en cada ser humano. Digo “poesía” para indicar esa indomable capacidad de Belleza que nos habita. Y hay belleza en vos, porque has sido creado a imagen y semejanza de la Belleza increada que es nuestro Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo”, agregó.
Más adelante, recordó que los seres humanos “buscamos la belleza de Dios como mendigos pobres y sedientos. Al encontrar alguno de sus destellos caemos en la cuenta de que, más que nosotros, es ella la que nos busca, la que tiene sed de nuestros ojos, de nuestra alma y de nuestro corazón. Por eso, querido amigo, te invito a abrir tu corazón al Niño que María y José quieren recostar en el pesebre de tu corazón en esta Nochebuena 2023”.
Igualmente, el pastor diocesano de la Iglesia Católica continuó reflexionando: “Hay belleza divina en el Niño del pesebre y en todo lo que lo rodea: la noche, su madre virginal, su padre adoptivo, el establo y los animales, y hasta en aquel obstáculo de no tener lugar cómodo para dar a luz. Hay belleza en los pastores que, con sus rebaños, se acercan en medio de la noche de Belén para reconocer al Salvador anunciado por los ángeles”.
“El pesebre es símbolo del corazón humano: las más de las veces pobre y egoísta, pero siempre sediento y anhelante de vida, luz y paz. La belleza de Dios está tocando a la puerta de tu corazón: es Nochebuena, no hay que dormir, Dios ha nacido. Dios está aquí”.
“¡Ojalá que todos nosotros, conmovidos por ese Redentor, en cuyos ‘bracitos crece una cruz’, nos convirtamos también en mensajeros de paz y amor. Nuestro mundo, nuestras familias y nuestra patria lo necesitan”.
Por último, expresó: “Permítanme que haga mías las palabras del ángel a los pastores: ‘No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre’. (Lc 2, 10-12)”.